La odisea del Rayo: 25 km en cinco horas en autobús y vuelta a Madrid por la tormenta de nieve

La borrasca Filomena, la más virulenta del siglo XXI, obligó al Rayo Vallecano a emprender una odisea de menos de 25 kilómetros en cinco horas, para terminar desistiendo en su intento de salir de la Comunidad de Madrid. El equipo de la Segunda División puso en marcha este viernes su expedición a Burgos, donde deberían jugar este sábado contra el Mirandés, pero tras quedar atrapados en la carretera, recibieron la orden de LaLiga de dar media vuelta y el partido quedó aplazado en principio para el domingo pero finalmente, el empeoramiento del temporal ha obligado a tomar la decisión de posponerlo para más adelante. Los dos autobuses en los que se encontraba la plantilla y el cuerpo técnico quedaron inmovilizados durante horas antes de llegar siquiera a Alcobendas, al norte de Madrid, al igual que cientos de coches a su alrededor. “Una pregunta... ¿Creéis que así se debe viajar en bus hasta Miranda?”, reflexionaba Mario Suárez, centrocampista del equipo franjirrojo, en redes sociales.

La hora de salida de la expedición se había retrasado de las 17.00 a las 19.25 tras conocerse los positivos de varios miembros de la plantilla. “Si se decide que viajemos, lo haremos y tenemos jugadores para competir y pelear al máximo. Vamos a sacar un once de garantías para pelear un partido que será dificilísimo”, comentaba el técnico, Andoni Iraola, unas horas antes, sin saber que su mayor enemigo no era realmente la covid-19 sino el temporal, que iba cogiendo cada vez más fuerza.

Después de comunicar los positivos a LaLiga y que esta diera el visto bueno al viaje, la expedición partió en dos autobuses desde la ciudad deportiva del Rayo a las 19.25. La nieve no dejaba de caer y cuando llegaron a la M40 se dieron cuenta de que no podrían avanzar más. “Muchos coches patinaban en la carretera y había otros tantos tirados en el arcén”, recuerda un miembro de la expedición. “Cuando LaLiga nos comunicó el aplazamiento, los conductores intentaron dar la vuelta pero la situación era increíble”. Varios de los jugadores bajaron de los autobuses para echar una mano a los conductores que se encontraban atrapados.

Óscar Trejo, uno de los capitanes, se quejó en redes sociales: “Imposible viajar así y LaLiga sin decirnos nada”. Su compañero Óscar Valentín también mostró su desagrado con la decisión de viajar en esas condiciones. “Cinco horas de autobús, atascados, para avanzar 20 kilómetros y volver cada uno como puede a un lugar seguro para dormir”, reflexionaba el canterano. La prioridad del club era conseguir volver antes del cierre del Metro ya que era la única manera de que los integrantes pudieran regresar a sus casas. “Nos planteamos dormir en los autobuses o en la ciudad deportiva. Era imposible coger el coche o cualquier otro medio que no fuera el Metro”, comenta. Finalmente lograron llegar sobre las 00.30 tras una ardua travesía por las carreteras cubiertas de nieve.

En esos momentos, no solo el Rayo Vallecano sino gran cantidad de clubes del fútbol español se encontraban a merced de la nieve. El Real Madrid tuvo que pasar varias horas en el aeropuerto de Barajas, con todos los vuelos cancelados, hasta que por fin pudieron partir a Pamplona cerca de la medianoche, para jugar este sábado ante Osasuna. El Athletic, que se enfrentaba al Atlético, no podía aterrizar en la capital y LaLiga ha decidido finalmente aplazar el partido. Al Albacete, que se enfrentaba al Alcorcón este sábado, le pasó algo parecido que a los vallecanos. Estando ya en la carretera, tuvieron que dar media vuelta ante la imposibilidad de entrar en Madrid y LaLiga aplazó el partido para este domingo, esperando que las condiciones climatológicas les permitan viajar este sábado, pero finalmente también ha quedado sin fecha, igual que el Leganés-Almería.

El Rayo Vallecano se encuentra actualmente en cuarta posición de la Liga Smartbank, en puestos de play-off. Los de Iraola llegan en un buen momento después de conseguir la clasificación en para la siguiente ronda de la Copa y tras cuatro partidos seguidos invictos en liga. Su rival, el Mirandés, ocupa la novena posición, a siete puntos de los vallecanos, después de haber perdido sus dos últimos partidos de liga.