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Laporta retrasa la financiación del nuevo estadio

El presidente saca adelante en la Asamblea un presupuesto con una rebaja del 31% pero se hace tarde para votar un crédito de 1.500 millones y la reforma de los estatutos

Joan Laporta durante la asamblea de compromisarios.
Joan Laporta durante la asamblea de compromisarios.Alejandro Garcia (EFE)
Juan I. Irigoyen

“No es que haya prisas, es que ya vamos tarde”, expuso el presidente del Barcelona, Joan Laporta, en referencia a la construcción del Espai Barça, la remodelación de la zona deportiva del Camp Nou y las otras instalaciones, cuando faltaban 20 minutos para que comenzara el duelo entre el Barça y el Valencia. Los socios compromisarios presentes en el Palau Blaugrana desde las tres de la tarde deseaban acudir al estadio. Entonces, Laporta optó por suspender la Asamblea -se retomará el sábado próximo día 23, víspera del clásico- cuando restaban por votar los puntos más importantes del día: el crédito para el nuevo estadio y la modificación de los estatutos.

“Es una de las Asambleas más importantes de nuestra historia”, había anunciado Laporta, nada más comenzar la jornada, seis horas antes del Barcelona-Valencia. La junta pretendía suspender el artículo 67 de los estatutos, que obliga a dimitir a la junta directiva en caso de acumular dos ejercicios con pérdidas. Con un patrimonio neto negativo de 481 millones, para Laporta era imprescindible la aprobación de la modificación, como también conseguir el visto bueno para el crédito de 1.500 millones para financiar el Espai Barça. No lo pudieron hacer. En cualquier caso, tuvieron tiempo de explicarlo en una asamblea en la que votaron un máximo de 718 socios de los 4.452 convocados.

“Es el proyecto más importante del presente y del futuro”, anunció la portavoz de la junta de Laporta, Elena Fort. El Espai Barça tendrá un coste de 1.500 millones (900, el Camp Nou; 420, el Palau; 100 para urbanización; 60 para el plan metropolitano; y 20 el Estadio Johan Cruyff). La inversión se hará con capital ajeno, un préstamo a 35 años. “Las obras no costarán dinero a los socios. No se pondrá nunca en riesgo la gestión deportiva, al contrario, generará ingresos que nos harán ser más competitivos. Nunca se hipotecará el patrimonio del club como garantía”, advirtió el director general, Ferran Reverter. Según el ejecutivo, el Barça generará 200 millones de euros anuales más gracias al nuevo estadio, un 67% de lo que se ingresaba antes de la pandemia. “El Arsenal generó un 110 por ciento; el Allianz [Bayern], un 60%; y el del Olympique Lyon y el del Tottenham, un 200%. Nuestra previsión es del 67%, es muy realista”, añadió.

“Las peores cuentas”

La idea es que las obras del Espai Barça comiencen en 2022 y finalicen en 2027. El nuevo Camp Nou, en cualquier caso, estaría terminado en 2025, mientras que el Palau Blaugrana en 2026.

El plan de la junta de Laporta no solo se suscribe al proyecto del nuevo estadio, sino que primero tiene que rescatar al club de la “quiebra técnica”, según anunció el director general. El Barcelona cifró los gastos para esta campaña en 784 millones, un 31% menos respecto de la última temporada (1.136). “Tenemos que buscar el equilibrio y seguir reduciendo gastos”, explicó Laporta. Los ingresos de explotación para la próxima temporada llegarán hasta 765 (21% más que en el curso 2020-2021).

“El esfuerzo de la directiva va en la buena dirección, pero aún es insuficiente para hacer un reestablecimiento del equilibrio patrimonial. El club está obligado a presentar beneficios positivos cada temporada con unas cifras superiores”, expuso Jaume Guardiola, presidente de la Comisión Económica. Y habló de cuatro retos: reapertura total del estadio, reducción de gastos salariales, evitar contabilizar como ordinario la venta de jugadores y la comercialización del Barça Estudios (contenido audiovisual). El presupuesto se aprobó con 643 votos a favor, 17 en contra y 23 en blanco. Pero antes de pensar en el futuro, el Barça miró al pasado.

El Barcelona cerró el ejercicio 2020-2021 con pérdidas de 481 millones, prácticamente cinco veces más del resultado negativo que había presupuesto la junta de Bartomeu (97). Según LaLiga, el impacto de la pandemia en los resultados de la entidad azulgrana fue de 92 millones. “Hemos tenido un descenso significativo de ingresos por la covid. Esta reducción de ingresos no se ha compensado con menos gastos”, afirmó Jaume Guardiola. El Barça cifró sus ingresos en 631 millones por los 1.136 de gastos. La junta de Laporta tomó posesión en marzo, después de que la gestora gobernara el club tras la renuncia de Bartomeu en octubre de 2020. “Son las peores cuentas de la historia del club. Espero que aprobemos estas cuentas nefastas y poder devolver al club al lugar que se merece. No lo podremos hacer solos y pido un voto de confianza”, pidió el presidente.

Mientras, la junta de Laporta espera el resultado de una investigación interna que determinará si más allá de la mala gestión se produjeron irregularidades punibles jurídicamente contra el equipo directivo de Bartomeu. “Tenemos la voluntad de actuar contra los autores materiales del empobrecimiento del club. Cuando tengamos toda la información, convocaremos una Asamblea extraordinaria”, anunció Laporta.

El descontrol en los salarios más elevados del mercado

En enero de 2014, Josep Maria Bartomeu reemplazó a Sandro Rosell como presidente del Barcelona después de que se destapara el coste del fichaje de Neymar. Un año después, convocó elecciones. En la temporada 2015-2016, la primera de Bartomeu tras ganar en los comicios, la masa salarial (sueldos, más amortizaciones) era de 435 millones, un 64% de los ingresos (679). Cuatro campañas después, el Barça elevó el coste del primer equipo a 636, el 74% en relación a la facturación. La UEFA aconseja no superar el 70%. 
“Se hacían crecientes las fichas porque cada año el club ingresa más. Nadie sabía que en marzo de 2020 caería una pandemia y que bajarían los ingresos de forma espectacular”, justificó Bartomeu. En el pasado curso, el coste salarial del Barça fue de 617, el 98% de los ingresos (631). En cinco años, los salarios y las amortizaciones del primer equipo aumentaron en un 41%. El Barcelona, en ese periodo, ganó siete títulos, tres Ligas y cuatro Copas del Rey. “El mal del Barça ha sido el coste deportivo y las amortizaciones desorbitadas que no guardaban proporción razonable con los ingresos. Eso ha llevado a más y más endeudamiento”, expuso Jaume Guardiola, presidente de la Comisión Económica. 


El Barcelona presupuestó para la temporada 2021-2022 un gasto en la plantilla de 470 millones. “Teníamos la masa salarial más alta del mercado y la hemos reducido en 150 millones”, dijo ayer Joan Laporta. El club azulgrana se desprendió de los salarios de Messi y Griezmann (los dos más elevados) y pactó la disminución de sueldo con los capitanes, Piqué, Alba y Busquets; mientras está a la espera de renegociar el contrato de Sergi Roberto. Laporta, en cualquier caso, advirtió: “Tenemos que seguir trabajando en disminuir los gastos”.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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