Murillo: “Estoy para las grandes cosas”

Cientos de colombianos se acercaron al Camp Nou para ver de cerca al nuevo fichaje del Barcelona, al central Jeison Murillo (Cali, Colombia; 26 años), un cafetero que llega como refuerzo de invierno como ya hiciera en el curso anterior Yerry Mina, ahora en la zaga del Everton tras un buen negocio económico para la entidad azulgrana. El amarillo de las zamarras colombianas contrastaba con el atuendo atildado de Murillo, de traje y corbata, acompañado de su representante, Rocco Dozzini, también de su pequeña hija Celeste y el presidente Josep Maria Bartomeu. La ilusión, sin embargo, se disparó cuando salió al césped vestido de corto al tiempo que sonaban las notas del himno culer, dispuesto el futbolista a hacer unos toques, siempre con la sonrisa por delante. Gente no faltaba, pues en el estadio se celebraba Barçaland, que reunía juegos diversos con la pelota para los más pequeños; e ilusión tampoco, convencido el central de que peleará por un puesto en el equipo. “Estoy muy contento por la oportunidad y agradecido con Dios por abrirme la puerta más grande que hay en el fútbol. Es un sueño cumplido. Ahora solo queda trabajar y hacer las cosas bien y ponerme al tanto para que el mister pueda decidir”, expuso desde la sala Ricard Maxenchs, donde se presentó en sociedad.

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Murillo llega al Barcelona como cedido hasta final de temporada y el club se guarda una opción de compra de 25 millones. “Su llegada es importante por la necesidad que tenemos en la situación actual”, razonó el secretario técnico Éric Abidal, consciente de que no se sabe cuándo regresará definitivamente Umtiti –que tiene la rodilla izquierda a la virulé- y que Vermaelen se lesiona sistemáticamente tras una pequeña carga de partidos. “Es un central derecho que también puede jugar de lateral. Internacional colombiano que conoce muy bien LaLiga, jugador rápido, contundente, que trabaja en equipo con carácter, muy bien de cabeza en lo defensivo y ofensivo”, le definió Abidal. Algo similar piensa el técnico Ernesto Valverde, que escogió a Murillo entre los centrales que le presentó el área deportiva, una vez descartados los jóvenes De Ligt (Ajax) y Christiansen (Chelsea) por precio y voluntad de los clubes, que no de los jugadores. “Hablé con el mister”, reveló Murillo; “me dio confianza y ahora queda en mí demostrarle a él y al equipo el porqué fui elegido para vestir esta camiseta”. Y amplió: “Es mi sueño desde pequeño y ahora se hace realidad. Tengo seis meses para conseguirlo de forma definitiva y espero ayudar al equipo a conseguir los objetivos. En mi mano está quedarme más tiempo. Estoy para las grandes cosas y esta es una”.

Sabe que tendrá a Messi cerca para tratar de lograr sus objetivos grupales. “Es una ventaja tener al mejor del mundo, sabemos lo que significa para el club y el fútbol, y espero ayudarle”, reflexionó Murillo, que portará el dorsal 17 y que no ocupa ficha de extracomunitario porque suma ocho años en España, entre Granada, Cádiz, Las Palmas y de nuevo Granada, para acabar en el Valencia antes de llegar al Barcelona.

Abidal pasa la pelota a Valverde

La llegada de Murillo expresa la poca materia prima del filial para atornillarse en el primer equipo o la escasa confianza de Valverde en los jóvenes. Algo de lo que se desentendió el secretario técnico Abidal, que se lavó las manos cuando le cuestionaron por qué se escogía al colombiano antes que a un joven del filial azulgrana como Chumi o Cuenca. “Lo más importante es que el entrenador tenga opciones y ganemos títulos. Sabemos del nivel defensivo y mejor tener más jugadores para competir”, razonó de forma ligera el francés; “y en La Masia no cambia nada porque los chicos seguirán subiendo seguramente, pero manda el entrenador. Nosotros hacemos nuestro trabajo”.