El genuino Fischer, directo hasta el final
Próximo a cumplir 50 años, el mítico estadounidense mantenía el estilo vibrante que lo hizo inmortal
¿Es Bobby Fischer inmortal? Para los aficionados de la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del XXI, sin duda lo es. Resulta bastante más difícil pronosticar lo que ocurrirá con quienes todavía no han nacido. Llegarán a un mundo muy audiovisual, en el que, además, la gran mayoría de los apasionados por el ajedrez apenas prestan atención a los grandes campeones de la historia, a pesar de que casi todos los entrenadores de la élite consideran que esa actitud es un grave error: las mejores partidas de Fischer, así de como de sus antecesores y sucesores en el trono, muestran la evolución de las ideas en el ajedrez; y una gran parte de ellos fueron genios, cuya excelsa creatividad es muy difícil de superar, por mucho que se haya progresado en técnica y dureza defensiva.
Es razonable pensar que esta colección de vídeos sí será inmortal, y no solo por su nombre, dado que glosa las partidas más brillantes de la historia. En ese contexto, la de esta entrega (última de las dedicadas a Fischer) demuestra que el legendario estadounidense fue capaz de mantener su estilo incisivo, directo, de gran riesgo implícito, hasta que se retiró por segunda vez, a punto de cumplir los 50 años y tras 20 de retiro absoluto de la vida pública. Hay, pues, motivos para creer que Fischer no morirá nunca.