Luis Enrique, sobre el gol de Oyarzabal: “No ha sido un fallo suyo, es un acierto nuestro”
El seleccionador elogia el sacrificio en la presión, que provocó el error de Suiza en el único tanto del partido de este sábado en el Alfredo Di Stéfano
Un saque de banda mal señalado a favor de Suiza en la recta final del partido hizo estallar a Luis Enrique. Sus gritos le valieron una reprimenda del cuarto árbitro, que pareció sorprendido por la vehemencia con la que el seleccionador español reclamó el balón para los suyos. Para entonces, las mejillas del técnico asturiano ya habían sido tomadas por ese color rojizo que las cubre cuando le sube la adrenalina. Con un solo gol a favor y Suiza apretando, la victoria no estaba asegurada. El viento que soplaba en Valdebebas fue argumentado por el preparador español para explicar que el juego con balón no alcanzara un alto grado de brillantez. “Es lo peor que hay para jugar. En este campo tan abierto podía pasar”, relató. “Sabíamos que iba a ser difícil por su idea de presionar, hemos intentado hacer lo de siempre. No hemos cerrado el partido y al final cuesta, claro que cuesta. No vi peligrar la victoria”, aclaró antes de ponderar la actuación general de sus futbolistas. “No hay nada que no me haya gustado de la selección. Para presionar ante cinco, dos pivotes y el portero es difícil. La mayoría del partido lo hemos hecho muy bien”.
La presión es la bandera de esta selección y a ella achacó Luis Enrique el gol de Oyarzabal, más que al resbalón de Xhaka que lo propició. “El gol no es un fallo de ellos, es un gran acierto nuestro. Es difícil quitarles el balón pero el premio era nuestro. Es un gran acierto del equipo que tiene su recompensa con el gol. Me ha gustado por el sacrificio que supone para los puntas en ese tipo de jugadas. Para mí me parece muy bonito, por la presión y la capacidad para jugar. Ellos han tenido una que ha sacado David y nosotros hemos podido cerrar el partido con la de Ferran en la primera parte y más en la segunda”, defendió Luis Enrique.
En el tramo final del encuentro, la entrada de Rodrigo Hernández para reforzar el centro del campo delataba la intención de asegurar el resultado con más control del balón. “Estoy muy orgulloso porque en otro momento nos habríamos ido atrás y hemos sacado el equipo adelante para que no tuvieran ocasiones y pudiéramos jugar en campo contrario”, explicó.
“Sabíamos que su presión alta era importante. Había que correr riesgos y presionar en campo contrario, como ha pasado en el gol. El final de partido se puede parecer a cualquiera de una fase final”, concluyó el técnico asturiano para resumir esos instantes finales en los que Suiza se acercó con más asiduidad a la portería de De Gea, que fue batido, pero el tanto fue anulado por una posible falta. Ferran Torres jugó en la banda derecha casi todo el primer tiempo, salvo unos minutos que ocupó el centro del ataque. Un remate de cabeza bien conectado pudo suponer el segundo tanto, pero Sommer lo evitó con una buena mano.
En el segundo tiempo, con la salida de Ansu Fati y la entrada de Adama Traoré, pasó a la izquierda. “Los tres de arriba podíamos jugar en las tres posiciones de ataque y para el rival es más difícil saber por dónde vas a jugar. A Suiza le gustaba arriesgar y en la presión hemos metido el gol”, dijo el extremo del City. “Suiza se ha organizado muy bien, con presión y con defensa de cinco y es difícil romper una línea tan estructurada. Hemos estado cerca de la portería, pero nos ha faltado poco para finalizar, eso tenemos que seguir trabajándolo, yo personalmente”, advirtió Adama.
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