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Piqué y Umtiti, lo bueno empieza desde atrás

Mientras el catalán es el tercer zaguero que más despejes hace, ambos lideran la estádística de pases buenos desde la defensa

Jordi Quixano
Umtiti y Piqué tratan de cortar el disparo de Sabin Merino.
Umtiti y Piqué tratan de cortar el disparo de Sabin Merino.EFE

Después de hacerse la foto habitual de equipo antes de los partidos, el ritual de Piqué es invariable. Sale a la carrera, da dos o tres saltos con las rodillas bien arriba y llega hasta el área para recolocarse en su sitio. Umtiti, sin embargo, va paso a paso, sin prisa, y abraza a cada jugador con el que se cruza para acabar con Piqué. Son los centrales del Barça, los que tiran la línea hacia delante —una costumbre cada vez más pronunciada con Valverde—, los que ordenan y corrigen en las zonas comprometidas, los que sacan el balón y los que detienen las embestidas contrarias cuando el rival sale limpió de la presión y Busquets no llega a tiempo para el corte.

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Desde las altas esferas del club los definen como jugadores excelentes, convencidos de que tienen pareja de centrales para años. “Saben cuándo uno tiene que saltar a la presión, cuándo tiene que salir o quedarse o cuándo hablar. Todo eso lo tienen más o menos mecanizado. Un poco es por su talento, pero también por el tiempo que llevan juntos”, les piropea el técnico Valverde que, sin embargo, no quiso desvelar si repetiría pareja de centrales ante el Leganés (20.45, Movistar Partidazo).

No hay inquietud en el Barça respecto a Umtiti, que hace un par de semanas dejó entrever en con Francia que su cláusula de rescisión —60 millones— era un imán para los grandes clubes de Europa, hasta el punto de que su agente ya baraja ofertas. “Amo este club”, resolvió el futbolista el miércoles pasado, después de que festejara un gol ante la Roma que provocó él pero que se coló en propia puerta Manolas. “No fue tuyo”, le picó Sergi Roberto por Instagram. “Tienes razón”, replicó Umtiti al tiempo que ponía un emoji de una persona con las manos en la cara, aunque horas antes aprovechó la coyuntura del tanto para celebrarlo con una reverencia al público y mostrando el escudo azulgrana. Creen desde el club que es un mensaje de su voluntad, aunque saben que quiere un contrato acorde a su titularidad tras dos años fijo en el eje de la zaga, pretensiones que reivindican con poca flexibilidad sus agentes. Pero cuentan con él como también lo hace la afición —es raro el partido en el que la Grada de Animación no le vitorea— y el vestuario.

Los futbolistas del Barça tardaron dos semanas en darse cuenta. “Ese tiempo les basta para saber quién vale y quién no. Son muy inteligentes”, aclaran desde la entidad azulgrana; “necesitan saber que la pelota se la devuelven tan bien como ellos la entregan”. Pasado ese tiempo, el propio Piqué lo tenía claro cuando le cuestionaron en su entorno. “Uno di noi [uno de los nuestros]”, sentenció. No solo por su fútbol, sino porque también priorizaba pasar tiempo con el grupo y siempre con una sonrisa en la cara.

Bendecidos por Puyol

Umtiti sacó de sitio a Mascherano como él lo hizo con Puyol cuando su rodilla dijo basta. “No sentía que podía revertir la situación porque la calidad de los centrales es altísima”, reconoció el Jefecito en su adiós hacia China. Pero ni él ni nadie —Vermaelen ha rendido de lujo cuando le ha tocado y nada se sabe de Yerry Mina—, porque desde que llegó Samuel siempre se da la misma pareja de centrales en los partidos importantes. Y no les va mal: han compartido la defensa en 56 ocasiones con un saldo de 43 victorias (76,8), ocho empates (14,3) y cinco derrotas (8,9%). “Piqué es el mejor central del mundo”, le definió ayer en La Vanguardiael propio Puyol. “Umtiti es un líder, uno de los mejores del mundo”, afirmó el excapitán hace un par de meses. Bendiciones de Puyol que se explican con números porque solo los defensas David López (Espanyol; 404) y Rosales (Málaga; 396) han recuperado más balones que Piqué (338) en estos dos últimos cursos, del mismo modo que no hay nadie que se les acerque como iniciadores del juego; Piqué suma 2.948 pases buenos y Umtiti con 2.904, perseguidos por Sergio Ramos (2.828). “Piqué y Umtiti se entienden bien”, remata Valverde; “cuando colocas dos buenos jugadores, todo lo que necesitan es tiempo”.

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