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El fiscal aumenta a 18 años y medio la petición de cárcel para Millán

El entrenador de atletismo acusado de abusos sexuales niega todos los hechos en la última sesión del juicio

Carlos Arribas
Millán responde al juez ante sus abogados y el de la federación en la primera sesión del juicio.
Millán responde al juez ante sus abogados y el de la federación en la primera sesión del juicio.Rafa Avero (EL PAÍS)

El último día del juicio, como el primero, Miguel Ángel Millán, de 68 años, se declaró inocente negando que hubiera abusado sexualmente de dos atletas menores a los que entrenaba en Tenerife. El último día del juicio celebrado en la Audiencia provincial de Tenerife bajo la presidencia del magistrado Joaquín Astor Landete, el fiscal acusador, sin embargo, aumentó su petición de pena, pasando de los 12 años iniciales (tres por los abusos a E., uno de los jóvenes que le denunciaron, y nueve por sus actos hacia P., el otro joven) a 18 años y seis meses, nueve y tres meses por cada uno de los delitos de abusos continuados que considera, después de seis días de sesiones, que tuvieron la misma gravedad.

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La acusación particular de los dos jóvenes denunciantes, representados por el abogado Pedro Revilla, mantuvo su petición inicial de 21 años, 10 por cada uno de los delitos de abuso sexual continuado, y uno por exhibición de material pornográfico a menores. Así mismo, la acusación particular pedía que se declarara responsables civiles subsidiarios a la federación español de Atletismo y al Club Atletismo Tenerife Caja Canarias, del que formaban parte el técnico y las víctimas, para hacer frente a la indemnización que se decidiera. A esta petición de responsabilidad civil se sumó también el fiscal del caso, Carlos Eguiluz.

Millán se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Tenerife desde hace más de dos años, desde el 7 de enero de 2017. El fiscal, que ha estimado que había riesgo de fuga ya que el acusado posee una casa en marruecos, se ha negado siempre a sus peticiones de libertad.

Tal fue el peso del testimonio de los 13 testigos-víctimas, dos denunciantes y 11 víctimas que no pudieron denunciar porque sus casos habían prescrito.

El juez declaró el caso victo para sentencia. El tribunal emitirá su veredicto en las próximas semanas. “El juicio no era muy complicado y la sala segunda de lo penal, la que enjuició a Millán, suele ser rápida”, indicaron fuentes judiciales.

El aumento de petición fiscal se debe a que después de la a exhibición de pruebas pruebas y los testimonios de testigos, psicólogos y peritos, considera que en ambos casos, en el de E. Y en el de P., se produjo un contacto sexual en el que Millán se prevalió de su ascendiente sobre las víctimas. El consentimiento no se valora en delitos sobre menores a no ser que se produjera una falta de consentimiento explícito, lo que haría que el presunto delito pasara a ser una agresión sexual, más penada que los abusos.

En la sexta y última sesión del juicio, que se ha desarrollado a puerta cerrada, Millán se negó a responder a las preguntas de la acusación particular. Respondió solamente al fiscal y a sus abogados defensores. Negó tanto el testimonio de los dos jóvenes de Tenerife que le acusaron en agosto y diciembre de 2016 de abusos presuntamente cometidos entre 2010 y 2015, como el de otros tres atletas de Tenerife, que confesaron abusos sufridos una década antes, y que habían ya prescrito, como el de ocho atletas de Alhama de Murcia, su primer destino como técnico, entre los que se encontraba el subcampeón olímpico de decatlón Antonio Peñalver, que declararon haber sufrido abusos por parte de Millán en la década de los 80, hace más de 30 años. Dos de ellos declararon por videoconferencia, pero los demás acudieron a Tenerife para dar más fuerza a su testimonio con su presencia física. Su palabra sirvió para que el tribunal comprobara que la forma de operar de Millán no había cambiado en más de tres décadas.

El abogado de la federación española, que puede que deba afrontar una indemnización de 60.000 euros, negó cualquier responsabilidad del organismo en los hechos, pese a que Millán, que fue despedido en diciembre de 1992 como técnico federativo, cuando estalló en Alhama un escándalo que las autoridades silenciaron y no denunciaron, volvió a ejercer como entrenador de atletismo y llegó a ocupar el cargo de seleccionador nacional de pruebas combinadas hasta noviembre de 2016. José María Odriozola, el presidente que le despidió y volvió a admitir, negó por videoconferencia tener en algún momento conocimiento de los hechos que se le reprochaban a Millán.

La defensa del técnico pidió su absolución.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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