Ganar después de ganar
La selección femenina de baloncesto, anfitriona del Mundial de Tenerife que se inicia el día 22, ve el torneo como una nueva oportunidad para reivindicar su gran trayectoria y el éxito del deporte femenino
“Estamos viviendo un momento de cambio social, me gustaría creer que incluso de revolución, y este Mundial es un regalo de visibilidad para nosotras. Ante los focos, nos toca volver a decir que estamos aquí. Es un buen momento para demostrar que somos mujeres que hacemos muy bien nuestro trabajo y que valemos mucho la pena”. El alegato lo firma Laia Palau. En el día de su 39 cumpleaños, la capitana de la selección femenina de baloncesto lideró la voz de un equipo conmovedor que tratará de estirar su leyenda en la Copa del Mundo que se disputa en Tenerife del 22 al 30 de este mes.
Antes de partir a las Islas Canarias, una notable representación de las campeonas de Europa y subcampeonas mundiales y olímpicas visitó EL PAÍS para participar en un encuentro digital con los lectores. Laia Palau, Silvia Domínguez, Marta Xargay, Astou Ndour y Cristina Ouviña, junto al seleccionador, Lucas Mondelo, repasaron el ideario de pasión competitiva del equipo antes de la gran cita como anfitrionas.
“Hemos ganado tanto en los últimos años que la gente nos pide más. Pero tenemos muy claros los valores que nos han permitido llegar hasta aquí”, explicó Palau desde su exitosa experiencia —10 medallas en 15 campeonatos—. “Ganar después de ganar es muy difícil. Pero este equipo se reinventa cada verano y a la vez mantiene un estilo y unas señas de identidad muy reconocibles”, incidió Mondelo. “Llevamos una trayectoria imponente”, lanzó Laia con cierto rubor para calificar los capítulos de oro de una enciclopedia con 55 años de historia.
La selección femenina de baloncesto disputó el primer partido de su historia el 16 de junio de 1963 en el polideportivo de Malgrat de Mar, al norte de Barcelona. Pasaron 30 años hasta que llegó la hazaña inaugural. En 1993, a la estela del quinto puesto en los Juegos de Barcelona y bajo el impulso del mítico Dorna Godella bicampeón de Europa, la selección de Blanca Ares, Marina Ferragut, Betty Cebrián, Ana Belén Álvaro, Wonny Geuer, Carolina Mújica, Mónica Messa, Laura Grande y compañía se colgó el oro en el Europeo de Perugia. La primera de las 12 medallas de las mujeres del baloncesto.
Veinte años más tarde, en 2013, en la despedida triunfal de Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar, llegó la apoteosis con un lustro de podios ininterrumpidos, con dos oros y un bronce europeos, una plata mundial y otra plata olímpica. El reto es prolongar esa secuencia memorable ejerciendo como anfitrionas. “El Mundial es el reconocimiento y homenaje de todos a un equipo que ha puesto el listón del baloncesto femenino español en un lugar que hace 10 años nos parecía de ciencia ficción”, reconoció el presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, en el acto celebrado en la sede de Endesa.
“La repercusión mediática ha crecido y se nos están abriendo más puertas pero espero que esto sea solo el principio”, apuntó Xargay. “No es solo lo que hemos ganado, sino la manera en la que lo hemos ganado. Esta es la oportunidad de que los aficionados no falten a la cita. Esta vez estamos cerca y este es un reto y un sueño compartido”, cerró Laia Palau antes de soplar la tarta de cumpleaños y pedir su deseo.
“Este año podemos ganar a EE UU, tenemos que visualizarlo”
El momento cumbre de la visita de las jugadoras de la selección femenina de baloncesto a la redacción de EL PAÍS, para participar en un facebook live con los lectores del periódico, tuvo lugar cuando Astou Ndour aparcó su timidez indeleble para lanzar el mensaje más ambicioso, casi una utopía atendiendo a la historia. ¿Estados Unidos es inalcanzable?, le preguntaron. "Me voy a mojar", soltó Astou entre las risas de sus compañeras, antes de elaborar un mensaje inédito en un grupo que hace bandera de la humildad. "Este año podemos ganarles", sentenció. "No puedes ir a una batalla pensando de antemano que te van a matar. Hay que ir partido a partido, sin duda; pero también apuntar alto y creer en ello. Yo cada día me levanto pensando que vamos a ganar este Mundial", remató. Acto seguido, Laia Palau tomó la palabra para dimensionar la hazaña que supondría superar a las estadounidenses, campeonas de los últimos seis Juegos Olímpicos y de siete de los últimos 10 Mundiales. "Soñar es gratis y está bien visualizar el campeonato en positivo. Pero, pensando en términos terrenales, primero toca ganar a Japón en el primer partido, luego a Puerto Rico y Bélgica", explicó la capitana.
España, encuadrada en el grupo C del Mundial, se cruzará en la ruta por las medallas con el grupo de China, Senegal y Estados Unidos, el rival en una hipotética semifinal. “Este Mundial va a ser el más disputado de los últimos 10 años”, argumentó Mondelo. “En nuestro camino están todos los favoritos y nos lleva a un callejón sin salida. La FIBA nos otorga el tercer puesto entre los favoritos después de EE UU y Australia. Hay que llegar a cuartos y luego, si estamos entre los cuatro mejores, nos lanzaremos a por la medalla”, cerró el seleccionador, que antes había lanzado una de sus habituales chanzas. “Confío en que Trump ponga aranceles a Europa y al basket y no vengan”, soltó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.