Primero Serbia, ahora Estados Unidos

El primer partido de los Juegos Olímpicos es siempre delicado. Son días en la Villa Olímpica esperando el momento, viviendo muchas sensaciones diferentes, llevando la adrenalina al límite en el desfile y repartiendo también la atención entre prensa, televisión, radio, redes sociales... Lo recomendable es abstraerse de todo pero siempre cuesta centrarse.

De hecho el principio del encuentro ante las serbias costó pero rápidamente vimos surgir algunas de las virtudes que jalonan a este equipo. Y es que si algo sobra en esta selección es carácter para sobreponerse. Raza a la que, por supuesto, se une el talento. Por eso, sin poder decir que fuera un gran partido porque hubo muchas cosas que no salieron, sí se supo encontrar la fórmula para ganar a un rival complicadísimo como el balcánico. La selección se puso el mono de trabajo, se juntó como equipo y todas a una fueron a por el rival.

Se ha hablado de la ausencia determinante en la zona de Sancho Lyttle pero ahí estuvo España destrozando a Serbia en el rebote, 35-47. Grande Astou, con 12 capturas, y tremenda Anna Cruz, una jugadora de 1,74m. que cogió nada menos que 11. Eso es tener sentido de equipo y ahí el juego exterior ha estado de chapó.

Sin duda, hay que citar a Marta Xargay, jugadora fundamental en este encuentro. Esta chica siempre juega con el mono de trabajo puesto y sin necesidad de hacer ruido es capaz de meter 15 puntos en 16 minutos, sacrificarse jugando al 4 abriendo el campo a sus compañeras. Pura lectura de juego sacando a su defensora de la zona para además anotar 2/2 en tiro de tres en un día en el que la canasta había echado el cerrojo para los lanzamientos de 6,75 al resto. España ganó además porque hizo que Serbia jugara mal. Su jugadora más anotadora se quedó en 0/7 en tiros de campo y perdieron hasta 15 balones. Si se suma eso al trabajo al rebote era imposible que el partido se escapara.

Se ha hablado de la ausencia determinante de Sancho Lyttle pero ahí tenemos a España destrozando a Serbia en el rebote, 35-47. Grande Astou, con 12 capturas

Ahora tocan las americanas y eso, amigos es otro cantar. Al contrario que contra las serbias, a este duelo frente a EE UU se llega sin ninguna presión. No habrá nervios y sí ganas de disfrutar porque enfrente sí que está un verdadero Dream Team. A la selección femenina de USA sí que se apuntan las mejores y además van a saco en cada partido. Respeta a cada rival y no bajan el ritmo en los 40 minutos. Un auténtico martillo pilón.

Están dirigidas por Geno Auriemma, entrenador de la prestigiosa Universidad de Connecticut, que tiene nada menos que 11 títulos y sobre la plantilla se podrían escribir líneas y líneas porque son impresionantes de la primera a la última. Todas juegan bien y todas hacen de todo. Voy a citar algunos nombres para que las sigáis y disfrutéis de sus lindezas sobre el parqué.

Diana Taurasi, una debilidad. Para mí la mejor de las mejores, una auténtica gozada que tira, pasa, juega al 1, al 2, 3 y hasta el 4 si quiere. Va a por su cuarto oro olímpico.Elena Delle Done, MVP de la WNBA del año pasado; Maya Moore, la única jugadora patrocinada por Jordan; Breanna Stewart, única deportista americana en ganar los cuatro años universitarios; Sue Bird, en sus cuartos Juegos y base con ojos hasta en el vestuario; Tamika Catchings, también su cuarta experiencia olímpica, líder de la WNBA en robos históricos…

El oro lleva su nombre, caben pocas dudas y lo mejor es que podremos disfrutarlas a todas juntas. También sufrirlas pero no tanto porque el suyo es un baloncesto maravilloso y por eso van a por su sexto oro Olímpico consecutivo desde que en Barcelona 92 fueran bronce.

Pasen y vean porque el basket femenino mola.