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“Silenciamos San Siro”

Esnaola, López, Cardeñosa, Gordillo y Bizcocho recuerdan cómo el Betis eliminó al Milan en la Recopa de 1977

Rafael Pineda
Hugo Cabezas, Capello y López, que marca el 2-1 del Betis en San Siro, en 1977.
Hugo Cabezas, Capello y López, que marca el 2-1 del Betis en San Siro, en 1977.RUESGA BONO

Aquel 28 de septiembre de 1977, unos 800 béticos viajaron a Milán para vivir una de las gestas de la historia del Betis. El conjunto andaluz, que ganó la primera Copa del Rey en la recién estrenada democracia en España en junio de 1977, había vuelto a Europa por segunda vez en su historia después de una incursión en la Copa de Ferias de 1964. El bombo deparó un sorteo con el Milan en la hoy extinta competición de la Recopa, torneo que reunía a los campeones de Copa. Un duelo que ahora, 41 años después, vuelve a reproducirse (18.55, Movistar Liga de Campeones) en la Liga Europa.

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“Teníamos un gran equipo. Recuerdo la tremenda ilusión que se despertó después de que nos tocara en suerte el Milan. Creo que nos despreciaron algo, pero después del 2-0 en la ida fueron a muerte en San Siro”, recuerda Javier López, uno de los grandes protagonistas de la historia reciente del Betis. López, que jugó en el club andaluz de 1970 a 1982, marcó los dos goles que hizo el Betis en la final de la Copa de 1977 al Athletic de Iribar y el tanto que supuso la clasificación en San Siro para los octavos de la Recopa. El Betis había ganado en la ida de los dieciseisavos en Sevilla por 2-0 el 14 de septiembre, y en Milán, el día 28, perdió por 2-1 con ese tanto salvador de López en el minuto 62.

“Ellos tenían un buen equipo, con gente como Collovati, Capello o el mítico Rivera. Se pusieron 2-0, y entonces Hugo Cabezas me dejó un balón botando… Le pegué un zapatazo terrible y Albertosi ni vio el balón”, recuerda a este diario el propio López. Por el Milan marcaron Tosetto y Capello. El Betis avanzaría luego en el torneo hasta los cuartos de final de la Recopa y caería ante el Dinamo de Moscú en un partido de vuelta que se jugó en Tiblisi, la capital de Georgia. Así lo dispuso la Federación Soviética en tiempos de la antigua URSS.

“Jugamos muy bien después del gol de López y logramos silenciar San Siro, que tenía un gran ambiente”, recuerda Julio Cardeñosa, también historia del Betis y mundialista en Argentina 78. “Me llevé también un recuerdo del partido, un codazo de Capello, que me marcaba, que me dejó tocado tres semanas”, añade Cardeñosa. Aquel Milan había ganado la Copa de 1977 al Inter, su eterno rival. Era dirigido por uno de sus jugadores míticos en el pasado, el sueco Nils Liedholm, subcampeón del mundo en Suecia 58. Liedholm había avisado a sus jugadores del potencial del Betis, pues lo espió en el torneo Ciudad de Sevilla jugado con anterioridad en un choque ante el Vasas, húngaro. “La clasificación del Betis fue una gesta en unos tiempos donde jugar en Europa no era nada habitual”, recuerda el fotógrafo Manuel Ruesga, desplazado a Milan y autor del reportaje gráfico de aquel encuentro. “López marcó en la portería donde estaban un grupo de béticos. A los pobres les cayó de todo”, añade.

“Pues además de la alegría de la clasificación yo me llevé un recuerdo muy especial. Fue el balón del partido”, aclara José Ramón Esnaola, portero del Betis desde 1973 a 1985. “Me llegó el balón y el árbitro pitó. Tenía la entrada a los vestuarios a mi espalda y salí corriendo. Tenorio [el utilero] metió el balón en un baúl de la ropa y en casa lo tengo todavía”, dice Esnaola, que rindió a gran nivel en la especial noche milanesa.

Cardeñosa, López y Gordillo, en la actualidad.
Cardeñosa, López y Gordillo, en la actualidad.PACO PUENTES (EL PAIS)

Rafael Gordillo, a sus 20 años, realizó su estreno europeo con el Betis en ese duelo de San Siro. “Mi memoria es espantosa y no recuerdo muy bien el partido, pero sí recuerdo que el choque de ida no lo jugué por estar en la mili, en el campamento de Cerro Muriano. Para jugar la vuelta sí pude camelarme al coronel, que era muy bético”, recuerda Gordillo. “El partido fue duro, pero de lo que más me acuerdo es de estar en el despacho del coronel para que me dejara jugar. Luego, en la Liga, tenía que informarle de los partidos y darle algún regalito para que me dejara libre los fines de semana”, indica Gordillo. En aquel partido en Milán, el Betis jugó con Esnaola; Bizcocho, Biosca, Sabaté, Benítez; López, Alabanda, Cardeñosa; García Soriano, Eulate y Gordillo.

El descenso

“Iriondo, nuestro entrenador, le pedía a gritos al árbitro que pitara el final y nosotros le decíamos que tranquilo, que queríamos disfrutar, que cuándo el Betis se iba a enfrentar otra vez con el Milan”, recuerda Bizcocho, lateral derecho canterano de aquel gran equipo.

El Betis campeón de Copa de 1977 y que llegó a cuartos de final de la Recopa en 1978 se fue desangrando al disputar tres competiciones, desgastándose en viajes internacionales que duraban de lunes a jueves y finalizando la temporada con un descenso inesperado. “La planificación fue nefasta. Sólo teníamos 12 jugadores y creo que nada más hicimos un fichaje, el de Hugo Cabezas. Nos desfondamos totalmente en lo físico y el descenso llegó en la última jornada y de forma un poco rara”, recuerda López, quien se muestra esperanzado en que la historia no se repita con el actual equipo verdiblanco, también inmerso en tres competiciones. “Confío mucho en mi paisano Setién y en una plantilla de gran calidad. El Betis se ha reforzado muy bien y estoy seguro de que hará una temporada estupenda”. Palabra de Javier López, el héroe del Betis en Milán hace 41 años.

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