Ni una lesión por pisotones en el tendón de Aquiles
De los 615 futbolistas de baja en España, Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Bélgica, Holanda y Argentina, ninguno cayó por este lance
A simple vista, el fútbol es una forma saludable de ocio, pero en su vertiente profesional es, también, un gran hospital. Entre las grandes ligas europeas —España (Primera y Segunda), Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Bélgica y Holanda—, y Argentina, hay, con datos de esta semana, 615 futbolistas lesionados, muchos de larga duración.
En España, el estreno liguero ha estado marcado por la aplicación más estricta de una norma que convierte los pisotones por detrás en el tendón de Aquiles en expulsión. Modric y Molina han sido los primeros en sorprenderse por el color de las cartulinas que vieron. Parecieron acciones fortuitas, pero revisadas por el VAR pasaron a tener la consideración de faltas graves, al realizarse por detrás “sobre zonas de alto riesgo de lesión, ya que ponen claramente en peligro la integridad física del jugador que las recibe”.
Los dos jugadores que recibieron las entradas, Denis Suárez y Thomas, siguieron en el campo, y se encuentran sanos. ¿Tuvieron suerte? Es posible, pero aunque ese pisotón se produce con cierta frecuencia su incidencia en los partes de lesiones graves es prácticamente nula.
Entre todos los 615 futbolistas lesionados, no existe ningún caso de lesión en el tendón de Aquiles causado por pisotones, intencionados o no. Hay 13 futbolistas parados por la rotura de este tendón, de los que 12 la sufrieron de manera fortuita. Experimentaron lo que vulgarmente se denomina “pedrada”, porque quienes la padecen, sienten como si les hubieran golpeado con una piedra en la parte posterior del pie, aunque sin haber recibido ningún impacto. El exmadridista Gago, retirado hace unos meses en Boca Juniors, precisamente por la lesión, fue uno de los últimos que lo sufrió. Se rompió en la final de la Copa Libertadores que se jugó en el Bernabéu.
En la Primera española no hay ningún caso en estos momentos, aunque tres jugadores de Segunda lo padecieron la temporada pasada: Christian Santos (Deportivo), Serge Leuko (Lugo) y Rafa López (Rayo Majadahonda). En la Premier lo sufrieron Jonathan Walters (Burnley) y Hudson-Odoi (Chelsea). En Italia Ragnar Klavan (Cagliari); en Francia, Gabriel Silva (Saint Etienne); en Bélgica, Orlando Sa (Standard) y Vukovic (Genk); en Portugal, André (Vitoria Guimaraes), y en Alemania, Russ (Eintracht Frankfurt). Otro jugador de la Bundesliga, Jeffrey Bruma (Wolfsburg), se retiró de un entrenamiento la semana pasada con una contusión en el tendón de Aquiles, aunque sin rotura.
“No conocía esos datos”, asegura Eduardo Iturralde González, exárbitro y comentarista de la Cadena SER. “Ya he dicho varias veces que la regla no se ha cambiado, sino que se aplica de forma más estricta, pero lo que se está consiguiendo es que los árbitros sean como robots y cada vez tengan menos poder de decisión. Igual a estas decisiones del Comité hay que darles una vuelta y preguntar también a los protagonistas, porque el reglamento no es sólo de los árbitros sino de quienes juegan al fútbol”.
Una dolencia importante
Pedro Guillén, uno de los mayores especialistas en traumatología y medicina del deporte, que ha realizado más de 400 operaciones a deportistas en la clínica Cemtro, asegura que “cualquier lesión del tendón de Aquiles es grave, aunque la mayoría son autolesiones. Es cierto que todos los futbolistas se recuperan, pero la convalecencia es larga. Yo creo que se ha adoptado esa norma para proteger el juego. La FIFA nos consultó y nosotros dimos la opinión de que era una dolencia importante”. Según Guillén, otra cosa es la forma de aplicar las sanciones.
Para el médico de un equipo de Primera División que prefiere no dar su nombre, “el criterio que han utilizado para sancionar con tarjeta roja estas entradas debe estar ligado más a que sea una acción por detrás que por la peligrosidad sobre el tendón de Aquiles”. Según el especialista, “en quince años en este trabajo no he visto ni una sola lesión por contusión en esa zona. Todas las que he visto ahí son por desgaste o lesiones semicrónicas, nunca por contacto”.
De hecho, “no aparecen en las estadísticas de lesiones. Su incidencia ronda el 2%. El hat trick de las lesiones de jugadores son las musculares, las articulares y las producidas por colisión, en rodilla, cadera, o los típicos bocadillos”.
Su afirmación coincide con los datos actuales. La incidencia de dolencias del tendón de Aquiles sobre el total de jugadores lesionados en estos momentos es del 2%. Según el último estudio sobre lesiones publicado por la UEFA en 2017, tras analizar los datos de 22 clubes de élite, las lesiones en esa parte del cuerpo eran un 4,6% del total durante los partidos y un 9,8% en los entrenamientos. Ese estudio hacía incidencia en las partes del cuerpo más proclives a la lesión, y los desmenuzaba por cómo se habían producido, si en solitario o por el choque con un rival. El tendón de Aquiles no mereció, hace dos temporadas, tanto detalle.
En este momento, en LaLiga hay 19 jugadores lesionados en el muslo, 13 con rotura de ligamentos cruzados, 5 con lesión en la pantorrilla, 4 de rodilla, 5 de pubis, 2 de mano o brazo, 4 de tobillo, uno de hombro, 4 de espalda, uno con una lesión ocular y 6 con lesiones musculares sin especificar, un total de 64 futbolistas en periodo de recuperación, —63 en Segunda—. En la Premier hay 73 lesionados, 55 en la Serie A italiana, 117 en la Bundesliga, 55 en la liga argentina, 46 en la belga, 43 en la neerlandesa y 48 en la portuguesa.
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