Un cámara entorpece el paso de los atletas en el Mundial de Oregón al no percatarse de que estaban corriendo

Concentrado en grabar en acción a una atleta del triple salto, un cámara de televisión del Mundial de Atletismo de Oregón no dudó en meterse en el tartán para conseguir el mejor plano. No se había percatado, sin embargo, de que en paralelo acababa de empezar otra prueba, el 3.000 metros obstáculos, y que él se había convertido, sin desearlo, en una barrera más a evitar, esta humana, que sumar a las 28 vallas y siete saltos de rías que han de afrontar los obstaculistas.

El atleta español Sebastián Martos, fue uno de los que más cerca pasó. Explica a este diario que cuando lo vio se le pasó por la cabeza pegarle un grito para alertarle de su llegada y que se retirara a tiempo. Pero tuvo un momento de lucidez que pudo evitar males mayores: una voz podía asustarle y hacer que se moviera bruscamente, lo que podía provocar que chocara con alguno de los corredores portando un objeto pesado como la cámara, y causar una caída que dejara a alguno de los participantes fuera de combate.

El lance no tuvo consecuencias sobre el resultado de la carrera, celebrada este lunes, en la que se impuso el marroquí Soufiane El Bakkali, pero les obligó a desviar su trayectoria. “El keniano me hizo un gesto con la mano para que me pegara a él y así pasar los dos por su lado. El resto lo esquivaron por fuera”, cuenta Martos.

El obstaculista estadounidense Evan Jager también se refirió al incidente en declaraciones al New York Times. “Me preocupaba que se lanzara hacia un lado u otro, justo en el último segundo, pero afortunadamente no se dio cuenta de que estábamos allí hasta que todos lo pasamos”, afirmó. En la prueba, los españoles quedaron fuera de los puestos de finalista. El burgalés Dani Arce (8m 30s) fue décimo, y decimocuarto el jiennense Martos (8m 36s).

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