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Sanciones de hasta 10 meses para cinco jugadores de la selección española de rugby

Rugby Europe impone castigos de hasta 43 semanas a los jugadores por su conducta hacia el colegiado rumano en el partido Bélgica-España

El árbitro rumano Vlad Iordachescu, en el partido contra España.
El árbitro rumano Vlad Iordachescu, en el partido contra España.Europa Press

España tendrá un buen ramillete de bajas si se repite su partido ante Bélgica. Rugby Europe, el organismo continental que gestiona las fases clasificatorias para la Copa del Mundo, ha sancionado a cinco jugadores españoles por su conducta hacia el árbitro rumano Vlad Iordachescu, que dirigió el Bélgica-España y posibilitó indirectamente la clasificación de su país. Word Rugby –la federación internacional– asumió el caso y recomendó repetir el encuentro, pero dejó al ente europeo la competencia disciplinaria. Las sanciones oscilan entre las 14 y 43 semanas de ausencia y su aplicación es inmediata.

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España perderá parte de su columna vertebral para sus futuros compromisos, pues cuatro de los cinco sancionados fueron titulares en Bruselas. El apertura Mathieu Belie y los terceras Pierre Barthere y Lucas Guillaume no podrán jugar en las próximas 14 semanas ni con sus clubes ni con el equipo nacional por insultar y amenazar al colegiado, según refleja el comunicado del Comité Judicial de Rugby Europe. Sébastien Rouet se lleva la peor parte con 43 semanas, más que su hermano Guillaunme (36), que sufrió una grave lesión de peroné a principios de mes. A ambos se les castiga por “abusar física y verbalmente” del colegiado. Si bien Sébastien fue suplente en Bruselas, su ausencia es clave porque debía suplir la baja de Guillaunme en el puesto de medio-melé.

La decisión del caso está pendiente después de que World Rugby tomara hace dos semanas las riendas con un comunicado lapidario hacia Rugby Europe, que rechazó la petición española de cambiar a los colegiados del encuentro por el posible conflicto de intereses. La comisión de investigación independiente que debe analizar toda la fase clasificatoria, especialmente las denuncias de alineación indebida de un jugador rumano, se formó el pasado martes con tres jueces anglosajones de reconocido prestigio.Todos los países debieron justificar el origen de sus nacionales y España asegura haber cumplido todos los requisitos con sus jugadores de origen francés.

No le gustó a España que Rugby Europe, una entidad presidida por el rumano Octavian Morariu a la que consideran “juez y parte” del caso, fuera la encargada de determinar las sanciones. La federación nacional ha facilitado a World Rugby toda la documentación y está pendiente de su resolución –no la esperan inmediata, puede que incluso se dilate hasta la semana que viene o mayo– para contemplarlo como atenuante en el recurso que prevén plantear junto a los jugadores.

Presidente, capitán y jugadores pidieron perdón por unas imágenes que tuvieron un alcance mundial en un deporte que sacraliza la figura del árbitro –se contemplan castigos de años y de por vida– pero pidieron comprensión por las circunstancias en que se produjeron. Las sanciones suponen un duro golpe para todos los implicados. Para la selección, en caso de que el partido deba repetirse –si Rumanía fuera descalificada no sería necesario– o en la repesca si no lograran ganarlo. Y para los jugadores, que tensan la relación con sus clubes para jugar con España. Muchos quedan inevitablemente señalados en las competiciones francesas por ello y los clubes les perderán en una fase crucial de su temporada.

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