El Barça se recrea con un pim, pam, pum ante el Zaragoza

El Barça apagó la efervescencia del Tecnyconta Zaragoza y difuminó la más leve esperanza de una pugna apasionante o mínimamente igualada en el primer asalto de la semifinal de la Liga Endesa. El aluvión de triples, 15, la superioridad en el rebote y el estado de gracia de bastantes de los jugadores del equipo de Pesic descosieron a la escuadra de Porfirio Fisac y descafeinaron la pugna desde muy pronto. La paliza fue tremenda, la tercera más amplia del Barcelona en la historia de los playoffs: 42 puntos finalmente.

Habían transcurrido ya varios días desde que el Zaragoza se deshizo del Baskonia y se clasificó para la semifinal de la Liga contra todo pronóstico. Sin embargo, sus jugadores debieron pellizcarse para asumir su manifiesta incapacidad para sumir el cambio del guion: de salir a hombros del pabellón Príncipe Felipe a la asunción del papel de corderos degollados en el Palau Blaugrana.

Las llamadas al orden de Fisac fueron inútiles y para colmo de males, en una acción embarullada con varios jugadores rodando por el parquet y cuando la ventaja del Barcelona alcanzaba los 28 puntos (56-28), Bo McCalebb se resintió de una lesión en los isquiotibiales. El colmo. Por supuesto, al Zaragoza ya no le quedaba otra misión que intentar mantener la compostura, aliviar el castigo y recomponer la estampa para los próximos partidos. No lo consiguió. Al contrario, su caída libre se aceleró. La brecha llegó a ser de 45 puntos (101-56).

Más información

El Madrid zarandea al Valencia

La humildad voraz del Zaragoza

El Barcelona no bajó apenas el pistón a pesar de que Pesic sacó a relucir todo el contingente. Pero la inercia prosiguió. Kuric se reivindicó con 25 puntos y un inapelable cinco de cinco en los triples. Siguió la estela de Claver. El valenciano arrancó muy pronto con dos triples que prolongaron su estado de gracia y se añadían a los ocho que había obtenido ante el Joventut en los cuartos de final.

Hasta ocho jugadores del Barcelona anotaron desde la máxima distancia. En el Palau Blaugrana no hubo noticias del prometedor Carlos Alocén, ni de Justiz y Okoye, que tanto daño le hicieron al Baskonia, ni del fortachón Radovic y los incombustibles Fran Vázquez y Nacho Martín. Y es que no hubo noticias del Zaragoza, incapaz de elevar la intensidad de su juego a lo largo de todo el partido. De él se espera mucho más a partir de este domingo en el segundo partido, es la segunda oportunidad que concede un playoff largo. Pero el Barcelona demostró de nuevo, como ante el Joventut, que atraviesa por un extraordinario momento.