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El Ayuntamiento de Huelva salva al Recreativo

El decano del fútbol español, acosado por las deudas, tiene que ser expropiado por el Consistorio para asegurar su viabilidad

Rafael Pineda
Los jugadores del Recreativo, en la ciudad deportiva del Decano.
Los jugadores del Recreativo, en la ciudad deportiva del Decano. Paco Puentes.

El pasado seis de junio, el pleno del Ayuntamiento de Huelva aprobó la expropiación del total de las acciones por las que la empresa Gildoy España SL controlaba el Recreativo de Huelva. El consistorio andaluz, comandado por Gabriel Cruz Santana, del PSOE, recurrió a la expropiación de un club profesional de fútbol con una deuda de 20 millones de euros, 13,5 de ellos a Hacienda, para asegurar su viabilidad y evitar la liquidación de una entidad con 127 años de historia.

Hoy lunes, el alcalde oficializará la expropiación y dará detalles de la operación. Son las explicaciones necesarias para descifrar por qué un organismo público salva a un club de fútbol. El Recreativo, según el Ayuntamiento, es un Bien de Interés Cultural (BIC) patrimonio de todos los onubenses. “El proceso de expropiación iniciado el pasado seis de junio se concretará este lunes. El Recre pasará a ser parte de todos los onubenses porque es la única forma de preservar a un club que es una seña de identidad de Huelva”, señala Manuel Gómez Márquez, portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Huelva.

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La aprobación de la expropiación contó con el apoyo de todos los partidos, salvo Participa Huelva (la marca de Podemos), que se decidió por la abstención, y el voto en contra de Izquierda Unida. Esta expropiación la realiza el Ayuntamiento después de que hayan fracasado todas las operaciones de venta de las acciones de Pablo Comas, dueño de Gildoy España SL.

El consistorio ha despojado a Comas del control de un club acosado por las deudas y que ha vivido a lo largo del precipicio en el último año. El pasado mes de marzo, los empleados del club promovieron una campaña para poder completar la temporada. Con entradas a un euro, la afición se volcó para que las taquillas de los últimos encuentros de la temporada sirvieran para aliviar la delicada situación de unos jugadores que llevaban toda la temporada sin cobrar.

Finalizado el ejercicio, la intervención del Ayuntamiento ha sido decisiva para evitar el descenso administrativo a Tercera División por el impago a los jugadores. Entre la campaña de salvación Líberos del Decano y el propio Ayuntamiento reclutaron más del millón de euros que la AFE reclamaba al Recreativo como pago urgente pendiente a los jugadores. Entre los 655.000 euros recaudados por la campaña y los 369.000 avalados por el Ayuntamiento se salvó al Recre del descenso el pasado 30 de junio. Marcelino García Toral, entrenador del equipo en la temporada 2006-07, la mejor de su historia en Primera División, donó 3.000 euros, así como otros futbolistas importantes que militaron en el Decano, caso de Santi Cazorla.

Fue la segunda gran batalla librada por el Recreativo después de la crisis de final de temporada. La tercera era la situación de los empleados no deportivos. “Llevamos 12 meses sin cobrar. La mayoría de los trabajadores denunciamos nuestros contratos y a la gente le empiezan a llegar las sentencias. Esto significa que dos trabajadores se han marchado ya y el Recreativo se puede quedar sin empleados”, expone a este diario Manolo Toledano, director deportivo del club andaluz. Los empleados no deportivos del club, en torno a 25, han mantenido una fidelidad absoluta al Recreativo. Han entendido que jugadores y cuerpo técnico debían ser los primeros en cobrar para evitar el descenso administrativo, pero ya no pueden más.

“Nosotros hemos sido solidarios, hemos entendido que los primeros que tenían que cobrar eran los jugadores y los técnicos para que no se produjera un descenso administrativo. Pero es que ya no podemos más. Los compañeros han ido aguantando por el trabajo de sus parejas, pero alguno ha sufrido embargos de sus viviendas”, añade Toledano.

“En este último año, solo hemos podido cobrar 200 o 300 euros después de las taquillas que hicimos a un euro en el tramo final de la temporada”, recuerda el director deportivo.

Dos empleados han dejado ya la entidad después de que el juzgado extinguiera su relación contractual con el club por el año de impago. Jugadores, cuerpo técnico y empleados esperan como agua de mayo la llegada del nuevo dueño. “Como agua de mayo”, aclara Toledano, quien ha recibido ya instrucciones para ir confeccionando la plantilla de la próxima temporada, que jugará en el Grupo IV de Segunda División B.

Mientras el Ayuntamiento oficializa la nueva situación, el hasta ahora propietario, Pablo Comas, ha intentado defender sus intereses hasta el final. Primero, demandando al propio Ayuntamiento, ahora nuevo dueño del club. Gildoy España le reclama 10,5 millones por la construcción del Nuevo Colombino. Entiende la empresa que el estadio fue construido con dinero del propio club y, sin embargo, la titularidad es municipal. “Hemos recibido la notificación de la denuncia. No sabemos siquiera si está admitida a trámite. No cambia nuestra idea sobre el Recreativo”, reconoce Manuel Gómez Márquez, el portavoz del equipo de gobierno de Huelva.

Lidiar con esta demanda, pagar 700.000 euros a la federación, abordar la dura situación de los empleados y revender un club con 20 millones de deuda son los pasos urgentes a seguir por el Ayuntamiento

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