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La paradoja del Espanyol

Aunque el club cuenta con dinero para fichar, tiene un problema con la masa salarial

Juan I. Irigoyen
Granero disputa el balón con Banega.
Granero disputa el balón con Banega.EFE

Acostumbrado a los malabares financieros, el Espanyol transitaba los veranos en busca de jugadores asequibles económicamente. Hasta que un día llegó Chen Yansheng para poner fin a las penurias financieras. En su primer año al frente del club, el proyecto de Yansheng consistía en reducir la deuda (pasó de 190 millones a 140) y en reforzar la plantilla de Quique Sánchez Flores. Hoy, el Espanyol ya no tiene que andar en la búsqueda de futbolistas low cost; sin embargo, se enfrenta a un nuevo dilema: el límite ya no está en el dinero para fichar sino en la masa salarial del primer equipo. El club está muy cerca del techo que impone la Liga para no alterar el fair-play financiero.

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Hace dos temporadas, el Espanyol se gastaba cerca de 22 millones de euros en el primer equipo. El verano pasado, ya con Yansheng como presidente, el club quería formarle un grupo competitivo a Sánchez Flores. Pero sin el control casi obsesivo de Óscar Perarnau en los números de la dirección deportiva —había dejado la entidad por motivos personales; hoy está de regreso como director deportivo general—, el Espanyol estiró su presupuesto hasta los 48 millones. Con un problema añadido: la mayoría de los sueldos de los jugadores que se incorporaron se incrementaron este curso.

Un desafío extra para el director deportivo, Jordi Lardín, que heredó la situación del destituido Ángel Gómez. “El año pasado la previsión a corto plazo parecía muy bonita; pero, a mediano, no lo era. Hoy no tenemos margen para fichar”, explican desde el club. En el Espanyol creen que el límite salarial que le impondrá la Liga rondará los 52 millones. Este número se computa a partir de los prepuestos que presentan los clubes, que no puede incluir pérdidas ni desfasajes en la tesorería. Al límite del gasto en salarios, el Espanyol no puede invertir los cerca de 14 millones en fichajes que tenía planificado. “Si traes un jugador de 10 kilos, debe cobrar acorde a su precio de traspaso”.

El Espanyol, que hoy comienza la pretemporada, primero necesita desprenderse de jugadores con elevados salarios para luego poder incorporar. El primero que se marchó fue Roberto, que llegó por tres millones y se fue al Málaga por 2,3. La salida del portero le abrió la puerta a Granero, segundo refuerzo tras el regreso de Sergio García. A Sánchez Flores le falta un central (lo pide con insistencia) y un extremo. Dinero hay, falta disminuir la masa salarial. Una paradoja en el Espanyol.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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