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Duchas individuales, botellas de agua personalizadas y sin fotos

El protocolo de la Bundesliga para jugar a puerta cerrada, que inspira a ligas como la española, fija estrictas medidas sanitarias antes, durante y después de los partidos

Lewandowski, en un entrenamiento con el Bayern Múnich el pasado viernes.
Lewandowski, en un entrenamiento con el Bayern Múnich el pasado viernes.ANDREAS GEBERT (Reuters)

La canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de los 16 Estados federados del país sostendrán el próximo jueves una conferencia telemática que puede alegrar la vida a millones de aficionados al fútbol. Ese día, Merkel y los representantes gubernamentales fijarán, entre otras medidas, la reanudación a puerta cerrada de la Bundesliga. Los Gobiernos regionales piden la apertura para el 9 de mayo. Sería la primera de las grandes ligas de Europa en intentar concluir su campeonato. Con los clubes entrenándose desde hace días, ya se han concretado las normas para la vuelta del fútbol.

El protocolo para los partidos a puerta cerrada elaborado por un grupo de expertos contratados por la Federación Alemana de Futbol (DFL) establece que se juegue bajo condiciones que parecen sacadas de un manual destinado a combatir una guerra química. El documento, de 41 páginas, está tan repleto de medidas para evitar el contagio de la covid-19 que romperá el molde costumbrista del fútbol desde que los equipos salgan de los hoteles hasta que accedan al estadio, a los vestuarios y al terreno de juego. A este accederán los dos equipos intentando no coincidir en el túnel cuando salgan a calentar y después a jugar. En este punto confluye la batería de normas que más impactarán a ojos de los forzosos telehinchas deseosos de poder volver a ver un partido de fútbol. No habrá niños que acompañen de la mano la salida de los jugadores, que no podrán saludarse de uno en uno en fila india como es habitual. Tampoco las simbólicas y simpáticas mascotas de los clubes animarán los instantes previos. La normativa también hace desaparecer rituales tan arraigados como la fotografía de los onces titulares de ambos equipos y los suplentes deberán dejar un espacio libre en el banquillo entre ellos. Allí, los utileros tendrán las botellas de agua preparadas con etiquetas personalizadas.

En la intimidad del vestuario, donde se insta a que el tiempo de permanencia sea el mínimo posible, los jugadores de la Bundesliga también apreciarán variaciones notables en sus usos y costumbres. Los titulares se cambiarán en un lado y los suplentes en otro. Si el espacio no es suficiente se habilitarán zonas libres adyacentes. Se recomiendan las duchas individuales (para evitar el vapor como posible conductor de virus a otras personas) y se considera la posibilidad de ducharse en casa o en el hotel. También se prohibirá el uso del wellness, por lo que no se podrán utilizar piscinas, jacuzzis y bañeras de hidromasaje. El uso de los aparatos del gimnasio sólo se hará con guantes desechables y mascarilla facial, deberán desinfectarse antes y después y habrá una separación espacial suficiente entre las camillas para los tratamientos terapéuticos. Para ellos, se recomienda, si es posible, que se utilicen habitaciones separadas. El departamento médico trabajará con protección bucal, desinfección de manos y guantes desechables.

En cuanto a las necesidades de nutrición propias de antes y después de los partidos, los alimentos a disposición de los jugadores que se dispensan en el vestuario deben ser preparados por el cocinero del equipo en el hotel y trasladados al estadio empaquetados. Está prohibido hacer uso de servicios externos de catering.

El protocolo teutón también describe que los equipos deberán llegar al estadio divididos en tres autobuses cada uno y en ese trayecto los jugadores deberán llevar mascarillas. Se diseñarán circuitos de acceso higienizados a las tres zonas en las que se ha dividido el estadio: exterior, terreno de juego (incluye vestuarios) y tribunas. La ocupación total en el interior del estadio no debe ser mayor de 213 personas.

Comida y bebida

El protocolo alemán servirá de gran referencia de muchas Ligas. Recientemente, el presidente de la española, Javier Tebas, aludió a las “estrictas” medidas alemanas en un encuentro telemático en Twitter. EL PAÍS ha tenido acceso a un documento de la patronal española sobre las actuaciones que se están realizando en todas las ligas europeas y sobre el protocolo alemán, que recoge como “los puntos más importantes” las medidas citadas y otras como las “reglas en hoteles”, en las que el personal debe usar protectores bucales y no limpiar las habitaciones mientras el equipo esté alojado. También obliga a que la comida y la bebida deban ser proporcionadas antes de que los jugadores lleguen de entrenarse o de jugar. “Está habiendo mucho intercambio de información entre las ligas. Si nuestro protocolo de regreso a los entrenamientos ha inspirado a los italianos o a los ingleses, seguro que LaLiga también incluirá puntos de la puerta cerrada de la Bundesliga”, asegura un dirigente de un club español.

Desde que se supo que la Bundesliga retornaría, previsiblemente, en mayo, en LaLiga cruzan los dedos para que el arranque alemán sea eficaz y tire del carro del resto de campeonatos.

La FIFA propone aumentar a cinco el número de cambios

La FIFA ha enviado a la International Board (IFAB), el organismo encargado de elaborar y modificar las reglas del fútbol, una propuesta para ampliar de tres a cinco las sustituciones en los partidos cuando vuelva la competición detenida ahora por la pandemia.

Según informaron a Efe fuentes del máximo organismo futbolístico mundial, han enviado a la IFAB “una propuesta para flexibilizar temporalmente la regla 3 a fin de permitir un mayor número de sustituciones a discreción del organizador de la competición en cuestión”. En las competiciones en las que se permiten menos cambios (tres en los partidos de categorías absolutas) “se podría dar a cada equipo la posibilidad de utilizar hasta cinco sustituciones durante el partido, con la opción de que quede una sustitución adicional durante la prórroga, cuando sea pertinente”.

Esta propuesta obedece, según dichas fuentes, a que el principio fundamental para la FIFA es “la salud”. Entienden que cuando las competiciones vuelvan “es probable que estas se enfrenten a un calendario de partidos congestionado, con una frecuencia de partidos jugados en semanas consecutivas superior a la normal”. Y añaden: “Una preocupación a este respecto es que la frecuencia de los partidos, superior a la normal, puede aumentar el riesgo de posibles lesiones debido a la consiguiente sobrecarga de los jugadores”.

La FIFA también ha querido destacar su preocupación por la salud general: “Ningún partido o competición merece arriesgar una sola vida humana, por lo que el fútbol solo debería reanudarse cuando las autoridades sanitarias y los Gobiernos digan que es absolutamente seguro”.



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