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Vacío en las gradas, récords de puntos

Scariolo y Jordi Fernández, técnicos en Toronto y Denver, analizan la eclosión anotadora individual en la NBA. “Sin público se reduce el miedo a fallar”, afirma el seleccionador

Robert Álvarez
Doncic y Curry, en el partido Dallas-Golden State, el 6 de febrero.
Doncic y Curry, en el partido Dallas-Golden State, el 6 de febrero.Jerome Miron (EL PAÍS)

Stephen Curry fue el 3 de enero la viva imagen de un deportista en su esplendor. “Me siento como si tuviera 20 años. Tal vez me estoy engañando a mí mismo..., pero no me preocupa que pronto pueda sufrir un bajón”, afirmaba el base de 32 años. Aquel día metió 62 puntos, batió su mejor marca anotadora en una liga en la que compite desde hace 11 años y medio, y su equipo, Golden State, ganó a Portland por 137-122. “¡Qué actuación!”, exclamó su entrenador, Steve Kerr; “es un privilegio entrenarlo, una bendición que nos siga liderando”.

Tres días después, Bradley Beal, estrella de los Washington Wizards, anotó 60 puntos ante los Sixers, la mejor marca en sus nueve temporadas en la NBA. Curry y él son los máximos exponentes de la serie de jugadores que están batiendo esta temporada sus mejores marcas. Sergio Scariolo, el seleccionador de España y entrenador ayudante de Nick Nurse en Toronto Raptors, analiza: “Hay que partir siempre del talento. A veces no nos damos cuenta de la cantidad de talento que tienen los jugadores de la NBA. Y cuando se habla de meter puntos, el talento es el primer argumento”. Otras consideraciones ayudan a explicar la eclosión de marcas. Algunos las están superando de largo, como Fred VanVleet, base-escolta de los Raptors, que el 2 de febrero pulverizó su récord de 36 puntos en los cuatro años anteriores con los 54 que anotó frente a Orlando.

“Es evidente que sin público o con muy poco público, con 3.000 espectadores en pabellones para 25.000, hay mucha menos presión. Está demostrado que sin público se juega más suelto, asumiendo más riesgos, con menos miedo a fallar”, puntualiza Scariolo. “Eso es un hecho del que ya nos dimos cuenta perfectamente en la burbuja [en Orlando donde se jugó el tramo final de la pasada temporada] y que sigue así”.

Jokic, 33 tiros y 50 puntos

Jordi Fernández, entrenador ayudante de Mike Malone en Denver Nuggets, atribuye los 50 puntos con los que Jokic batió su plusmarca el 6 de febrero contra Sacramento a la extraordinaria calidad del pívot serbio que la próxima semana cumple 26 años, pero también a que ese día tuvo que multiplicarse a causa de las ausencias. “Hemos tenido muchas bajas y, cuando tienes la oportunidad de ganar un partido fuera de casa [Denver acabó perdiendo ese día ante Sacramento por 119-114] y tienes bien a tu mejor jugador, a veces debe prodigarse [Jokic lanzó 33 tiros de campo, el doble de su media este curso]. Tal vez le sucedió lo mismo a Golden State, también con muchas bajas, los días que Curry metió 62 y 57 puntos. Es una temporada en que se están produciendo muchas bajas, unas por covid, otras porque un jugador ha tenido un contacto próximo o también porque hemos dispuesto de muy poco descanso. No apretamos a los jugadores tocados porque todavía podrían estar fuera más tiempo. No sé si se puede generalizar esto como explicación a esos récords, pero al final, estamos hablando de dos de los mejores jugadores de la liga, los que marcan diferencias”.

Curry, Beal, VanVleet y Jokic encabezan la extensa lista de jugadores que están obteniendo esta temporada sus topes de anotación: Hayward, de Charlotte (44 puntos ante Atlanta); Morant, de Memphis (44 ante San Antonio); Vucevic, de Orlando (43 ante Chicago); Fox, de Sacramento (43 ante Nueva Orleans); Doncic, de Dallas (igualó la suya con 42 puntos, ante Golden State); Jaylen Brown, de los Celtics (42 ante Memphis); Rozier, de Charlotte (42 ante Cleveland); Maxey, de los Sixers (39 ante Denver) y Coby White, de Chicago (36 ante Sacramento), son los más destacados.

Scariolo apunta otro factor a tener en cuenta derivado de un calendario más comprimido y una actividad condicionada por los efectos de la pandemia. “Es más difícil preparar los partidos”, afirma el entrenador italiano. “A menudo no sabemos con quién contamos ni a quién nos vamos a enfrentar. Han eliminado los entrenamientos de las mañanas del partido, que a veces eran los únicos en que podíamos prepararlo. Si desaparece la preparación táctica, que ya en la NBA durante la temporada regular no es muy rígida, eso va en perjuicio de las defensas, y si las defensas están mermadas, los ataques proliferan”.

Nedovic, el tope en una Euroliga no tan explosiva

Los topes anotadores son más difíciles de batir en la Euroliga, competición muy diferente de la NBA. El estilo europeo es menos propenso a las grandes anotaciones individuales. Los partidos duran ocho minutos menos, los minutos de juego suelen repartirse más entre los jugadores de cada equipo y las estrategias defensivas acostumbran a ser más preponderantes. El tope histórico en la Euroliga está en poder de Shane Larkin, base estadounidense del Anadolu Efes, con 49 puntos, desde noviembre de 2019. Le siguen varios jugadores, con 41 puntos, todos en campañas anteriores. La lista de los que han alcanzado sus mejores marcas esta temporada es corta. La encabeza el serbio Nemanja Nedovic, del Panathinaikos, con 39 puntos, en un partido ante el Maccabi.

Mike James, base estadounidense del CSKA Moscú, también batió su mejor marca con los 37 puntos que anotó en el partido de la semana pasada ante el Valencia, ganado por los taronja, tras dos prórrogas (105-103). Otro base, el serbio Vasilije Micic, del Anadolu, batió su tope en noviembre, con 33 puntos ante el Panathinaikos. Los siguientes en la lista de este curso son los estadounidenses Jordan Loyd, del Estrella Roja, y Darrun Hilliard, del CSKA, con 31 puntos.

Los topes de varios de los mejores anotadores de los equipos españoles tienen ya varios años, como los 32 puntos de Carroll en 2014, los 31 de Mirotic en 2013 y los 30 de Llull en 2016.

 

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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