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La capitana que emula a Andrés Iniesta

Rosa Márquez, de 17 años, ha sido una de las figuras de la selección española Sub-19 que logró el pasado lunes el tercer Europeo de su historia

Rosa Márquez, con el trofeo del Europeo Sub-19, en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas.
Rosa Márquez, con el trofeo del Europeo Sub-19, en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas.Inma Flores

"No entraba el balón. Minuto 80, una falta lejana y Llompart la clava como la clavó. Fue algo increíble. Para muchas ha sido, de momento, el gol de nuestras vidas". Rosa Márquez, alias Rosita, recuerda así el tanto que significó el tercer campeonato de Europa para la selección española Sub-19. Con la medalla aún colgada, "solo me la he quitado para dormir para que no me molestara mucho ni romperla", se presenta en Las Rozas como la capitana del equipo, a pesar de tener solo 17 años. Es sevillana y juega en el Betis.

"Rosita, aprovecha este momento porque el fútbol femenino está pegando un boom", le dicen sus compañeras verdiblancas más veteranas. Las que años atrás no tuvieron las mismas oportunidades. Las que le insisten: "Aprovecha y súbete al tren". Márquez, que estudia fisioterapia, sueña con vivir del fútbol algún día sin necesidad de tener otro trabajo.

La centrocampista habla con la misma soltura con la que juega. Y juega como si emulara a Andrés Iniesta, su gran referente. "Desde chica he seguido a Iniesta como un ejemplo tanto futbolístico como personal, fuera del campo", afirma. "Jugamos prácticamente en la misma posición. No es un futbolista físicamente muy fuerte, pero decide bien cuándo tiene que conducir y cuándo no. Me fijo mucho en su juego y en su visión", agrega la menuda capitana, que mide 1,58 metros y pesa 46 kilogramos.

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Márquez hace más de 10 años que juega al fútbol. Empezó a patear el balón a los seis, empujada desde su núcleo familiar. "Tengo un hermano mayor y yo siempre hacía lo mismo que él. Entonces, cuando se apuntó a fútbol, yo fui detrás", explica la jugadora que en junio pasado amplió su contrato con el Betis hasta 2021. Un Betis que la conoce casi como si fuera su hija: hace más de ocho años convirtió su primer gol en juveniles, hace dos que debutó en Primera, y este año se ha dado el lujo de ganar, golear y gustar en el Benito Villamarín frente a más de 6.000 espectadores.

En el Betis es una pieza importante en el equipo de María Pry. Ya acumula 49 partidos en la Primera División y en la última campaña ha disputado 25 encuentros ligueros, 17 de ellos como titular. El buen momento en su club lo ha sabido trasladar a la selección. Ha sido una de las estrellas del Europeo y ha jugado todos los minutos. Cinco partidos completos (450 minutos) y un gol.

Márquez es una defensora del juego de posesión. Asegura que la selección reciente campeona de Europa se caracteriza por tener el balón y jugar con inteligencia. "No somos fuertes físicamente pero sabemos elegir en cada momento lo que tenemos que hacer. Eso nos ha llevado a la gloria", dice sin titubear. Y repite una y otra vez que la mayor fortaleza ha sido la unión de grupo. "Nunca he tenido un equipo tan unido. La unión de grupo nos ha mantenido firme a nuestra idea, nadie ha dado un paso atrás cuando tuvimos el traspié en el primer partido (perdieron 0-2 ante Noruega), al revés, lo hemos dado hacia adelante que es lo que nos ha hecho ser campeonas".

Tiempo para las mayores

Márquez se desmarca ante la pregunta de con qué equipo se sienten identificadas. "No tenemos ninguno en concreto que te pueda nombrar. Lo que puedo decir es que nuestro seleccionador Jorge Vilda intenta coger un poco de cada uno y transmitirnos lo mejor para cada momento de cada partido", asegura. Y aprovecha la ocasión para tirarle un centro a su entrenador: "Es él quien nos ha ayudado a mantenernos unidas, a recuperarnos cuando nos teníamos que recuperar, a divertirnos cuando nos teníamos que divertir, a darnos más libertad, menos libertad, y a disfrutar de todo durante un mes".

Así como Rosa habla con la misma soltura con la que juega, también hace una pausa y pide paciencia para la selección absoluta. "Es cuestión de tiempo para que logren títulos. Confío muchísimo en ellas y sé que en la próxima Copa del Mundo lo van a hacer súper bien", reflexiona. Y acota: "Necesitan tiempo. No se puede lograr todo de un año para otro, pero tengo claro que nos darán alegrías muy grandes". El Mundial de Francia se disputará el año que viene y será el segundo para la absoluta que en el 2015 no logró pasar la fase de grupos.

Rosita no se separa del trofeo en ningún momento. Es su primer título de selecciones. ¿El primero de cuántos? "El anhelo de cualquier futbolista es ser campeón del mundo", afirma. Y cómo no, a lo Iniesta, se anima a soñar con meter un gol en la final de un Mundial. "Lo firmo ahora mismo", dice con una sonrisa. La misma que se le dibujó el pasado lunes cuando el árbitro pitó el final y que ni el calor de Madrid ha logrado borrar.

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