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El maratón del ‘Middle Sunday’

Tsonga e Isner (6-7, 3-6, 7-6, 6-2 y 19-17 a favor del francés) firman un último set épico, con una remontada después de 79 juegos y 4h 24m de rcronómetro. Carla Suárez, única superviviente española

Alejandro Ciriza
Tsonga celebra su triunfo contra Isner.
Tsonga celebra su triunfo contra Isner.HANNAH MCKAY (EFE)

Jamás pasa desapercibido: es largo como un día sin pan (mide 2,08) y calza un 50 de pie. Lleva siempre una visera y su figura se asemeja más a la de un pívot pueril de la liga universitaria que a la de un tenista. No tiene John Isner desde luego la fisionomía más apropiada para el fondismo, pero él parece haberse empeñado en retar a la naturaleza. Protagonista en 2010 del partido más duradero de la historia –6–4, 3–6, 6–7, 7–6, 70–68 contra Nicolas Mahut, después de 11h 5m–, el estadounidense brindó este domingo, Middle Sunday en Wimbledon, otro espectáculo maratoniano. Pero, a diferencia de hace seis años, esta vez cayó.

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Cuando cedió frente a Jo-Wilfred Tsonga, el cronómetro fijaba esta vez una pechada inferior, pero muy reseñable: 4h 24 m de batalla, con un marcador favorable al francés (6-7, 3-6, 7-6, 6-2 y 19-17), citado en los octavos de final con su compatriota Richard Gasquet (2-6, 7-6, 6-2 y 6-3 a Albert Ramos). Muhammad Tsonga, que había tenido que levantar dos sets adversos y salvó un match point, estalló de alegría en la pista 2. “Un poco, un poco”, respondió el galo cuando le plantearon si en algún momento le vino a la cabeza ese triunfo de Isner en 2010; “para mí, el tiempo que paso en la pista no es lo más importante; lo más importante era ganar y continuar, aunque para ser honesto, sí, una vez pensé: quizá va a ser largo, como el de Nicolas”.

El Tsonga-Isner se saldó con unas cifras salvajes: 38 winners para el norteamericano, por 21 del francés; 101 golpes ganadores de un lado y 88 del otro; y 81 errores no forzados por 82. “Él estará bien mañana. Es un tío que está en forma, así que estará bien. Tal vez no, pero yo espero que sí”, expresó Isner en un día en el que se terminó la meritoria andadura de Juan Martín Del Potro (6-7, 7-6, 7-5 y 6-1 frente a Lucas Pouille) y en la que el tenis masculino español se quedó definitivamente sin representantes en Londres. A la derrota de Ramos se unió después la de Feliciano López, batido por el australiano Nick Kyrgios: 6-3, 6-7, 6-3 y 6-4 (en 2h 42m).

“Jugando le he hecho sufrir, pero hoy me ha fallado el saque [tuvo solo una efectividad del 53% con primeros]. En este torneo tienes que sacar bien, de lo contrario no tienes nada que hacer”, se despidió el toledano, último representante entre los chicos. Mientras, entre las chicas queda ahora todo a expensas de la progresión de Carla Suárez, la única superviviente que aparece en el cartel de la segunda semana. La canaria se medirá este lunes (segundo turno de la pista 1, hacia las 16.15; Canal+ Deportes2) a la veterana Venus Williams, por una plaza en los cuartos de final. Frente a esta, un cómputo de 3-3 en los enfrentamientos previos.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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