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Honda toca fondo sin Marc Márquez y entra en su peor crisis en 40 años

El fabricante japonés quema a sus pilotos literal y metafóricamente durante su primer fin de semana sin puntuar desde 1982

Takaaki Nakagami
Takaaki Nakagami pierde el control de su Honda en Alemania.RONNY HARTMANN (AFP)

Sin Marc Márquez encima de la moto, Honda no encuentra soluciones para domar a su bestia de dos ruedas. En Sachsenring, el mal momento de la marca japonesa quedó patente cuando se confirmó su peor resultado en cuatro décadas. Ninguno de sus pilotos puntuó en la carrera –abandonaron Álex Márquez y Pol Espargaró, cayó Takaaki Nakagami y llegó decimosexto a línea de meta Stefan Bradl–, un dato que no se daba desde el Gran Premio de Francia en el circuito de Nogaro en 1982. En total, Honda encadenaba 633 carreras puntuando en la categoría reina.

“No nos escondemos. Sabemos que debemos mejorar. Solo sé que no estamos en la situación correcta en este momento y tenemos que cambiar por completo esto”, resumía Alberto Puig, director deportivo del Repsol Honda, tras el nefasto fin de semana. Desde que el piloto de Cervera empezó a acumular contratiempos físicos después de romperse el brazo en Jerez 2020, el rendimiento de la marca del ala dorada ha caído en picado: tan solo tres victorias que subrayan la importancia del 93, el único ganador para los de Hamamatsu desde 2018.

Los problemas de sus motos han alcanzado tal dimensión que este domingo los pilotos acabaron literalmente quemados sobre la pista. Además del sol de justicia que calentó el día de carreras en Alemania, los problemas de gestión de temperatura de la Honda provocaron quemaduras en las piernas y los pies a Espargaró y Bradl. “Después de un par de vueltas he tenido que aflojar para tomar aire fresco para la moto y para mi cuerpo. Solo he intentado terminar la carrera, estaba físicamente más que al límite. Me quemé la pierna derecha, y también el pie, porque salía un aire muy caliente. Imagino que fue el calor del motor, y algo así no es aceptable, tenemos que mejorar”, explicó el alemán.

Según el piloto de Granollers, la moto llegó a desprender temperaturas superiores a los 100 grados, y su bota se puso a unos 50 durante la carrera hasta que dijo basta. “He decidido retirarme, no podía continuar, era demasiado extremo”, valoró el catalán, que arrastraba además mucho dolor en las costillas tras un golpe en los entrenamientos del viernes. Desde la marcha de Dani Pedrosa en 2018, ningún compañero de Márquez en MotoGP ha podido acercarse al rendimiento del hexacampeón del mundo. La Honda ha sido reseñada en los últimos años como una máquina salvaje y difícil de domar, quizás demasiado adaptada al estilo de pilotaje extremo del piloto de Cervera. “Los resultados está bien que salgan con cierta facilidad, como vemos con las Yamaha o las Ducati, que no tienen que buscar tanto el límite como nosotros para ir rápido”, analizaba Espargaró el año pasado.

Alberto Puig, director deportivo del Repsol Honda.
Alberto Puig, director deportivo del Repsol Honda.Steve Wobser (Getty Images)

En 2019, el excampeón del mundo Jorge Lorenzo terminó en decimonovena plaza del Mundial con la misma moto que Márquez, que arrasó a todos sus rivales con 12 victorias y un récord de 18 podios en 19 carreras camino a su sexto título. El piloto balear decidió retirarse a final de temporada con un undécimo puesto como mejor resultado en su última campaña, donde acumuló varios rifirrafes con el equipo. “No podemos cambiar la moto solo porque un piloto no se adapta a ella”, decía por entonces Puig. “Ni el año pasado era Dios ni ahora soy un desastre”, se defendía Lorenzo. Honda presentó para 2022 cambios en el motor, el chasis y la electrónica con la idea de crear una moto más mansa. Después de los test de invierno, la cosa prometía. “La moto no parecía rápida, era rápida. ¿Qué ha pasado? En ese punto estamos, no lo entendemos”, se resignaba Espargaró hace unas semanas en Le Mans.

De nuevo, la esperanza de la casa nipona pasa por recuperar a Márquez, intervenido por cuarta vez en el húmero derecho el pasado 3 de junio, lo antes posible. En Sachsenring, Puig adelantó que el plan es que vuelva esta temporada para poder trabajar de cara a la moto del próximo curso, cuando el fabricante con más victorias del certamen (312) quiere volver a reinar en el Mundial: “Está siguiendo la situación aquí y seguro que aparecerá pronto para ver lo que está pasando de primera mano, para entender cómo estamos intentando mejorar la moto”.

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