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El reventón en Madrid deprime al Barça de Pesic

Oriola afirma que el equipo no siguió el guion y Tomic califica de “horrible” un clásico que cuestiona la trayectoria azulgrana

Robert Álvarez
Pesic da instrucciones durante el Madrid-Barça.
Pesic da instrucciones durante el Madrid-Barça.Enrique de la Fuente (GTRES)

Un resultado, a veces, vale más que mil palabras. El reventón del Barcelona en el clásico del jueves ante el Real Madrid (92-65) destiñe la aceptable trayectoria que trazaba hasta ahora el equipo de Svetislav Pesic, aunque ya se habían producido algunos síntomas de extrema debilidad ante el Fenerbahçe el 30 de noviembre o el Fuenlabrada a principios de ese mismo mes.

El batacazo, los 27 puntos de penitencia, la imagen de inferioridad e impotencia que brindó en el Wizink Center, zarandea el andamiaje con el que la escuadra azulgrana trata de remontar el vuelo tras un trienio de aguda crisis. El Barcelona parecía haber recobrado una línea de consistencia, líder de la Liga Endesa y sexto en la Euroliga. Pero sus tres tropiezos consecutivos en la competición continental, Fenerbahce, Buducnost y Real Madrid, le retrotraen a su pesadilla en una competición en la que lleva dos años y pico fuera de órbita, concretamente desde que fue eliminado por el Lokomotiv Kuban en abril de 2016.

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El descalabro en Madrid habla por sí solo. “Ha sido horrible”, resumió el capitán Ante Tomic. “Es el peor partido de la temporada. No hemos seguido el guion. En muchos momentos, el equipo ha estado perdido”, explicó Pierre Oriola. La larga reprimenda de Pesic a sus jugadores retronó en el vestuario visitante del Wizink. El recuento es revelador. El ataque del Barcelona fue limitadísimo. Se quedó en 65 puntos, exactamente la misma cifra que alcanzó ante el Fenerbahçe el 30 de noviembre en el Palau en un partido que perdió por 19 puntos y en el que ya se vio lo muchísimo que le cuesta al Barcelona codearse con los grandes de Europa. Tampoco logró aferrarse a una línea de eficacia una semana después en Podgorica ante un rival de la zona baja de la tabla como el Buducnost al que solo pudo colarle 64 puntos. Las carencias del Barcelona en Madrid fueron mayúsculas. Chris Singleton, un jugador llamado a ser uno de los puntales del equipo de Pesic, se quedó a cero y solo estuvo en la cancha 12 minutos.

El capitán Ante Tomic quedó oscurecido por Tavares. Kyle Kuric, un cañonero nato, metió solo uno de los cinco triples que lanzó y finalizó con cinco puntos. Solo Hanga y Heurtel encendieron alguna lucecita en el ataque de su equipo. Pesic no contó con Séraphin y Pau Ribas, y dio cuerda a dos jugadores con los que apenas ha contado, Smits y Pustovyi, que no mejoraron la atonía generalizada del equipo, al igual que Oriola y Pangos, y el visto y no visto Blazic. El Real Madrid, sin Felipe Reyes y Rudy Fernández y con un Llull lejos todavía de su mejor forma y que falló los siete triples que lanzó, actuó como una apisonadora. Fue superior en el rebote, movió el balón con mucha más soltura y fue mejor en los porcentajes de todo el abanico de tiros. Se quitó la espina clavada por su derrota en el Palau Blaugrana, el 26 de noviembre, en la Liga Endesa (86-69). La supremacía del equipo de Pablo Laso se deja notar especialmente en la Euroliga, donde ha salido victorioso en los últimos cinco clásicos con una diferencia media de 24,2 puntos, un dato escalofriante.

Pesic, tras la derrota en el Wizink, se fijó también en detalles que considera reveladores: que el rival capture tres rebotes seguidos en ataque, que el Madrid llegara a alcanzar unos porcentajes de acierto del 74% en tiros de dos y del 46% en triples. “Les felicito. Pero como ya se sabe, se juega como el rival te permite. Nosotros ayudamos al juego del Madrid porque no estuvimos al nivel necesario”, declaró el entrenador serbio nacionalizado alemán.

El calendario del Barcelona le sitúa, sobre el papel, ante un escenario de muy alta exigencia, con el Unicaja, este domingo en Málaga, en la Liga Endesa, el Olympiakos en el Palau el martes, y el Baskonia, el jueves, en Vitoria. La falta de continuidad ha sido una constante del Barcelona en los últimos años. La renovación de Pesic, el 26 de junio, pretendió consolidar una línea, aunque contrastó con una nueva renovación a fondo de la plantilla y la llegada de seis nuevos jugadores (Singleton, Pangos, Kuric, Blazic, Pustovyi y Smits). Las dudas vuelven a cernirse sobre un equipo que suma tres entrenadores (Bartzokas, Sito Alonso y Pesic), dos directores técnicos (De la Fuente y Nacho Rodríguez) y 33 jugadores fichados desde la temporada 2015-2016, la última de la larga etapa con Xavi Pascual como entrenador y Joan Creus como director deportivo.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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