Nadal y Djokovic, cada uno por su lado

Un caprichoso giro del azar emparejó a las primeras de cambio a Rafael Nadal y David Ferrer, dos buenos amigos que hace no tanto peleaban en las cotas más altas de los grandes torneos y ahora viven realidades muy distintas. Mientras el primero vive un presente dulce, instalado en lo más alto del ranking y habiendo conquistado tres grandes en las dos últimas campañas, el segundo intuye la recta final de su carrera en una fase crepuscular, ubicado en el peldaño 148 y apeado regularmente en las primeras escalas de los grandes escenarios.

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Ferrer, repite últimamente, no está demasiado lejos de poner punto y final a una trayectoria magnífica expresada en 27 títulos individuales. A sus 36 años, cuatro más que Nadal, sopesa colgar la raqueta la próxima temporada, preferentemente en Barcelona o Madrid, aunque antes quiere despedirse de los Grand Slams y la edición que se avecina en Flushing Meadows (del 27 al 9 de septiembre) podría ser la última en la que exhiba ese repertorio aguerrido que le ha distinguido desde que ingresase en la élite, hace ya 18 años.

Soberbio aliciente, pues, para dar relieve al arranque de un US Open que este curso festeja su 50º aniversario. Nadal defiende el cetro conquistado en 2017 y encara el reto con el empujón anímico que le supone haber perdido de vista a Novak Djokovic hasta un hipotético último episodio en la final. El serbio, renacido y superior al balear hace poco más de un mes sobre la hierba de Londres, quedó finalmente encuadrado en la otra vía y por lo tanto supondrá un dolor de cabeza para Roger Federer, que partirá a priori un punto por debajo de ambos en la escala de favoritismo.

Federer se estrenará contra el japonés Yoshihito Nishioka (177) y Nole lo hará ante el húngaro Marton Fucsovics (40). Mientras, Nadal partirá frente a Ferrer (24-6 a su favor) y a continuación afrontaría un teórico trazado en el que asomarían nombres como los de Lukas Lacko (77) o Vasek Pospisil (88), Karen Khachanov (27), Kyle Edmund (16), Kevin Anderson (5 y finalista el año pasado) y Juan Martín del Potro (3). El de Manacor debutará el lunes, al igual que Garbiñe Muguruza.

Garbiñe, también el lunes

La hispano-venezolana, con un único bocado victorioso este año, en Monterrey, apura la cita en Queens como una última bala. Pese a su irregularidad, cerró los dos últimos ejercicios con un grande en el bolsillo, pero a excepción de un brillante paso por París su curso se resume en lesiones, ausencias y caídas demasiado prematuras para una tenista de su calidad. Muguruza, de 24 años, aguarda un pulso en la primera ronda del torneo con la china Shuai Zhang, la 34 del mundo y con la que iguala (1-1) en los precedentes. En su horizonte aparecen Simona Halep y Serena Williams, que podrían cruzarse en los octavos, y también la última campeona, la estadounidense Sloane Stephens.

A ellas se les suma Venus, cada vez más alicaída pero siempre peligrosa, pero no así Petra Kvitova (su freno hace un año), Angelique Kerber, Caroline Wozniacki o la cuestionada Maria Sharapova.