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Amenaza de fractura en la Premier

Los seis clubes del fondo de la tabla se rebelan contra la propuesta de finalizar el campeonato jugando a puerta cerrada en campos neutrales, tal y como pide la policía

Interior vacío del estadio de Old Trafford, en Mánchester.
Interior vacío del estadio de Old Trafford, en Mánchester.Ashley Donelon (EL PAÍS)
Diego Torres

Suenan tambores de revuelta en la Premier League según pasan las horas que conducen hacia la asamblea convocada para el próximo lunes vía Skype. A la espera de que el primer ministro británico, Boris Johnson, se pronuncie este domingo sobre las medidas de desescalada tras dos meses de pandemia de Covid-19, la liga de fútbol que más recauda del mundo no hace más que filtrar divergencias según busca el modo de concluir la competición y evitar la impensable penuria económica.

Los 20 clubes convocados abordarán un orden del día que incluye el visto bueno al protocolo para volver a los entrenamientos, en principio, el 18 de mayo; una solución conjunta al problema de los vencimientos contractuales de 66 jugadores que se quedarían libres el 1 de julio, en pleno desenlace de la competición, suponiendo que se reanude; y la aprobación de disputar en campos neutrales los 92 partidos pendientes. Este último punto ha dividido a la Premier en un debate existencial. Una brecha que amenaza con dar por cerrado el campeonato, circunstancia que desembocaría en pérdidas de hasta 762 millones de libras esterlinas en derechos de televisación —unos 860 millones de euros—.

Alertados por la policía sobre el riesgo de que los partidos a puerta cerrada arrastren multitudes de aficionados a las proximidades de los estadios, los funcionarios de la Premier presentaron un proyecto que considera nueve estadios para acoger encuentros en campo neutral. Son Wembley, Old Trafford, Villa Park, Emirates, St. Mary’s, Etihad, King Power, Olímpico de Londres, y The Amex, el campo del Brighton&Hove.

Inglaterra, con más de 200.000 infectados y 31.000 fallecidos registrados, es uno de los países más castigados por la pandemia. Mark Roberts, miembro del Consejo Nacional de Jefes de Policía, el organismo que se ocupa de la seguridad del fútbol, indicó que los cuerpos de seguridad carecen de recursos para hacer grandes despliegues durante los partidos. Abocados como están a vigilar que la población respete las medidas de distanciamiento social, no dispondrán de personal para ir a dispersar muchedumbres de hinchas. “No es realista no prevenir grandes concentraciones de aficionados celebrando los éxitos logrados en el campo por sus equipos”, dijo a Roberts a The Athletic.

A la policía inglesa, según los medios británicos, le preocupa ver reproducidas en su jurisdicción las aglomeraciones de aficionados registradas en dos partidos celebrados a puerta cerrada antes de la interrupción de todas las competiciones el 9 de marzo. El PSG-Dortmund, y el Valencia-Atalanta, ambos de Champions. Hasta el alcalde de Liverpool, Joe Anderson, se mostró inquieto ante la idea de una concentración de hinchas del Liverpool saturando el centro de su ciudad en plena pandemia. “La policía hace bien en preocuparse por eso”, dijo.

La medida exige aprobación por votación favorable de 14 de los 20 clubes implicados. De momento, cuenta con el apoyo de los seis más potentes: Liverpool, Manchester, Manchester City, Arsenal, Chelsea y Tottenham. Del mismo modo, ha provocado un frente común de opositores que cada día parecen más belicosos: Norwich, Villa, Bournemouth, Watford, West Ham y Brighton, los seis últimos clasificados, temerosos de jugarse la permanencia en campos inhóspitos y capaces de suscitar simpatías de otros clubes.

“Una pérdida de 200 millones”

Penúltimo clasificado de la Premier, el Aston Villa ganó en su campo 17 de los 25 puntos que sumó esta temporada. Aferrado a esta superstición, su director ejecutivo, Christian Purslow, dijo en Talk Sport que no apoyará la iniciativa de celebrar en campos neutrales los partidos que le restan al torneo. Aunque sus aficionados tampoco puedan acudir a Villa Park a presenciar los seis partidos —de diez— que le restan al equipo. “Cuando le dicen a un club que apruebe un cambio en las reglas que hará más probable su descenso, no piensa en el dinero de la TV”, dijo. “Piensa: '¡Por Dios, voy a apoyar algo que conllevará mi descenso y una pérdida de 200 millones de libras!”.

Según Sky, una de las cadenas que financian la competición, la Premier ha advertido a los cubes díscolos que piensen “a largo plazo”. La patronal ha señalado que si finalmente los clubes votan en contra de jugar en campos neutrales y el torneo acaba por concluirse anticipadamente, las pérdidas serán muy superiores a las que implique un descenso de categoría.

“La integridad de la competición se perdió hace mucho tiempo; la propuesta de jugar en campos neutrales solo lo confirma”, dijo a The Athletic el presidente de un club decepcionado ante lo que considera la adulteración de la liga por pérdida de equidad. La votación, que se presume, se aplazará al viernes, puede representar el momento más crítico en la historia de una competición que se convirtió en uno de los negocios más existosos de la historia del deporte. Si los seis clubes resistentes suman un voto más contra la conclusión del torneo en estadios neutrales, la reanudación de la Premier será más quimérica todavía.







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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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