_
_
_
_
_

A jugar con Arthur o a competir con Arturo

El Barça entiende que su tarea está inacabada después de ganar en la Copa y se plantea rematar al Madrid en LaLiga

Ramon Besa
Arthur, en el partido Barça-Madrid de Copa.
Arthur, en el partido Barça-Madrid de Copa.Bagu Blanco (PRESSINPHOTO)

“La tarea está inacabada: hay que rematar LaLiga después de alcanzar la final de Copa y poder pensar en la Champions”. El botín que hay hoy en juego en el Bernabéu estimula al vestuario del Barça. La suerte del campeonato, y el futuro inmediato del Madrid, se puede decidir en una noche, durante el clásico, si se tiene en cuenta que los azulgrana son líderes con siete puntos sobre el Atlético y nueve respecto al Real. A falta de 13 jornadas, una victoria certificaría la condición de favorito del Barcelona. La derrota por contra abriría las opciones de blancos y rojiblancos y complicaría la vida al equipo de Valverde.

Aseguran los barcelonistas que no jugarán confiados a pesar de la victoria del miércoles y del pánico que provocan en un estadio que presume del miedo escénico como el Bernabéu. Ya son cuatro triunfos azulgrana seguidos en los últimos cinco partidos jugados en Madrid y por vez primera en años se ha equilibrado el balance del clásico: 95 victorias por equipo y 11 empates, nueve goles a dos en los encuentros de la temporada, que comenzó con el 5-1 del Camp Nou. La estadística, sin embargo, no deslumbra al Barça, consciente de que necesita mejorar la versión del 0-3.

Más información
Valverde: “Ganar sería un golpe de moral importante”
Alerta roja en el Bernabéu
Luis Suárez, el renacido del clásico

No jugó bien el Barcelona, ni siquiera a ojos de su entrenador, que advirtió “demasiado ralentí” y pide “una marcha más”, y se echó de menos al mejor Messi visto el sábado pasado en Nervión. El 10 estuvo poco participativo, alejado de las habituales jornadas de gloria, seguramente porque el fútbol del equipo tampoco le acompañó en Chamartín. A excepción de Lyon, el equipo de Valverde acostumbra a ser tan efectivo como camaleónico, capaz de distintos partidos en uno, muy versátil tácticamente: el 4-3-3 dejó de ser innegociable para convertirse a veces en un 4-4-2 (miércoles) o incluso en un 4-2-3-1 (Sevilla).

La apuesta depende del rival, del calendario y de unas rotaciones que ahora no vienen al caso porque la próxima semana el Barcelona disfrutará de una semana sin más partido que la Supercopa catalana que el miércoles le enfrentará al Girona. El técnico podrá disponer por tanto del mejor once ante el segundo acto consecutivo ante el Madrid. Habrá que ver si apuesta por Semedo o Sergi Roberto en el lateral derecho, no se sabe si Umtiti entrará por Lenglet y existe un especial interés por conocer el tercer centrocampista que acompañará este sábado a la pareja Rakitic-Busquets.

Ningún jugador ha tenido más incidencia en el juego colectivo que Arthur, titular en los mejores partidos, especialmente en San Siro y contra el Tottenham en Wembley. El brasileño recuerda el estilo azulgrana a partir de su seguridad en el pase y la buena conservación del balón, aspectos discutidos hoy en el Barça. Alcanza con recordar que la media de balones perdidos por un jugador tan fiable como Busquets es la más alta de las últimas seis temporadas: 8,38 por partido, cifra que contrasta con el 6,06 de los años en que le acompañaban Xavi e Iniesta.

Busquets y Rakitic, reconvertidos a menudo en un doble pivote, agradecen la compañía de Arthur, un volante que ayuda a juntar al equipo, limpia las jugadas en su origen y contribuye a mejorar la velocidad de balón para suerte de Messi. El brasileño empuja al argentino al área para que acercar al Barça a la victoria: 15 goles en 20 partidos suma el 10 en Chamartín. La delicadeza de Arthur, decisivo en la elaboración, contrasta con la energía de Arturo Vidal, efectivo en la presión y las segundas jugadas, difícil de calmar cuando no juega y ya fue suplente en la Copa.

A Vidal le beneficia que Arthur no está en plenitud física y tiene al club preocupado desde que se le vio en la última fiesta de Neymar. No se sabe por tanto qué pieza tocará Valverde en la medular después de constatar que su equipo perdió el miércoles tantas veces la pelota como el Madrid (110) y falló diez pases más: 76 frente a 66. Al técnico le interesa equilibrar al equipo después que el desequilibrio haya quedado a pies de Dembélé, el tercer delantero después de Messi y Luis Suárez, el goleador en la Copa: 11 tantos en 13 partidos contra el Madrid.

Fuerte en las áreas por Luis Suárez y Ter Stegen, el entrenador debe elegir entre jugar con Arthur o competir con Arturo salvo que se encomiende a Coutinho, Aleñá o mantenga a Sergi Roberto, jugador que ha protagonizado sus mejores partidos como volante en el Bernabéu. La elección puede ser decisiva para el “golpe moral” que busca Valverde en LaLiga. Aunque la diferencia de puntos les permite especular más que en el partido de Copa, los azulgrana entienden que volver a ganar el clásico sería rematar al Madrid y casi LaLiga.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_