Griezmann da la victoria al Atlético ante el Rostov en el minuto 93

Cuando toda la parroquia del Calderón dejaba de creer y mientras Simeone pensaba ya en los dos puntos perdidos que le complicaban la primera plaza, apareció Griezmann. Otra vez. El delantero francés volvió a ser el salvador, hoy en el minuto 93 de uno de los partidos más grises de los de Simeone en los últimos tiempos, de un Atlético que se mantiene invicto y que sella su clasificación para los octavos de final de la Champions.

Fue también el propio Griezmann el que adelantó a los rojiblancos a los 28 minutos de un partido que ya se presumía costoso para el Atlético. Y no por la capacidad de Rostov para jugar y atacar, lo contrario, por su virtud para cerrarse y bloquear a cualquiera. Vivió el Atlético un déjà vu, viéndose en el papel del otro ante un equipo que hacía algo que pocos hacen mejor que él. Roto el marcador, todo se lo ponía de cara al Atlético, que ya había hecho lo más difícil, romper la barrera rusa. Pero un despiste, solo dos minutos después, permitió al Rostov empatar con un gol de Azmoun.

Le tocó volver a empezar al equipo de Simeone, gris y fiado a los centros laterales. Acumulando la posesión pero con escasa capacidad para generar ocasiones, fueron pasando los minutos para un Atlético que asumía la pérdida de dos puntos de oro en su guerra particular por el Bayern. La fortaleza rusa, levantada en el área, intacta centro tras centro, remate tras remate, no cedía a nada ni a nadie. Hasta que apareció Griezmann, El Principito rojiblanco, para aprovecharse de un balón peinado, levantarla sutilmente y rescatar al Atlético de su propia trampa.