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El sudoku navideño del baloncesto sale a cuenta

La asistencia a las canchas aumenta pese al maratón de partidos y la dispersión de las competiciones

Robert Álvarez
Shermadini intenta lanzar, junto a Brooks y Pleiss, en un Unicaja-Valencia.
Shermadini intenta lanzar, junto a Brooks y Pleiss, en un Unicaja-Valencia.Carlos Diaz (EFE)

El martes, un Unicaja-Valencia de la Liga Endesa. El jueves, el mismo duelo, pero en la Euroliga. Y ese mismo día, un Estudiantes-Joventut, aplazado en su día y correspondiente a la primera jornada de la Liga Endesa, la que se disputó cuando todavía apretaba el calor en septiembre. Y el mismo martes en cuestión, el 2 de enero, un Gran Canaria-Alba de Berlín correspondiente a la segunda fase de la Eurocup. Y suerte que paró la llamada Champions League, la competición tutelada por la FIBA pero que vendría a ser la tercera continental en discordia, y en la que compiten el Movistar Estudiantes, el Iberostar Tenerife y el UCAM Murcia.

La dispersión de fechas, partidos y competiciones invita a la desorientación y a la perplejidad. Sin embargo, los datos son elocuentes. Los 19 partidos de la Liga Endesa disputados durante las fechas navideñas, hasta el día 4, han registrado una asistencia de 129.241 espectadores, una media de 6.802, ligeramente superior a la del cómputo de las jornadas anteriores. Y en la Euroliga, hubo más de 8.000 espectadores en el Martín Carpena para el duelo entre el Unicaja y el Valencia, el Palau Blaugrana rozó el pleno con 6.609 espectadores para el Barça-CSKA y al Wizink Center le quedó poco para llegar a los 10.000 en el Madrid-Maccabi. Y el Fernando Buesa Arena congregó el día 3 a 14.178 espectadores para contemplar el Baskonia-Madrid, el segundo partido más visto esta temporada en la Liga Endesa, sólo por detrás del clásico entre Real Madrid y el Barcelona.

Los encargados de elaborar los calendarios han tenido que resolver esta temporada un sudoku gigante debido a la proliferación de competiciones y la novedad de las llamadas ventanas, o fechas reservadas para los partidos de selecciones clasificatorios para el Mundial de 2019. Hay que añadir las múltiples incidencias, algunas determinantes como la imposibilidad de jugar partidos los días 24, 25 y 26 de diciembre según lo acordado en el convenio colectivo con la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP).

Copa, ventanas y un largo parón para algunos

Muchos jugadores de la Liga Endesa, aquellos que no son internacionales, que pertenecen a equipos no clasificados para la Copa o que no juegan torneos europeos, estarán tres semanas sin competir. El torneo liguero se interrumpirá entre la 20ª jornada, el 10 y 11 de febrero, y la 21ª, que se disputará el 3 y el 4 de marzo.

El paréntesis se ha programado para que se dispute la Copa del Rey, entre el 15 y el 18 de febrero en Gran Canaria, y los partidos de clasificación para el Mundial, el 23 y el 26 de febrero, contra Bielorrusia y Montenegro.

La saturación de partidos ha provocado las quejas de los jugadores. Alfonso Reyes, presidente de la ABP, ha lamentado sobre todo que no haya contado con ellos a la hora de la toma de decisiones: “No se piensa en el jugador, eso es lo triste. Es la pieza más importante del espectáculo, y no se piensa en él, como se hace en la NBA”.

Maximizar el interés

“Las audiencias han ido como un tiro. Se ha demostrado que el baloncesto ha sabido maximizar el interés del aficionado. Se ha hecho todo lo posible por ocasionar el menor perjuicio posible a los equipos, y el público ha respondido”, afirman fuentes de la ACB. En esa línea, por ejemplo, se programó la jornada 13 de Liga, la que se jugaba el 23 de diciembre, para que se enfrentasen los equipos de la Euroliga. Ya se sabía que iba a aplazar sus partidos, porque esa semana se disputaron dos jornadas de la máxima competición continental. Pero así, se evitaron perjuicios a otros equipos. Solo el Delteco GBC se vio implicado porque tuvo que enfrentarse al Barcelona. Y para evitar desplazamientos largos en fechas señaladas como el 30 de diciembre, se programaron dos derbis, el insular y el madrileño.

La Liga Endesa solía programa el clásico entre el Barça y el Real Madrid en las fechas navideñas. Pero desde que hace dos temporadas la Euroliga se amplió a 30 jornadas de Liga regular, la Liga Endesa decidió trasladarlo a noviembre. Este año además lo fijó el día 12, un domingo en el que no hubo jornada liguera de fútbol debido a un parón para la selección española. La mayoría de las radios emitieron en directo el partido de baloncesto, que tuvo además una audiencia media de casi 300.000 espectadores. Fijar el clásico en noviembre permite además que la vuelta sea el 11 de marzo, una fecha que se considera mucho más propicia que en abril o mayo, cuando solía coincidir con los playoffs de la Euroliga.

Las audiencias televisivas siguen al alza durante el segundo año de contrato entre la ACB y Movistar +, y los ingresos para la Asociación de Clubes por el contrato de televisión son de unos 15 millones cuando antes ascendía a dos o tres millones.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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