Toni Bou: “Me falta competir sin ser el campeón”

Pura concentración en la montaña, Toni Bou (Piera, Barcelona; 33 años) se relaja ante el portátil. Y explica, por videoconferencia, cómo de difícil se lo ha puesto, de nuevo, Adam Raga, “un rival admirable”, que, sin embargo, no ha conseguido ganarle desde que Bou irrumpió en el campeonato hace más de 13 años. Frente a él no se permiten los fallos. Con un cuerpo privilegiado y una mente ambiciosa, logró el sábado su 14º Mundial de Trial al aire libre. Con los 14 indoor son 28 en total. Una cifra que, tras dejar atrás los 11 títulos de Doug Lampkin y los siete de Jordi Tarrés, no admite comparación.

Pregunta. ¿No se aburre de perseguir el mismo objetivo?

Respuesta. Un deportista vive de tener un objetivo y conseguirlo. Eso te alimenta. Este es un trabajo muy especial, porque hago lo que más me gusta. Y aunque sí que tengo dudas, el premio de poder ser campeón del mundo tantos años consecutivos es lo que lo hace todo más fácil, lo que me da ganas de hacerlo más veces.

P. ¿La motivación se trabaja?

R. Yo la busco en mi día a día, intentando mejorar como piloto y técnicamente. Soy perfeccionista. Así es como consigo llegar más tranquilo a las carreras.

P. Después de 28 mundiales, ¿sigue buscando la perfección?

R. Es muy difícil mejorar después de haber conseguido tantos títulos, pero al final la moto es una máquina y se puede mejorar siempre. Respecto al piloto, en un deporte tan complicado en el que gana el que menos errores comete siempre se puede ser mejor.

P. El Repsol Honda es la estructura con más capacidad económica. ¿Cuánto ayuda el equipo a marcar la diferencia?

R. Somos los únicos que competimos con motos de cuatro tiempos; eso hace que mi pilotaje se vea beneficiado. Económicamente es más fácil hacer funcionar una dos tiempos. Estar en el equipo más profesional ayuda algo, aunque en un deporte tan minoritario como el nuestro es muy difícil marcar tanto la diferencia. Podría ser campeón del mundo con una moto sacada directamente de la tienda. Aquí el piloto pone lo que le falta a la máquina.

Podría ser campeón con una moto sacada directamente de la tienda

P. Es un portento físico, pero afirma que apenas entra en un gimnasio.

R. Físicamente soy un privilegiado. Tengo un cuerpo muy potente y adecuado para este deporte. Este fin de semana cumpliré 34 años y sé que a partir de los 30 todo cambia. Sobre todo porque llevo muchos años compitiendo, soy un piloto muy agresivo y he tenido muchas lesiones fuertes de las que cuesta recuperarse. Pero, de no ser por las lesiones, estaría bastante bien. En el gimnasio no hago ni una pesa. Hago bastante cardio y muchos estiramientos y ejercicios para trabajar la agilidad y el punto de velocidad que pierdes con los años. Trabajar la fuerza en mi caso sería un error; ya es uno de mis puntos fuertes: cuanto más la trabaje más lento me volveré.

P. Precisamente, este año ha sufrido las consecuencias de una lesión anterior.

R. En 2016 me rompí el tendón subescapular, arrastré problemas en el hombro y además se me salió el bíceps. Estuvimos más de un año debatiendo si me operaba. Y no lo hice. Puedes ir sin tendón, pero tiene sus consecuencias. Cuando con la rueda delantera doy con una piedra y acabo cayéndome por delante de la moto, al no tener tendón, el hombro es mucho más débil y se me vuelve a salir el bíceps. Me pasó en la semana de la primera carrera de este año. El confinamiento me había ido muy bien físicamente. Llevaba cuatro meses entrenando y tenía un ritmo bueno; gracias a eso y a pesar de este problema, pude ser muy competitivo. Volvimos a debatir si operarme o no, pero este tipo de caídas son inevitables en el trial. La recuperación hubiera sido de ocho meses y no teníamos ocho meses.

Competir sin defender el número uno me falta en mi carrera deportiva

P. ¿Piensa en los riesgos que asume en la moto?

R. El trial es un deporte en el que, a pesar de no tener velocidad y no ver grandes desgracias, hay riesgo: hay mucha altura, puedes golpear con la moto y caer hacia atrás… Yo mismo me rompí tres vértebras en 2018. Me he recuperado perfectamente, pero es evidente que es un deporte peligroso. Tanto yo como Adam , llevamos muchos años siendo profesionales, nos hemos hecho daño y corremos con lesiones a medio curar porque se producen en medio de un campeonato. Eso tiene unas consecuencias.

P. ¿Cómo ha afectado el coronavirus a la competición?

R. El campeonato empezó en septiembre con un calendario muy corto; querían terminarlo antes del invierno. Todo han sido carreras dobles: cuatro escenarios, ocho carreras. Empezamos en Francia y ya nos avisaron de que el Mundial podía terminarse en cualquier momento. Eso me puso una presión añadida: intentaba estar delante cada carrera por si se acababa el campeonato. Además, ha sido un año extrañísimo, por los viajes, por competir sin público y por cómo competíamos: entrabas en una zona con mascarilla y te la bajabas solo para hacer esa zona. Eso te hacía recordar en todo momento la situación que estamos viviendo.

P. ¿Por qué hay siete españoles en el Top 10 si en España no puede uno irse a la montaña con la moto?

R. Porque, aunque sea ilegal, ahora mismo en España se nos permite entrenar. Los tres jóvenes más potentes que llegan al mundial son dos gallegos y un vasco. Ya no somos solo los catalanes los que despuntamos, como hasta hace cuatro días. Para mantener la hegemonía se debe trabajar en reservar áreas específicas para entrenar en moto.

P. ¿Qué pasará cuando deje de ganar?

R. Será un antes y un después. Cuando deje de ganar, si es por una lesión y porque ya no puedo más, seguramente lo dejaré. Pero si simplemente he perdido el título porque he cometido errores me daré la oportunidad de volver a ganar. Competir sin defender el número uno es algo que me falta en mi carrera deportiva. Intentar recuperar un título debe ser muy chulo para un deportista.