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ANÁLISIS
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Jugar en el campo, jugar en su interior

Es como en un túnel. Si está oscuro y no veo nada, me será muy difícil avanzar y me resistiré a ese avance

André Gomes, ante Fabregas, del Chelsea.
André Gomes, ante Fabregas, del Chelsea.PAU BARRENA (AFP)

El 12 de marzo se dio a conocer una entrevista en donde un jugador del Barcelona manifestaba, frente al asombro de muchos, su sentir en el campo de juego. Debido a mi trabajo, es común ver a jugadores que bajo altos niveles de exigencia responden de esta misma manera. Una forma de representar lo que ocurre en estos casos es pensar en un submarino, el cual baja a grandes profundidades (lo que sería la exigencia en el deporte profesional), sometido a una gran presión en el interior del deportista.

En el caso de los deportistas profesionales, es normal caer en una alta autoexigencia y en el intento de controlar todos los parámetros relacionados al rendimiento. A su vez, y como por añadidura, ingresa el miedo, debido a las altas expectativas que se generan en uno mismo y el temor a no cumplir con lo esperado. Es fácil en este escenario, terminar haciendo juicios acerca de todo lo que está sucediendo y culpabilizándose, diciéndose a menudo cosas como: “Lo estoy haciendo mal”, “no sirvo para esto”, etc., lo que provoca más daño.

Al mezclar todos estos factores no puede más que producirse un cortocircuito, en donde la persona se paraliza y le es difícil salir del bucle en el que ha entrado. Es por esto que, volviendo a la metáfora del submarino, debe necesariamente, despresurizarse, es decir, sacarse esa presión que uno ejerce sobre sí mismo para poder lograr los objetivos que quiere y se está planteando.

Con mi mirada desde la Lógica del Juego y comprendiendo que en realidad no es posible controlar ningún factor de nuestras vidas, una de las formas de despresurizarse es aceptar que todo lo que está ocurriendo, tanto dentro como fuera del campo de juego, es de él. Una vez que un jugador logra sentirse y aceptar los errores de percepción que está teniendo, es cuando realmente puede comenzar a conectarse con él mismo y con la realidad que quiera tener.

Esto funciona como en un túnel. Si está oscuro y no veo nada, me será muy difícil avanzar y me resistiré a ese avance. Esto es lo mismo que ocurre con una persona que está bajo el alero del control y del juicio.

Es necesario comprender que los jugadores no solamente están jugando en el campo, sino que mientras lo hacen, también están jugando en su interior, con sus emociones, pensamientos, creencias, lógicas, etc. Y es aquí donde cobra relevancia el trabajo diario con las emociones, comprender qué es lo que nos están mostrando de nosotros mismos, comprender la lógica que hay detrás de ellas, con ser consciente de lo que se está experimentando, de ir trabajando en los detalles para que así se trabaje la persona en su totalidad, de abrirle paso a la intuición, de conectar con el presente y no sufrir con el pasado y con el futuro ya que eso solo opacará el potencial que cada uno puede dar, y por supuesto, las preguntas clave que ayudarán a responder eso que la presión no deja ver: ¿para qué juego?, ¿a qué me lleva el control?, ¿desde dónde me juzgo? Encontrando el sentido y el propósito del juego en la conexión con uno mismo.

Joseba del Carmen es coach ejecutivo, deportivo y de equipos. Trabaja con clubes como el Alavés y el Baskonia, y con deportistas como Jon Rahm. www.josebadelcarmen.com

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