Una Segunda loca e igualada
Solo nueve puntos separan a los 11 primeros y a falta de 10 jornadas se multiplican los equipos con opciones de ascender
El año pasado el Levante se paseó hasta su retorno a Primera. No había acabado el mes de abril y los granota ya andaban festejando el ascenso, con seis jornadas aún por jugarse, cosa extraña en Segunda, donde todo se suele decidir en el mes de junio. Esta temporada ningún equipo se ha escapado de un pelotón en el que las fuerzas están muy igualadas. Todos se atacan entre todos, los que parecían rezagados vuelven a coger las ruedas buenas y casi todos los equipos se juegan cosas en el tramo final.
Faltan 10 jornadas para que se acabe la extenuante categoría de plata española y, a falta del duelo de gallos entre Cádiz y Huesca de este lunes (21.00, GOL), el Rayo Vallecano comparte liderato con el cuadro aragonés (57 puntos cada uno), pero si vence el equipo gaditano, habrá un triple empate en cabeza. Además, el Sporting, que ganó al Rayo el sábado, se ha metido de lleno en la pelea y está a tiro de piedra de los dos primeros puestos que dan el billete a Primera de forma directa.
La locura de la Segunda genera igualdad. Este domingo el Zaragoza, que llevaba seis triunfos consecutivos y aspiraba a seguir en puestos de play-off, cayó en casa con el desahuciado Sevilla Atlético, que había perdido sus últimos 10 partidos. Nunca hay que relajarse. Nunca hay nada hecho hasta que se acaban las 42 jornadas. Lo sabe de sobra el Huesca, que hace cinco fechas estaba disparado con 11 puntos de ventaja sobre el tercero y hoy, tras cinco partidos sin ganar, puede verse descabalgado del ascenso directo.
En la pelea se ha metido definitivamente el Sporting de Gijón. Cuando Rubén Baraja sustituyó a Paco Herrera el equipo moraba por la mitad de la tabla, a la misma distancia del playoff que del descenso. Con el exjugador del Valencia en el cargo, el equipo asturiano ha cosechado 34 de los 42 puntos en liza y ha hecho del Molinón un fortín donde los locales se han llevado los ocho últimos partidos, su mejor racha desde el curso 1978-79, con Quini. Baraja ha dado solvencia defensiva a un equipo frágil hace muy poco: en total, Mariño, el portero, lleva 674 minutos sin encajar un gol. Las dos últimas victorias ante los líderes (Huesca y Rayo) convierten a los rojiblancos en claros candidatos al ascenso. “Quedan muchos puntos por delante y entiendo que haya cierta euforia, pero lo importante es consolidarse en el playoff y si nos ganamos el derecho a pelear por el premio gordo, lo pelearemos”, dijo Baraja tras el partido del sábado.
Las rachas
Este Sporting domina uno de los factores clave en Segunda: las rachas. Una serie de resultados positivos te puede catapultar hacia arriba. Empezar bien no es lo principal, lo importante es rendir y sacar resultados en los momentos adecuados. El Córdoba tenía pie y medio en 2ªB antes de encadenar cuatro triunfos con José Ramón Sandoval y empezar a pensar en que salvarse es posible.
Salvo Lorca y Sevilla Atlético, que están a 17 puntos de la salvación, quien más quien menos se va a jugar algo en estas 10 jornadas. Hay nueve puntos de diferencia entre los 11 primeros, y hasta el 13º clasificado tiene opciones de pelear por subir. La inclusión del playoff en 2010 para que del tercero al sexto se jugasen el tercer billete a Primera fue una mejora en pos de la competitividad y ha producido casos llamativos El Córdoba en 2014, a estas mismas alturas de Liga, luchaba en la 16ª posición por no bajar, pero un pequeño estirón final le hizo agarrar puesto de playoff y finalmente ascender.
La igualdad de este año provocará que el ascenso no exija muchos puntos. Huesca y Rayo llevan una proyección de 74, una cifra que apenas ha servido para que tres equipos subieran directamente en los últimos ocho años. El récord de puntos en Segunda lo tiene el Deportivo de 2012, cuando subió con 91. El equipo gallego también es el que menos ha necesitado para volver a la élite sin necesidad de las eliminatorias de postemporada: 69 en 2014.
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