El Granada abusa de un Betis catastrófico
Gran triunfo del conjunto nazarí en el derbi regional ante un rival sin tensión, superado en agresividad, fútbol y eficacia
Gran triunfo del Granada, que por fin vivió una noche de alegría y dio sentido a una planificación extraña. Pues de extraña, al menos, debe calificarse la confección de un plantel que provocó que Lucas Alcaraz alineara ante el Betis a 11 futbolistas de distintas nacionalidades, un registro en la historia del fútbol español. A pesar de la rareza, el invento le salió bien al Granada, que borró a un Betis infame, incapaz de competir. Un equipo muerto sin su alma, Dani Ceballos, que acumula cinco partidos sin ganar y ofrece sensaciones preocupantes en vísperas de recibir al Sevilla. Todo fueron noticias positivas para el Granada. La fuerza de Wakaso en el centro del campo, el buen partido del joven Hongla en la defensa, la calidad de Carcela y los primeros goles del colombiano Adrián Ramos en la Liga. Savia nueva en busca de la permanencia, que, a pesar de todo lo vivido, queda ahora solo a dos puntos. Y el Leganés visita el Camp Nou.
El Betis, por su parte, fue un alma en pena. Perdido en una mediocridad absoluta, se convirtió en un juguete en manos de un Granada que venía muy tocado. Ahora le llega el derbi y demostró estar en un momento preocupante. La Liga se le puede hacer muy larga a un grupo al que Víctor apenas ha sabido revitalizar. Su mensaje y sus ideas parecen ya muy caducos. Como sideral es la distancia que separa a su masa social de las prestaciones deportivas de sus futbolistas.
Como resultado, respiró el Granada con un triunfo revitalizador. Llegó cuando pocos lo esperaban. Después de una fuerte derrota en Eibar, con el alma competitiva por los suelos y casi un imposible por delante. Claro, que los de Lucas Alcaraz se encontraron con un Betis que cuajó una actuación que rozó el ridículo. No tiene explicación lógica lo que hizo el conjunto verdiblanco en el derbi regional. Sencillamente, no quiso competir, menospreció a su rival provocando las ausencias de Pezzella y Dani Ceballos, pensando en el derbi, y jugó sin tensión un encuentro de Primera División. Una actuación que no se corresponde con lo que debe ofrecer un conjunto profesional. Ante un panorama tan agradable, el Granada, que empezó tímido, se fue creciendo ante la apatía del Betis. Un error de Álex Alegría en el control provocó el robo de Wakaso, que debutaba como titular. Con la defensa descosida y mal colocada, el ghanés asistió a Carcela, que se metió en el área y batió a Adán de suave toque. Fue el principio de la debacle verdiblanca y de la satisfacción local, capaz de convertir en gol cada acercamiento al área del Betis. Marcó Adrián Ramos después de otro error bético, ahora de Mandi. El Granada hizo después otro, de Pereira, ahora con mal despeje del portero Adán, desquiciado por los torpes movimientos de su defensa.
Víctor se sentó en su banquillo, incapaz de entender el primer tiempo de un equipo que hizo la primera falta del encuentro a los 32 minutos. Sin tensión, falto de chispa y con errores groseros, el Betis destrozó la poca credibilidad que tienen sus aficionados en un grupo al que el próximo sábado espera el Sevilla en el derbi.
Nada cambió en la segunda mitad. El Betis, una sombra, recibió el cuarto y ni siquiera se consoló con el gol de Petros. Fue una noche muy triste la del equipo verdiblanco, a años luz de su gente, perdido en un laberinto que le puede llevar a una meta lamentable. Y con cerca de 2.000 béticos desplazados, contemplando, atónitos, como futbolistas como Nahuel se borraban del partido con una expulsión absurda. El Granada, mientras, se levantó cuando peor estaba. Así, se ganó su derecho a soñar. A pesar de su extraña planificación y de un vestuario que debe ser una auténtica Torre de Babel, sigue vivo. Si Lucas hace el milagro, habrá que hacerle un monumento.
Los béticos pidieron disculpas a sus aficionados tras el pitido final
Cerca de 2.000 aficionados del Betis viajaron hasta Granada para apoyar a su equipo en el derbi regional. Los jugadores del Betis, a la conclusión del encuentro, conscientes del lamentable partido que habían realizado, se acercaron a la grada donde estaban concentrados sus aficionados. Allí aguantaron de forma estoica los insultos de sus aficionados, muy molestos con el encuentro que habían hecho los futbolistas verdiblancos. También molestó mucho al entrenador, Víctor Sánchez del Amo, la conducta de algunos de sus jugadores, caso de Nahuel, que vio la roja después de una estúpida expulsión al poco de salir al terreno de juego. El Betis tenía descanso durante el fin de semana y el cuerpo técnico decidió cambiar el plan de entrenamientos, por lo que el cuadro verdiblanco entrenará sábado y domingo para preparar el derbi del próximo sábado ante el Sevilla (16.15 horas). Algunos aficionados cambiaron los insultos por gritos de ánimo a sus jugadores, avergonzados por la derrota.
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