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El extravío de Umtiti

El central del Barcelona, que había perdido protagonismo con Valverde, ahora también se ve relegado con Setién

Umtiti, durante un entrenamiento del Barcelona.
Umtiti, durante un entrenamiento del Barcelona.Miguel Ruiz (EFE)
Juan I. Irigoyen

Quique Setién destacó la vuelta de Luis Suárez -jugó 33 minutos-, felicitó a Braithwaite por su estreno goleador con la camiseta del Barcelona y recalcó el juego de sus muchachos con el balón. “Hemos tenido pausa. Como era el primer partido, se podía acusar falta de ritmo”, aseguró el técnico azulgrana tras la victoria ante el Mallorca. No dijo nada, sin embargo, de que el Barça conservó la portería a cero fuera del Camp Nou por primera vez en 10 jornadas. Desde el 1 de diciembre, en la victoria en el Wanda Metropolitano (0-1), Ter Stegen no finalizaba un duelo imbatido a domicilio. Un asunto que preocupaba al alemán, que sufre el peor promedio de goles encajados (1,05 por partido) desde que defiende el larguero del Barcelona.

Ter Stegen recibió 13 disparos, atrapó tres balones y sus centrales, Piqué y Araújo, despejaron cuatro pelotas cada uno. “Le hemos transmitido tranquilidad porque tenía que jugar diferente a como lo hace en el Barça B. Tiene la virtud de que va muy bien de cabeza y lo ha hecho muy bien. Ha estado soberbio y puede estar orgulloso”, elogió Setién al central uruguayo, de 21 años. Con Lenglet sancionado, Setién confiaba tanto en el zaguero del filial que hasta lo ubicó en la izquierda. “Es diestro y no es fácil lo que hizo. Ha estado solvente en todo”, concluyó el preparador azulgrana. El zurdo Umtiti, en cambio, se quedó con las ganas. Calentó un rato en el segundo tiempo, pero se volvió a sentar.

“Umtiti ha sido el único jugador que ha estado un tiempo sin entrenar porque sufrió un problema muscular. Y ha tratado de estar en condiciones. Es lógico que le falte ritmo. Más que a los compañeros”, había anticipado Setién en la previa del viaje a Mallorca. Umtiti no tuvo la misma suerte que Luis Suárez y Messi. El uruguayo participó en más de media hora después de operarse de la rodilla en enero y el capitán azulgrana jugó todo el partido tras sufrir una pequeña contractura la semana pasada. Después de que Ernesto Valverde apostara por Lenglet como compañero de zaga de Piqué; Setién, de entrada, buscó recuperar a Umtiti, extraviado desde el Mundial de Rusia.

Los problemas en la rodilla

“Quique considera que Samuel es más contundente y tiene mejor salida de balón. Además, es una manera de tener a Samuel y a Lenglet enchufados”, advertían, entonces, en la Ciudad Deportiva del Barça. Con Setién en el banquillo, Lenglet y Umtiti disputaron ocho partidos cada uno. Sin embargo, en los duelos importantes, el técnico cántabro se había decantado por Umtiti (presente en las derrotas ante el Valencia y el Madrid). Justamente en la caída en Mestalla, el excentral del Lyon quedó señalado. “Ya no está como antes del Mundial. Todo le cuesta más”, explican desde el vestuario.

En Rusia 2018, Umtiti forzó para jugar seis de los siete partidos de Francia (solo se perdió el tercero de la fase de grupos, cuando el equipo ya estaba clasificado para los octavos). Desde entonces la rodilla izquierda no le funciona igual. Según los servicios médicos del Barcelona, ellos le habían aconsejado pasar por el quirófano, pero el francés optó por seguir un tratamiento conservador en el Hospital Aspetar de Qatar, el que recomienda la Federación Francesa a sus jugadores. “El club nunca le dijo que se tenía que operar sí o sí. Se habló de que las dos opciones eran válidas y Samuel eligió no operarse”, aseguran desde el entorno Umtiti.

Hay quien piensa en el Barcelona que es difícil que Umtiti supere una revisión médica. “Tiene que hacer un tratamiento especial para fortalecer la rodilla, pero está perfecto”, sostienen los allegados del francés. El dilema de Umtiti es un problema añadido para la secretaría técnica del Barça. Necesitan vender para amortiguar el impacto económico de la crisis del coronavirus y el campeón del mundo con Francia era uno de los candidatos a salir. El Barça necesita vender, al menos, por lo que tenía presupuestado: 124 millones (ya han recaudado 54,2). Pero Umtiti no se quiere mover de Barcelona. No es el único. En su misma situación están Arthur, Semedo, Arturo Vidal y Rakitic. El problema para el francés es que su protagonismo se ha ido minando. Ahora también con Setién.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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