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Simeone: “Claro que hay preocupación”

La lesión de Morata recalca los problemas que ha generado la planificación del Atlético, que termina el partido con el respescado Carrasco y el canterano Camello en punta

Ladislao J. Moñino
Simeone gesticula en la banda del Bernabéu.
Simeone gesticula en la banda del Bernabéu.Enrique de la Fuente (GTRES)

Los cambios que introdujo Zinedine Zidane en el descanso delataron que el Atlético había llevado el partido en su primera parte al territorio en el que se siente más cómodo. El entrenador francés volvió a incurrir en el mismo error que en la final de la Supercopa. Ante un equipo que no tiene problemas para cederle la pelota al contrario, optó por volver a situar a la derecha a Valverde y completar el trío Casemiro, Kroos, Modric con Isco. Sin sentirse amenazado porque los cinco centrocampistas dejaron sin profundidad a su rival, Simeone pareció disfrutar de los primeros 45 minutos. Sus habituales gritos y broncas desde la zona técnica se tornaron en la tarde de ayer en aplausos continuos a cada acción de sus futbolistas. La ocasión de Vitolo, el disparo al palo de Correa y el posible penalti a Morata de Casemiro provocaron que el Atlético se metiera en la caseta reforzado.

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El Madrid se presentó en el segundo tiempo con Lucas Vázquez a la derecha y Vinicius a la izquierda. Dos extremos por Isco y Kroos. “Fueron dos cambios agresivos por parte de ellos”, admitió Simeone, que salió del terreno de juego con el eco irónico del “Cholo, quédate” que le cantó la hinchada madridista. “No escuché nada”, interpelo el técnico rojiblanco. El movimiento de Zidane encogió al Atlético, que pareció desplomarse cuando Morata tuvo que abandonar el terreno de juego por un golpe en el gemelo. De repente, se instaló la sensación de que sin el único delantero de confianza del que dispone Simeone, el Atlético se quedó sin recursos para estirarse. Por sus gestos de disconformidad, Morata pareció haberle pedido más tiempo a Simeone para ver cómo evolucionaba, pero fue cambiado de inmediato. “Morata salió porque tenía un golpe importante. No sabía si estaba lesionado o solo el golpe. Tenía dificultades para mantener el esfuerzo y elegí que saliese Por eso decidí que saliera”, desveló Simeone.

El contratiempo de Morata desnudó los problemas que se derivan de una planificación en la que los elevados sueldos de los futbolistas más importantes y del propio entrenador han reducido el número de fichas y el margen de maniobra para los refuerzos. El Atlético acabó en ataque con el sorprendentemente repescado Carrasco y con el canterano Camello. “En el segundo tiempo, el Madrid estaba siendo superior desde el inicio con Morata sobre el césped hasta que tuvo que salir y pensábamos que Camello, que es internacional en las categorías inferiores, tenía las características para darnos el sostén en los últimos minutos. Carrasco hace mucho que no juega, Lemar no pudo responder al partido que necesitábamos entre líneas y no encontrábamos el gol”, analizó Simeone.

“El primer tiempo fue bueno, se jugó a lo que buscábamos”, prosiguió el técnico rojiblanco. “El segundo tiempo ellos empezaron bien, consiguieron una conexión importante y al final el equipo mantuvo el orgullo en la busca del empate. Nos quedamos con la sensación de que pudimos encontrar el empate más por empuje que por juego. El camino es el de la primera mitad”.

La derrota deja al Atlético a trece puntos de la cabeza, fuera de la Champions una jornada más, y los resultados que se produzcan en la jornada incluso pueden sacarle de los puestos que dan acceso a la Liga Europa. “Claro que hay preocupación, pero también ocupación”, advirtió Simeone, que apuntó a la recuperación de alguna de las ocho bajas que suma el equipo tras las de Morata y la de última hora del mexicano Herrera: “Debemos trabajar para mejorar. Hay bajas que irán regresando y nos darán la posibilidad de seguir compitiendo”.

“Cuando no haces goles en dos o tres ocasiones claras contra el Real Madrid, luego te castigan, se lamentaba Savic. Para el central montenegrino, la lesión de Morata también fue decisiva en el desarrollo del partido. “Fue una cosa inesperada para nosotros. El partido se puso más difícil cuando Álvaro salió porque jugó muy bien el primer tiempo, aguantaba muchos balones, y ha cambiado algo”.

“Hemos tenido una buena primera parte, hemos sabido a lo que jugábamos y hemos creado un par de ocasiones que no hemos sabido encajarlas; tenemos falta de gol, pero no falta de ocasiones. No hay que desesperarse. Esto son rachas y en estos partidos si perdonas lo pagas; por algo van líderes, te pillan un fallo y te matan”, concluyó Llorente.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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