Silva se retira de la selección y pone fin a los bajitos

David Silva (Arguineguín, 32 años), el último miembro fundacional que quedaba del virtuoso centro del campo del tiki-taka con el que España conquistó la Eurocopa de 2008, el Mundial de 2010 y de nuevo el Europeo, en 2012, anunció ayer mediante una carta su retirada de la selección. Con el adiós de Xavi tras el Mundial de Brasil en 2014, con el más reciente de Andrés Iniesta, y con Cesc Fábregas (31 años) fuera de las convocatorias desde la era Julen Lopetegui, la decisión de Silva pone a fin a ese cuarteto de centrocampistas que también se ganó el apodo de los bajitos. Cuatro finos estilistas que inspiraban a Luis Aragonés en los entrenamientos para proclamar “que la pelota tiene música y hay que cuidarla”. De aquel primer éxito de 2008 alcanzado en el Europeo de Austria-Suiza que sirvió de rampa de lanzamiento de un estilo que le dio a España sus mayores logros, ya solo Sergio Ramos tiene visos de continuar en la selección.

“No resulta fácil, después de todo lo vivido, sentarse a escribir estas líneas. Han sido días y semanas de análisis y reflexión para tomar la decisión de terminar mi etapa en la Selección Española de fútbol. Sin duda, es una de las decisiones más difíciles de mi carrera que comunico con agradecimiento y humildad”, escribió Silva en el comienzo de la carta. “Me voy feliz por todo lo conseguido. He vivido y he soñado con un equipo que será recordado siempre y pongo fin a una etapa cargado de emoción por todos los momentos que me vienen a la memoria, como la figura de Luis Aragonés, un maestro al que nunca olvidaremos”, prosigue Silva en la misiva.

El Chino fue una pieza fundamental en la revolución que llevó a cabo Aragonés. No fue titular en aquel partido de octubre de 2007 en Dinamarca (1-3), la primera gran exhibición de los bajitos que encarriló la clasificación para la Eurocopa 2008, pero sí lo sería en ese primer entorchado que causó la admiración de toda Europa con el fútbol de toque. En las semifinales con Rusia (3-0), Silva lideró el que quizá, junto con la final de Kiev de 2012 ha sido el mejor partido de España de ese ciclo tan exitoso. “Luis dijo que en ese partido contra Rusia, Silva fue el mejor. Contra un montón de rusos que medían más de 1,80 metros, se llevó hasta los balones de cabeza. El míster le daba libertad para jugar en banda o en la mediapunta. A veces decía que era el mejor de todos los jugadores que tenía”, recuerda Jesús Paredes, preparador físico en la etapa de Aragonés al frente de la selección. El Mundial de 2010, quizá sea el gran lunar de Silva en su carrera como internacional. Antes de la cita, Vicente del Bosque, sustituto de Aragonés, llegó a afirmar: “Silva puede ser nuestro Messi”. Sin embargo, la derrota con Suiza (1-0) en el primer partido de la fase de grupos le dejó fuera de la titularidad para el resto del torneo. Del Bosque encontró un equipo en el que ya no entró Silva.

La Eurocopa de 2012 le sirvió de revancha a Silva. Ahí si fue un futbolista determinante para el excelso juego desplegado. En la citada final de Kiev contra Italia (4-0), hizo un gol y contribuyó a esa exhibición en la que Cesc ejerció de falso nueve para certificar aún más que ese fútbol pertenecía a esos centrocampistas bajitos.

En sus 135 partidos como internacional, Silva logró 35 goles. Solo le superan Villa (59), Raúl (44) y Fernando Torres (38). Fue el segundo máximo goleador en la era Del Bosque y el primero en la de Julen Lopetegui.

En lo personal, Silva se ha visto afectado durante el último año por el nacimiento de un hijo prematuro al que dedica toda su atención. Su retirada de la selección se produce en un contexto deportivo en el que sigue siendo un jugador indiscutible para Pep Guardiola en el Manchester City, pero en la selección empezaba a sentir que quizá el estilo ya no se ajustaba tanto a sus preferencias. El fútbol de los bajitos fue único.