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La trascendencia de Busquets e Iniesta

Sin sus dos centrocampistas de referencia, España tiene menos posesión y su estilo pierde equilibrio y verticalidad

Ladislao J. Moñino
Cesc trata de dar un pase ante Parolo
Cesc trata de dar un pase ante ParoloLANCIA (EFE)

Durante varios tramos del partido celebrado el jueves en el estadio Friuli, la selección española, que hoy se mide a Rumanía en Cluj, estuvo despojada de la pelota, su gran valedora en la conquista del Mundial 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2103. Las estadísticas al final del partido corroboraron el exceso de secuencias de jugadores españoles corriendo detrás del balón. Imágenes a contraestilo de lo que es y pretende ser la selección. El amistoso de Udine fue el segundo partido con menos posesión de la selección española en toda la fase de clasificación de la Eurocopa de Francia y también de los amistosos celebrados hasta el momento . En Udine, la posesión de La Roja se quedó en un 53%. Solo en el amistoso contra Alemania disputado en Vigo (0-1) en noviembre de 2014 arrojó un porcentaje inferior de tenencia de la pelota (47%). “Nos ha faltado una mejor posesión, hemos dado más pases hacia atrás que hacia adelante, nos ha faltado arriesgar un poco más. El afán de conservar el balón,de tenerlo y de no perderlo nos ha hecho ser un poco tímidos”, analizaba Vicente del Bosque al término del encuentro.

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El duelo con Italia ponía a prueba la capacidad de la selección para sobrevivir sin Busquets e Iniesta en la casa de un rival complejo y de pedigrí. La prueba dejó constancia de que uno y otro son los dos mejores guardianes del estilo desde el abandono de Xavi y Xabi Aloso tras el Mundial de Brasil. Cuando menos, no deja de ser curioso, que en aquella derrota con Alemania Busquets solo jugara 45 minutos e Iniesta no jugó. El tercer encuentro con menos posesión (55%) el amistoso contra Holanda (2-0) disputado en marzo de 2015, el mediocentro no estuvo un minuto sobre el campo y el volante solo un cuarto de hora. Si Busquets es imprescindible para el equilibrio y para aclarar yacelerar la salida de balón con sus acciones, Iniesta lo es para afilar y verticalizar el juego de toque en los últimos metros. “Iniesta y Busquets son jugadores que guardan mucho la pelota y que la pierden poco. Busi tiene la función de empezar la jugada y Andrés de desequilibrar, en cualquier equipo influirían sus bajas, pero sí creo de verdad que hay jugadores que podemos o pueden mantener el nivel de juego”, observa Mata.

Del Bosque necesita un paso delante del resto de centrocampistas, un mayor peso en el juego de lo que se vio ante Italia a San José, Cesc, Thiago, Mata y de Isco, Koke y Silva cuando entraron. Es en la zona ancha donde España ha gestado el embrión de un juego que le ha llevado a dominar el fútbol europeo y mundial. La lectura que hizo el seleccionador de la cita ante Italia no apuntaba a la posesión en sí, superior a la de Italia (47%), pero sí a la intención. “He visto los datos del partido del jueves y tuvimos más posesión que los italianos, pero en algunos momentos estuvimos premiosos. A veces esa posesión para atrás es nociva. Nos autopresionamos con tanto pase para atrás y es bueno tener la idea de jugar adelante”, concede el seleccionador.

Del Bosque echó de menos ante Italia que se hubiera buscado más a Aduriz con pases por abajo o un mayor juego entrelíneas. La consecuencia de ese juego plano fueron tres remates, la cifra más baja de los 16 encuentros (10 oficiales y seis amistosos) disputados desde la cita mundialista de Brasil.

España domina a sus rivales y los encajona cuando estos no pueden sufren con la velocidad de las circulaciones y cuando los pases rompen línea o abren en espacios. En esos parámetros los porcentajes de posesión suelen dispararse por encima del 60% y la sensación de dominio y control de los partidos es mayor. Con un medio del campo formado por San José por delante de la defensa, Thiago y Cesc como volantes y Morata y Mata en los costados, la posesión fue roma e inocua en Udine. “Nos faltó mayor velocidad en la circulación para generar espacios entrelíneas”, abunda Mata. “Está demostrado que los equipos que nos juegan con un 3-4-3 nos crean problemas. Nos pasó con Holanda en el Mundial y también con Italia en Udine”, apunta Cesc.

De camino a la Eurocopa, también emerge si Busquets será acompañado de un jugador que pueda ejercer de Xabi Alonso. Hasta ahora, el dibujo 4-1-4-1, con él mediocentro azulgrana por delante de la defensa ha sido la fórmula de Del Bosque de protegerle y de buscar equilibrio durante la fase de clasificación. Sin embargo, en la Eurocopa las grandes selecciones pueden castigar encontrarse enfrente con un único pivote si la posesión de España no es dañina.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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