La España de las ventanas completa invicta la primera fase de clasificación
Los de Scariolo, liderados por Oriol Paulí, arrollan a una enclenque Bielorrusia y buscarán cerrar el billete al Mundial de China 2019 a partir de septiembre ante Turquía, Letonia y Ucrania
La meritoria España de las ventanas superó a Bielorrusia en el Martín Carpena de Málaga y completó así su lustroso pleno de victorias (6) en la primera fase de la clasificación mundialista. A la espera de medirse a Turquía, Letonia y Ucrania en el segundo tramo en el que se jugará definitivamente el billete a la Copa del Mundo de China 2019 (entre septiembre de este año y febrero del que viene), los de Scariolo volvieron a acreditar la solvencia con la que, desde el primer día, convirtieron el miedo al controvertido sistema en una oportunidad para ampliar la foto del prolífico talento español. Con la notable aportación de veteranos y noveles, la selección volvió a cumplir con creces. Por el camino, desde noviembre hasta hoy, un solo refuerzo nba (Juancho Hernangómez, en los dos últimos partidos), pocos espacios de cohesión, muchas dosis de compromiso y capítulos conmovedores como el triunfo ante la Eslovenia campeona de Europa en Burgos.
Fue un partido discreto, pero España estuvo de nuevo redonda, como el marcador final (80-60). Se cruzaron en Málaga los sueños del futuro Mundial de baloncesto con el desencanto de la eliminación de la España de fútbol. Calentó la selección de Scariolo con la retransmisión del España-Rusia del Mundial atronando sobre sus cabezas para los pocos valientes que decidieron adelantar la fiesta en el Carpena con el fútbol ejerciendo de lujoso telonero. Los intrascendentes pases de la Roja se sucedían como dosis de cloroformo por la grada hasta que la aparición de Iniesta, la cercanía del minuto 90 y la progresiva llegada de aficionados sacó lustre al ambiente. Pero no llegó el segundo gol español y lo más celebrado en el pabellón malagueño fue un triple de Oriol Paulí desde media cancha para cerrar la puesta a punto del equipo de baloncesto. Nadie contaba con la prórroga, que acabó por solaparse con las canastas para derivar en unos extraños prolegómenos. Los hinchas que estaban fuera no se decidían a entrar hasta que el duelo de octavos en el estadio de Luzhniki no estuviera resuelto; y los que estaban dentro dividían a duras penas su atención entre lo que empezaba a pasar sobre el parquet y lo que veían por los monitores, ahora sin audio para proceder a las presentaciones y los himnos.
Según anunció el speaker del evento, “por respeto a los dos equipos”, la retransmisión se cortó a las 18.20 ante la pitada general. El silencio durante los primeros minutos del España-Bielorrusia dejó pasó a la decepción tras la eliminación de la Roja en Rusia, que se propagó en el Carpena a través de los móviles. Al final acudieron 6.123 espectadores, sobre un aforo de 11.300, para hacer un viaje del chasco al jolgorio. Para cuando llegó el fallo de Aspas desde el punto de penalti, el sexto duelo de las ventanas registraba un pobre empate a 13. Costó arrancar, pero volvió a salirle bien a Scariolo. En un primer cuarto destemplado, Fran Vázquez y Juancho Hernangómez asumieron los galones para marcar la intensidad necesaria ante un rival liderado por Liutych (8 puntos en ese tramo). Fue Alberto Díaz, sin embargo, el que inauguró definitivamente otro guateque español en la clasificación mundialista. Dos triples del base de Unicaja, jaleados por la parroquia local, destartalaron el modesto plan de los visitantes mediado el segundo cuarto (29-19, m. 14) y ahí comenzó a disolverse el dilema competitivo.
La defensa española marcó las diferencias y permitió a los de Scariolo, sin excesiva brillantez, tomar impulso en busca del pleno de victorias. El estudiantil Darío Brizuela se sumó a la lista de debutantes de la España de las ventanas que, tras la aparición del madridista Santi Yusta en el tercer cuarto, alcanzó los 17 nombres. Saddler tomó el relevo anotador de Liutych, pero el resto de Bielorrusia era la nada y la renta se estabilizó en la frontera de los 10 puntos a favor de España. Así se llegó al entreacto, en el que los aficionados siguieron rumiando la eliminación de la Roja ante Rusia. La selección de baloncesto hizo todo lo necesario para aliviar el berrinche o el luto según los casos.
Brillaron Juancho Hernangómez, Sebas Saiz, menos acertado que ante Eslovenia pero igual de intenso y aplicado, y, sobre todo, Oriol Paulí, con trazas de jugador grande y un entusiasmo desbordante. El alero catalán del Gran Canaria (24 años y 2,01m) se comió a Bielorrusia a fuerza de talento e hiperactividad. Otro ejemplo de que la profundidad de banquillo del baloncesto español supera el nivel de los segundos o terceros escalafones de toda Europa. De momento, los de Scariolo acceden invictos a la segunda fase de clasificación en la que ya estarán más refuerzos de Euroliga y NBA.
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