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Laura Ester: “Intentamos ser noticia todo el año, que sepan que el waterpolo femenino existe”

La mejor waterpolista de 2017 explica la evolución de su carrera y este miércoles se juega contra Grecia el pase a la final de los Europeos de Barcelona

Robert Álvarez
Laura Ester.
Laura Ester.MASSIMILIANO MINOCRI

Laura Ester lleva doce años defendiendo la portería de la selección española, el periodo más exitoso de su historia, con oros en el Mundial de 2013 y en el Europeo de 2014, una plata olímpica y otra en el último Mundial que contribuyó a consagrarla como la mejor waterpolista europea de 2017. Se enteró del premio el 22 de enero, el mismo día que cumplió 28 años. La portera barcelonesa afronta este miércoles con España las semifinales del Europeo contra Grecia (18.30, Tdp y Esport3) en las Picornell de Barcelona.

Pregunta. Esta selección ha conseguido enganchar.

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Respuesta. Es algo muy bonito. Y te llena de orgullo haber escrito una página en la historia no solo del waterpolo sino del deporte español, por todo lo que hemos ganado y por ser un referente, sobretodo para niñas pequeñas. Y que venga un padre y te diga: ‘¡ostras, mi niña juega al waterpolo por tu culpa!’ Y que venga una niña y que solo por verte y abrazarla se te ponga a llorar. Es como… jolín, eso lo veía yo cuando era pequeña y veía a la gente y decía: ‘¡hala, que guai!’ Y ahora, me pasa al contrario.

P. ¿Qué ídolos tenía usted?

R. Cuando empecé a jugar a waterpolo no sabía ni lo que era este deporte. Fue casi cuando el Mundial de 2003 en Barcelona. Empiezas a interesarte por el deporte y a saber quién es la gente, las mejores waterpolistas. Pero era mucho más difícil de lo que es ahora. Si querías ver un partido tenías que ir a las piscinas o enterarte casi por casualidad. Ahora es mucho más fácil vernos.

P. Era casi furtivo.

R. Sobre todo el waterpolo femenino. Del masculino aún se hablaba un poco gracias a los éxitos de la generación de los noventa, a las medallas en Barcelona-92 y en Atlanta-96. Que se hablara del waterpolo femenino era muchísimo más difícil.

P. Han tenido que ganar unas cuantas medallas.

R. Sí. Y aun así, hasta que no se trata de un campeonato internacional muy importante cuesta que se hable de nosotras. Pero lo que intentamos es eso: ser noticia, que no se olviden de nosotras, que la gente sepa que existimos y que durante todo el año también jugamos.

P. Y ya puestos, que la nombren la mejor waterpolista de Europa...

R. Eso: Yo me dije. ‘¿Cómo puedo hacer para que se hable más de nosotras?‘ Ja, ja, ja. Pues de esa manera podemos conseguirlo. En serio, no me lo esperaba para nada. Pensaba que ese premio ya lo habían dado. Porque no es algo que se anuncie mucho. Me llamó un periodista y yo… ‘¿eh?, ¿en serio?’ Incluso el periodista me contestó: ‘Bueno, espera que vuelvo a mirarlo. No sea que me haya equivocado’. Yo no tenía ni idea.

P. ¿Cómo le recompensa ese premio?

R. Es un premio a todo el esfuerzo que hemos realizado. Vale, es un premio individual. Pero se trata de un deporte colectivo. No significa que yo haya sido la mejor, sino que mi equipo me ha ayudado a llegar adonde hemos llegado, a ser subcampeonas del mundo, y a que yo haya tenido buenas actuaciones.

P. Las que ocupan la posición de portera siempre son diferentes a las demás.

R. A mis compañeras siempre les digo que veo los partidos de una forma totalmente diferente a ellas. A veces me preguntan: ‘¿No has visto eso?’ Y yo no he visto nada. Ellas se fijan más en el ataque o en posiciones específicas. Somos como un mundo aparte.

P. ¿Qué cualidad es más necesaria para ser una buena portera?

R. Depende. Las hay que actúan más a base de reflejos, otras que son más explosivas, o intuitivas. Yo soy más rápida y explosiva. Con el cuerpo que tengo (1,70 metros y 58 kilos), no tengo la suficiente envergadura como para para hacer así, sin saltar, y llegar. Por ejemplo, la portera de Estados Unidos es de tres metros por tres metros y no necesita ni saltar. En cambio, yo, o soy rápida y explosiva o no llegaría a ninguna.

P. Y eso le vino dado.

R. Yo empecé en el Mediterrani y había una monitora que siempre me decía que tenía que ser portera. Porque me vio algo, por lo que fuera. Me puse y me llegó a gustar. Costó. Al principio teníamos solo un equipo de niñas y jugábamos siempre contra equipos de niños. Y siempre nos metían 30-2. Y yo paso de que me metan 30 goles. Pero al final vas disfrutando de tu posición. Luego aparecieron más equipos de niñas y ya no era perder siempre por 30-2, sino que había más igualdad.

P. La portería es la posición más neurálgica.

R. Para la portera es muy importante estar muy bien psicológicamente. Si te meten un gol no estar pensando en ese gol. Saber que el partido sigue de inmediato. Y tanto en el agua como en el gimnasio hacemos un trabajo muy diferente al resto de las jugadoras. Su trabajo es mucho más nadar, más fuerza; en cambio, nosotras necesitamos muchas más piernas, mucha más velocidad y ejercicios explosivos.

P. La selección se ha instalado en la excelencia. ¿Todo lo que no sea medalla no vale?

R. La gente el año pasado nos decía: ‘jolín, por fin habéis conseguido ganar una medalla después de dos campeonatos que habéis jugado mal‘. Y es como que no. Hay que pensar que en 2015 perdimos en cuartos de final contra Estados Unidos, que fue campeona del mundo, y perdimos dando la cara hasta el último minuto. Perdimos por dos goles creo que fue, que, bueno, puede pasar. Y en 2016 en el Campeonato de Europa perdimos en las semifinales por penaltis y el partido por el tercer y cuarto puesto por un gol. Es como: ‘bueno, si a esto se le llama no jugar bien…‘ Hay que saber que hay otros equipos que quieren ganar igual que tú y que en el waterpolo femenino hay diez selecciones en el mundo que optamos a todo y en Europa, seis. Y que deciden pequeños detalles. No es como en el fútbol, no se conocen las cracks de otras selecciones, las grandes jugadoras que hay.

P. Con su club el CN Sabadell, llevan imbatidas mucho tiempo. ¿Les molesta cuando se habla de rachas como la del Barcelona de balonmano y no se les tiene en cuenta?

R. En la Liga, no perdemos desde 2010. Nosotras estuvimos casi tres años imbatidas tanto a nivel nacional como internacional, llevábamos dos Copas de Europa y dos Supercopas de Europa seguidas. Desgraciadamente no se habla tanto de nuestro deporte como de otros.

P. Es también una cuestión de género.

R. También tiene que ver. Espero que eso vaya cambiando. Aún nos quedan unos cuantos pasitos más para conseguirlo.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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