Un acuerdo extrajudicial por un caso de agresión sexual múltiple cimbra al hockey de Canadá

La Federación Canadiense de Hockey es blanco desde hace varios días de críticas y señalamientos. El motivo es la forma en que decidió proceder respecto a un supuesto caso de agresión sexual múltiple perpetrado por ocho de sus jugadores a una mujer. Periodistas y políticos ponen en duda la voluntad real de este organismo para luchar contra esta lacra y, al mismo tiempo, exigen respuestas financieras. La gimnasia, el esquí y el fútbol también están afectados por casos de acoso y violencia sexual desde hace décadas en este país norteamericano. En esas disciplinas tampoco han faltado buenas dosis de complicidad o apatía por parte de sus federativos. El hockey, el deporte más popular en Canadá, no es la excepción.

Rick Westhead, periodista de la cadena deportiva TSN, reveló el 26 de mayo que la Federación canadiense de hockey firmó un acuerdo extrajudicial con una mujer que había señalado a ocho jugadores —integrantes en ese entonces del equipo junior; categoría que abarca de los 16 a los 20 años de edad— de haberla agredido sexualmente una noche de junio de 2018. El monto de dicho acuerdo es secreto, así como la identidad de las personas involucradas. La mujer presentó una demanda contra este organismo deportivo el pasado mes de abril ante la Corte superior de Ontario, donde alega que sufrió las agresiones en un hotel de la ciudad de London (ubicada en dicha provincia) tras un evento benéfico. Su abogado reclamaba daños y perjuicios por 3,5 millones de dólares canadienses (unos 2,7 millones estadounidenses).

La Federación Canadiense de Hockey confirmó la rúbrica del acuerdo, indicando que había contactado a las autoridades policiales en su momento, pero que la mujer decidió no hablar con ellas, y que también se había negado a dialogar con un investigador independiente propuesto por este organismo deportivo. La federación afirmó en un comunicado sentirse “profundamente preocupada por estas gravísimas acusaciones de agresión sexual que involucran a miembros del Equipo Nacional Junior 2017-2018″.

Este jueves, Pascale St-Onge, ministra federal de Deportes, dijo en rueda de prensa sentirse “conmocionada y enfadada” por esta historia. La ministra afirmó que los canadienses deberían saber por qué una organización deportiva tan importante en el país se ha asegurado de que estos jugadores no rindan cuentas ante acusaciones tan graves. También expresó su preocupación sobre cómo será cubierto el dinero del acuerdo. La Federación canadiense de hockey se nutre de convenios publicitarios, cuotas de distintas asociaciones locales y galas de recaudación; también de fondos públicos. St-Onge dijo que se asegurará de que el dinero del acuerdo no salga del bolsillo de los contribuyentes: “Vamos a realizar una auditoría financiera para asegurarnos de que no sea el caso”.

Este jueves, el asunto fue abordado en la colina parlamentaria de Ottawa. Sébastien Lemire, diputado del Bloque Quebequés, pidió a los miembros de la Cámara baja la puesta en marcha de un comité de investigación frente al que deberán comparecer representantes de la Federación canadiense de hockey. La moción fue aprobada por unanimidad. La NHL, la liga norteamericana de hockey profesional, anunció la semana pasada que realizará sus propias pesquisas, ya que este caso podría implicar a jugadores que se integraron posteriormente a algunos de sus equipos. Scott Burnside, una de las plumas más especializadas en este deporte, escribió en Daily Faceoff que el organismo que gobierna el hockey en Canadá “tiene que hacer algo más que dar declaraciones enlatadas y lavarse las manos” si quiere mostrar que realmente se preocupa en combatir este problema.

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