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A Griezmann le cuesta pedir ‘perdón’

El punta, que se remitió al césped para arreglar los enredos con la afición y los compañeros, no ha participado en ningún gol del Barça

Jordi Quixano
Griezmann, aplaude a la afición durante el Gamper.
Griezmann, aplaude a la afición durante el Gamper.JOSEP LAGO (AFP)

El primer remate le llegó de sopetón porque Luis Suárez golpeó mal al balón y le cayó encima, pero se las ingenió para darle a la remanguillé aunque no para batir al portero del Nápoles, que acabó cayendo la pasada madrugada (2-1) ante la puntería de Busquets y Rakitic con disparos de media distancia. Tampoco lo consiguió en la segunda ocasión, cuando un pase de Riqui Puig le dejó en el vértice del área grande y su latigazo pasó a escasos centímetros del poste. Una suerte, la del gol, que se le resiste a Antoine Griezmann (Mâcon, Francia; 28 años) más de lo esperado porque suma cuatro envites sin ver la portería, cuando su peor registro en el curso pasado con el Atlético fue de cinco, entre la jornada 25 y 29 de LaLiga. Por lo que, según sus palabras, le cuesta pedir perdón.

Cuando descartó al Barcelona en el curso anterior para seguir siendo el Rey en el Atlético, lo hizo a través de La Decisión, un documental que realizó la productora de Piqué, Kosmos. Método y resolución que enrabietó a parte del vestuario azulgrana como a Messi, que no le dedica mimo alguno hasta que se lo gane como se pudo ver en el banquillo del Camp Nou en el Gamper, cuando compartieron fila pero nada más. Una reacción a la que el francés quiso echarle aceite antes de encontrársela, pues cuestionado en su presentación en sociedad como azulgrana replicó entre la ironía y el humor: “Puede ser que estén molestos [Leo y Suárez]. Ya veré cuando esté con ellos. Pero creo que con asistencias podemos arreglarlo todo”. Y se reafirmó: “No hice nada malo, solo mostré lo que no se ve de la vida de un futbolista. Si tengo que pedir perdón a algunos, será en el campo”. Pero por ahora no cumple con su parte del trato.

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Griezmann ha participado en todos los encuentros de pretemporada del Barcelona, de delantero centro en los tres primeros duelos y de extremo en el último, ya en la misma línea que Suárez, con quién sí parece tener más conexión alrededor del mate, olvidadas las rencillas del pasado. “Por más que diga que es medio uruguayo, es francés y no sabe lo que es el sentimiento uruguayo. Él no sabe la entrega que tenemos para triunfar en el fútbol con los pocos que somos. Tendrá sus costumbres y su forma de hablar uruguayo, pero nosotros sentimos de otra manera”, señaló durante el curso pasado. Ahora, sin embargo, su discurso es bien distinto. “Es el segundo partido que jugamos juntos y es el comienzo de una gran cantidad de minutos que tendremos en el año”, reflexionó Suárez tras el duelo del Hard Rock Stadium. Lo mismo opinó Piqué: “Es un grandísimo jugador y esperemos que se adapte bien y nos pueda ayudar. En el Gamper el recibimiento fue positivo. Da igual el pasado. Da igual lo que hayas hecho si metes goles”. Pero Griezmann no los mete. Ni los da. Por ahora.

Un disparo al poste

Hasta el momento, el atacante galo ha disputado 214 minutos con la camiseta del Barça en los que solo ha completado un disparo a portería. Lo ha probado en otras seis ocasiones, pero en ninguna vio puerta, acaso el poste en el primer enfrentamiento ante el Chelsea. “Ya marcará”, resuelven desde la ciudad deportiva azulgrana; “y dará competencia, porque no es una promesa sino un jugador consagrado”. Eso mismo cree Luis Suárez: “Tiene que adaptarse al estilo del Barça, que no es fácil. Cuesta, pero él es muy inteligente”.

Sabe de lo que habla porque a él le costó siete duelos de LaLiga ver puerta por primera vez. Pero no es nada raro en el francés, que también tardó cuatro duelos oficiales para marcar con la Real y 10 con el Atlético. Mañana, de nuevo ante el Nápoles, tiene la reválida para pedir perdón a su manera.

Tres posibles cesiones al Utrecht holandés

El Barça llegó la semana pasada a un convenio de filiación con el Utrecht, equipo de la Eredivisie. Un acuerdo que buscaba desde hace tiempo el club azulgrana, pues entiende que la competición holandesa es la que mejor se adapta a los jóvenes del Barça porque se protege el balón y se compite en el segundo escalón de Europa.

Es por ello que el club le ha sugerido a tres de sus canteranos que se vayan cedidos un año al Utrecht si no quieren estar a caballo entre el primer equipo y el filial, si ven la opción de volver a jugar en Segunda B como un paso atrás en su carrera. Opción que no acaba de ver con buenos ojos el lateral Miranda (no entiende por qué no le dejaron ir a la Juve), aunque sí que podría ser el destino del volante Alex Collado y el mediocentro Oriol Busquets.

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