El Espanyol se levanta ante el Getafe
Con goles de Cabrera y Cabaco en propia puerta, el conjunto blanquiazul se impone al equipo de Quique Sánchez Flores
El Espanyol se levantó ante el Getafe. En un partido disputado, por momentos brusco, sin más emoción que un gran testarazo de Cabrera y una acción rocambolesca del cuadro madrileño que terminó en el gol en propia puerta de Cabaco, el conjunto blanquiazul se reencontró con la victoria después de ocho jornadas en la Liga. Despertó a tiempo el Espanyol, que ya suma 32 puntos y quedó a 10 del Alavés, que marca la línea de la salvación
El hundimiento del Espanyol parecía no tener fin. No ganaba en la Liga desde que había comenzado el año y regresaba a su estadio después de una tremenda bofetada en La Cerámica (5-1). El Getafe, en cambio, transitaba en una situación cómoda en la tabla después de que con la llegada de Sánchez Flores se haya escapado de la zona de descenso. Pero al cuadro azulón lo castigaron las bajas –Aleñá, Cuenca y Damián por sanción, más Arambarri por lesión- en su visita a Cornellà. Y, aunque de entrada buscó dominar al Espanyol, el conjunto madrileño se empezó a alejar del área de Diego López, sobre todo después del gol de Cabrera.
Amagó el uruguayo con ir a buscar el saque de esquina de Vilhena al primer poste, pero frenó para dejar pasar a Mitrovic y se elevó perfecto para firmar un potente remate de cabeza, imposible de frenar para David Soria. Cabrera se reivindicó ante el Getafe. Líder de la defensa blanquiazul, el central había quedado en la picota después de duelo frente al Villarreal. El castigo, sin embargo, fue para su compañero en la zaga, Sergi Gómez, único cambio que realizó Vicente Moreno respecto del once que cayó por goleada en Vila-real. Le funcionó la estrategia al técnico blanquiazul. Sus muchachos secaron a Enes Ünal, uno de los delanteros de moda en la Liga: llegó a Cornellà después de cantar seis goles en los últimos cuatro partidos.
Pero si el Espanyol se tranquilizó tras el gol de Cabera, se quedó sin argumentos ofensivos cuando la hinchada blanquiazul celebró la carambola entre Soria y Cabaco que terminó en el 2-0. Entonces, el duelo se pinchó, la ansiedad le ganaba a la tranquilidad y la vehemencia a la intensidad. Se acumulaban las tarjetas amarillas (11), Herrera esquivó la roja tras un pisotón a Cabaco, mientras la presencia de Diego López se agigantaba al tiempo que se apagaba la de Raúl de Tomás, invisible ante el cuadro azulón. Pero resistió el Espanyol. Y ahora respira en la Liga mientras al Getafe todavía le acecha el descenso: quedó a cinco de puntos del Alavés.
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