_
_
_
_
_

“Nadal es un apasionado de la evolución”

El balear, citado con Berrettini por una plaza en la final de Nueva York, luce el mejor porcentaje de victorias (91%) en pista rápida este año. Lo analizan Wilander, Becker, Roig, Feliciano y Carreño

Alejandro Ciriza
Nadal, durante el partido contra Schwartzman en Nueva York.
Nadal, durante el partido contra Schwartzman en Nueva York.JOHANNES EISELE (AFP)

Son la una y media de la madrugada y Rafael Nadal ha pasado una noche de perros, aunque dice encontrarse mejor de los calambres que ha sufrido su cuerpo. Ha resuelto (6-4, 7-5 y 6-2, en 2h 47m) el peliagudo cruce con Diego Schwartzman, el meteorito inteligente que siempre le enreda de un modo u otro, y pese a haber terminado deshidratado y con los tendones y la musculatura agarrotados está de muy buen humor. “Creo que a estas horas debería irme a la cama, ¿no?”, bromea ante los periodistas. Ahora (no antes de la 1.00, Eurosport) le aguarda un pulso con el italiano Matteo Berrettini, al que nunca se ha enfrentado y que, cuenta el romano de 23 años, todavía recuerda ese día en el que la final del Masters de Roma (2005) le impidió ver sus dibujos animados preferidos un domingo: “Jugaban Rafa y [Guillermo] Coria… ¡Y estuvieron más de cinco horas!”.

Más información
Nadal el sufridor
COLUMNA | 'Respeto para Djokovic', por TONI NADAL

Poco tiene que ver aquel Nadal vigoroso con el que hoy día, como treintañero (33) que está a punto de casarse, se desenvuelve con un estilo más reposado y aplica su instinto camaleónico para adaptarse a todas las superficies. Es el rey de la tierra, sí, pero su idílica asociación con la arcilla difumina de alguna manera su reseñable progresión sobre la hierba y su consolidación como uno de los mejores tenistas sobre rápida. Sin ir más lejos, esta temporada es el jugador que mejores registros luce en el cemento.

De 22 partidos, Nadal ha ganado 20 (un 90,9%) y únicamente cedió contra Novak Djokovic (Melbourne) y Nick Kyrgios (Acapulco) a comienzos de año. Está por encima así del serbio (79,1%) y Roger Federer (85,1%), y de los otros dos tenistas que más han brillado sobre dura: Gael Monfils (85,7%) y Daniil Medvedev. Este último, citado hoy (22.00) con el búlgaro Grigo Dimitrov, es el que más triunfos ha conseguido (35), pero su porcentaje (81,3%) es inferior al del mallorquín. “Soy feliz jugando en dura”, introduce este, “aunque tengo que hacerlo menos que antes y este año me he perdido Miami y Cincinnati, porque ya no tengo 25 años…”.

Castigado históricamente por el peaje físico de una superficie que le ha originado múltiples lesiones, Nadal se dosifica como nunca y compite como siempre, aunque con un registro renovado. “Ahora es más agresivo. Tiene mucha más confianza, sube más a la red y gana más pista con el revés. Resuelve mucho más con puntos cortos”, valora el técnico Francis Roig. “Rafa Ha hecho cambios significativos”, se suma el sueco Mats Wilander; “le pega con algo menos de efecto a la bola y sirve más directo. Quizá emplea un poco menos la derecha y ha ganado protagonismo su revés. Ha cambiado más que Federer, aunque este también ha evolucionado mucho, y Djokovic siempre ha dominado con el revés. Rafa es uno de esos que siempre quiere más, y más y más. Nunca tiene suficiente. Trabaja constantemente para mejorar. Es un apasionado de la evolución”.

Adaptarse a los jóvenes y el nuevo estilo

Subraya la transformación y el espíritu el alemán Boris Becker, en su día un avezado pistolero que ganó tres majors en pistas sólidas. “Es increíble cómo Rafa ha ido cambiando desde que entró en escena. Ha mejorado en rápida, pero también mucho sobre hierba y esta es una de las claves por las que sigue ahí arriba, teniendo éxito”, detalla; “hace un par de años encontró la vía para ser mejor en cemento y adaptarse al juego de la nueva generación de jugadores. Tiene un tipo de personalidad que le conduce a querer ser mejor cada día”.

E interviene Feliciano López. “Él es capaz de jugar en todas partes. Ha evolucionado constantemente porque tú ves partidos de Rafa de hace 10 años y los de ahora, y es un jugador completamente distinto”, analiza el toledano; “eso es lo que creo que le hace tan grande. Aun habiendo ganado lo que ha ganado, él tiene una capacidad de evolucionar y mejorar que la gran mayoría no tiene. No es lógico ni normal. En pista rápida no tiene nada que ver con el Rafa de hace unos años: ha mejorado el saque, el revés y una serie de detalles que hace años no se le veían”.

Es el Nadal modernizado que hoy está a solo dos pasos de su cuarto trofeo en Nueva York, donde le llueven los elogios. Cierra el asturiano Pablo Carreño, buen amigo del balear: “Es un inconformista y lo demuestra en cada torneo. Si tiene que mejorar en algo se vuelca al cien por cien con ello. Es un ejemplo para todo el mundo. Rafa seguirá sorprendiendo y cuando penséis que está muerto volverá a revivir, y así seguirá siempre”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_