Dovizioso, dos años de contrato y más poder en Ducati
El italiano renueva hasta 2021 y aspira a marcar el camino a la fábrica italiana
Ducati Andrea Dovizioso han renovado su contrato, de modo que el piloto de Forli seguirá vistiendo de rojo hasta final de 2020. Veterano a sus 32 años, la confianza pulida merced al subcampeonato logrado en 2017 y a aquella victoria con la que abrió este curso en Qatar, el italiano se convierte en el hombre fuerte de la fábrica de Bolonia, que mantendrá por primera vez a un mismo corredor durante ocho temporadas. No es uno cualquiera. Es el piloto sobre el que, sin proponérselo, los de Borgo Panigale han construido el proyecto de una moto ganadora, competitiva, apta para todos los públicos, o al menos para esos pilotos de formas más agresivas. Es la máquina que sigue la estela de la Honda, la única capaz de medirse con la moto japonesa por excelencia.
Quizá por eso Dovizioso renunció a la oferta que le hizo la fábrica alada. Porque, inteligente, como Zarco antes, entendió que no habría modo de batir a Márquez con sus mismas armas. Y que si tenía alguna posibilidad sería con otra moto competitiva como la que tuvo el curso pasado, cuando se repartió a la par los triunfos con el campeón del mundo, seis para cada uno.
Si Dovizioso ha decidido quedarse en Ducati no es por romanticismo ni por agradecimiento. Eso quedó claro cuando explicó que el deportista, para lograr sus objetivos (y el suyo es ganar el Mundial), debe ser egoísta y valorar en su elección quién le da las mejores armas. El italiano lo ha hecho con creces. Porque no solo se ha asegurado su asiento en la Desmosedici, además de una considerable mejora económica —“El año pasado hicimos una temporada majestuosa, así que queríamos algo más”, afirmó para explicar que su salario ya no dependerá de los bonos por victoria—, sino que, a juzgar por sus propias declaraciones, ya ejerce de número uno en Ducati al señalar a la fábrica quién quiere que sea su compañero. O, al menos, quién no quiere que sea. Y no parece que le entusiasme la idea de seguir compartiendo box con Lorenzo, lo que, por otro lado, no está descartado todavía.
“Nunca he sido un piloto de esos que se mete por medio o que veta a uno o tal piloto, no me gusta, no es mi estilo, pero lógicamente digo lo que pienso, es justo que haga saber a Ducati qué es lo que creo mejor para nosotros. Pero, al final, la decisión es de Ducati. Ahora mismo parece que los que tienen más posibilidades son Miller o Petrucci. En cualquier caso, será una buena elección”, dijo cuando le preguntaron sobre quién le gustaría que fuera su compañero de equipo, pues la plaza para los próximos años está todavía vacante. Su respuesta sorprendió, puesto que Jorge Lorenzo está negociando asimismo la renovación de su contrato (a la baja, claro, imposible seguir cobrando 12 millones con el rendimiento que carga a sus espaldas) con la fábrica italiana. Y esa es su prioridad, aunque también Suzuki se haya interesado por él estos últimos meses.
La continuidad de Dovizioso en Ducati podría, por otro lado, aligerar de presión a Pedrosa, pero su asiento en la Honda no está todavía asegurado. Mientras él afirma que no tiene novedades que explicar respecto a las negociaciones con la fábrica japonesa, el director del equipo, Alberto Puig, advirtió que se han dado de tiempo hasta el GP de Cataluña. Esto son cuatro semanas. En ese tiempo habrá otros pilotos y otras fábricas que moverán ficha, como Suzuki, que tras la firma de Rins debe decidir, por ejemplo, si renovar a Iannone o apostar por otro joven talento como Joan Mir, que también gusta en la casa Honda. O como Aprilia, que hace tiempo soñó con Pedrosa pero que, renovado Espargaró, también aspira a subir a un piloto italiano a su moto.
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