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Pablo Alfaro: “Con Cruyff todo era fácil... hasta que lo hacías”

El entrenador del Ibiza entiende que la Copa a partido único y el césped artificial equiparan un poco las fuerzas frente al Barça

Jordi Quixano
Pablo Alfaro, el martes en Ibiza.
Pablo Alfaro, el martes en Ibiza.SERGIO G. CAÑIZARES (EFE)

“Mira que estáis pesaditos, ¿eh?”, bromea al descolgar el teléfono Pablo Alfaro (Zaragoza; 50 años), técnico del Ibiza, de 2ª B; “pero es una oportunidad única para dar a conocer el club”. Así, a la carrera, ha atendido a los periodistas que le han llamado y al tiempo ha preparado el duelo frente al Barça. (19.00, DAZN). “Son grandísimos favoritos, pero la Copa democratiza todo. Veremos”, anuncia.

Pregunta. ¿Qué pensó cuando salió el Barça en el sorteo y qué piensa ahora?

Respuesta. Me lo tomé como un regalo que nos ha dado el fútbol y sigo pensando igual. Cada vez tengo más ganas de que llegue para poder disfrutarlo. Tenemos poco a perder y este formato a partido único en campo del rival pequeño nos iguala un poco. Y la afición nos ayudará porque la isla se ha vuelto loca.

P. ¿Quiere jugadores valientes o con cabeza?

R. Les pido que sean fieles a sí mismos, que disfruten compitiendo y que no se traicionen. Debemos intentar hacer nuestro juego, que también pasa por sacarla desde atrás, ser protagonistas… No para marear, sino para hacer daño. Me gusta que en defensa presionemos y seamos valientes porque lejos de la portería te generan menos.

P. Pero el Barça querrá lo mismo…

R. Ya. Y mientras que en el calentamiento hay una bola para cada uno, en el partido solo hay un balón para todos… Y normalmente es del Barça. Está claro que hay muchas diferencias, pero tenemos la ventaja del campo de césped artificial. Seguro que hace décadas no se entrenaban en uno. Es un examen para el Barça y para nosotros.

P. Para el Barça quizá es doble porque los jugadores quieren ganarse al nuevo entrenador, ¿no?

R. Suele ser así y puede que no nos beneficie. Pero si siguiera Valverde, tampoco vendrían con ganas de ser eliminados, ¿verdad? Hay cosas que no se pueden controlar y hay que adaptarse.

P. ¿No le preocupa que sus jugadores salgan sobreexcitados?

R. Claro. Muchos no se han enfrentado nunca al Barça. El nivel de activación debe ser el adecuado y es tarea del cuerpo técnico hacerles ver que al cien por cien rendirán, pero si sobrepasan esas revoluciones, no.

P. ¿Prefiere medirse contra los buenos?

R. El Barça tiene buenos, muy buenos y buenísimos. ¡Que escoja Setién! Pero sí hubiera querido que viniese Messi (no está en la convocatoria). Todos querían ver al crack mundial. Y traerle en invierno tenía mérito. En verano se le ve en playas, yates y restaurantes...

P. Hablaba de Setién, que fue compañero suyo en el Racing.

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R. Estuve tres años cedido en el Racing por el Barça y en ese equipo él era el veterano y capitán. Hablábamos mucho de fútbol y de la vida en su casa o en la mía. Y aunque el tiempo nos haya alejado un poco, tengo muchas ganas de verle y darle un abrazo.

P. ¿Setién ya veía el fútbol bajo ese prisma cruyffista?

R. No sé si tanto. Él era un organizador en el campo y las dotes las tenía porque siempre disfrutó con el balón y no persiguiéndolo. Pero creo que ha ido convenciéndose poco a poco de que esa es la propuesta que más le encaja. Le llena jugar y ganar así. Y por eso se ha fijado el Barça en él, no por su currículo.

P. ¿Y cuáles han sido sus referentes?

R. He tenido la fortuna de ser jugador de Primera durante 18 años y he tenido entrenadores de todo tipo. A mí me gusta que el equipo tenga capacidad de adaptación. Pero intentas coger lo mejor de cada uno. El Barça de Guardiola fue el summum. Y la selección de Luis y de Vicente. A nivel defensivo, el Atlético del Cholo… No soy talibán de un solo estilo.

P. ¿Y Cruyff?

R. ¡De él aprendí muchísimo! Explicaba todo tan fácil y sencillo que no parecía nada complicado, hasta que tenías que aplicarlo en el campo…. Era el más atrevido, el más innovador y el pionero de un estilo de juego que se trajo del Ajax. Tuvo la valentía de cambiar el modelo y convencer a la gente. Yo jugué poco porque eran todos tan buenos… pero estoy orgullosísimo de ese año.

P. Compartió vestuario con Laudrup, Stoichkov y Koeman. ¿Estaban hechos de otra pasta?

R. Jugando, seguro. Recuerdo que eran grandes profesionales y muy humanos. Cracks normales.

P. En su recuerdo también quedará el triunfo de Liga… ¿no?

R. ¡Y las dos Supercopas! Pero sí, la Liga fue especial por cómo se dio, por otro triunfo del Tenerife sobre el Madrid en el partido final que nos dio el título.

P. Usted era un defensa que aplicaba esa máxima de que pasa el jugador o la bola, pero no los dos. ¿Ahora se da más importancia a que sepan sacar el balón?

R. A veces lo parece. Pero no. Es un mix, una mezcla porque las virtudes defensivas no se pueden perder. De todas formas, el fútbol ha evolucionado para bien.

P. ¿Es más complicado hacerse paso hacia la élite en los banquillos que en el tapete?

R. Mucho más. Hay más competencia y menos puestos. El Barça va a venir con 25 jugadores y un solo entrenador... Solo hay que hacer números.

P. Si vencen, ¿qué hará?

R. No lo sé. Pero de futbolista disfrutaba muchísimo más las victorias. Ahora apenas las disfruto 10 minutos porque pienso en lo que viene. He aceptado que se sufren más las derrotas que se disfrutan los triunfos.

Sin Messi y con césped artificial

Cuando se celebró el sorteo, los jugadores del Ibiza reposaban en su casa, atentos al televisor. "¡Hostia, el Barça! Jajajajajajajaja", escribió el central Rubén González en el grupo de WhatsApp del equipo. Le siguió toda una retahíla de exclamaciones, felices por la oportunidad de medirse con el líder de LaLiga. "Somos el club más pequeño que queda de pie en la Copa y jugamos contra el más grande junto al Madrid", señala el portero Lucas Anacker. "Es una alegría para nosotros y para la isla; desde 1982 no venía un grande aquí. Entonces fue el Atlético", se suma David Morillas, lateral izquierdo que había jugado todo hasta el momento pero que se fracturó una tibia. "Mala fortuna", admite; "pero por suerte, jugué ante el Barça en mi primer año del Huesca y les he dicho a los chicos que es una gran experiencia para disfrutar".

En el estadio se han añadido gradas supletorias para alcanzar los 8.000 aficionados y en la isla hay tortas por conseguir entradas. “Vamos a darles caña. El campo no les resultará fácil y van a sufrir bastante”, expone Rubén. Morillas interviene: “Tenemos el campo por la mano. La hierba artificial equiparará un pelín las fuerzas”. Y Lucas añade: “Somos conscientes de la dificultad, pero iremos a ganar”.

Todos en Ibiza aguardaban a Messi, pero el 10 no fue citado por el técnico azulgrana. Tampoco estarán Piqué ni Busquets, la columna vertebral del equipo, y en cambio viajarán cinco jugadores del filial. “Da igual quién esté porque son muy buenos. Pero tener a Messi delante hubiera sido muy emocionante”, cierra Lucas.

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