El Morabanc Andorra encadena 20 días sin poder competir por casos de covid

En la 11ª jornada de la Liga Endesa, el Baskonia alcanzó las 1.000 victorias en la Liga (uniéndose al selecto club en el que están Real Madrid, Barça, Joventut y Estudiantes) tras derrotar al Obradoiro de Albert Oliver, renovado hasta final de temporada camino de los 43 años. Unicaja arrolló al colista Gipuzkoa por 35 puntos (104-69) y San Pablo Burgos confirmó su pujanza logrando ante Estudiantes (91-71) su séptimo triunfo, el número 100 de Joan Peñarroya en ACB. A las 300 en la élite llegó el sábado el Fuenlabrada, las cuatro últimas con Javi Juárez en el banquillo al frente de la reacción. Hitos de una Liga que avanza sobreponiéndose a las dificultades y que ahora sitúa en Andorra su principal foco de preocupación.

Acorralado por la pandemia, el Morabanc, que fue de los primeros equipos en retomar la actividad en mayo tras el confinamiento, faltó por tercera semana seguida a su cita liguera. El conjunto dirigido por Ibon Navarro tenía programada este domingo la visita del Real Madrid al Poliesportiu d’Andorra, pero el partido se trasladó hace unos días al 4 de enero. Con el aplazamiento del duelo ante los blancos y el de Eurocup ante la Virtus de Bolonia, el club andorrano ya se ha visto obligado a reprogramar ocho encuentros en apenas dos meses de curso, seis de ellos (cuatro de ACB y dos de Eurocup) de forma consecutiva desde el 27 de octubre, cuando venció al Lietkabelis lituano en competición europea.

Esa es, hasta la fecha, la última aparición del Morabanc sobre el parquet. Tras aquel encuentro, disputado seis días después del viaje a Rusia para medirse al Lokomotiv en un pabellón con un millar de espectadores, el coronavirus colapsó el vestuario andorrano, que llegó a sumar hasta 14 contagios entre jugadores y miembros del cuerpo técnico. Ahora el parte médico ha bajado de la docena de casos y recoge seis jugadores sanos o con anticuerpos, que entrenan de forma individual. En el horizonte inmediato, los partidos ante el Antwerp Giants belga el jueves y frente al Herbalife Gran Canaria el sábado, y la pelea por alcanzar el número mínimo de ocho jugadores disponibles exigido para poder competir y romper con un parón que dura ya 20 días. Una dinámica similar a la que sufre el Joventut, que enlaza ya cuatro partidos suspendidos desde que, también al regreso de un viaje a Rusia —para medirse al Unics Kazán ante 2.143 espectadores—, comenzó a acumular positivos en la plantilla.

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