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El gol del Sevilla somete a un excelente Mirandés

Gran resultado del conjunto andaluz, plagado de suplentes, frente a un rival intenso y combativo, que lo puso difícil

Rafael Pineda
Iborra controla el balón ante Galán.
Iborra controla el balón ante Galán. José Manuel Vidal (EFE)

El Sevilla, intratable en Nervión, defenderá un magnífico 2-0 en Anduva ante un fantástico Mirandés. Unai Emery jugó con fuego con una alineación plagada de suplentes y obtuvo demasiado premio para el juego ofrecido por el Sevilla. No obstante, en el fútbol mandan los goles y el equipo andaluz, lógicamente, tiene más argumentos ofensivos que el rápido, intenso y combativo Mirandés. Un gol de Nzonzi y otro de Vitolo (pareció fuera de juego pero no lo fue) en el minuto 93 proporcionan al Sevilla una estupenda renta. Por el camino, Emery, que realizó demasiados cambios, vio cómo el Mirandés estuvo cerca de lograr el empate. Del mismo modo, el meta Raúl salvó al Mirandés en dos grandes intervenciones ante Krohn-Dheli y Gameiro. Fue emocionante contemplar el despliegue del Mirandés, su valentía en el planteamiento de Carlos Terrazas y, también, esa falta de gol que acabó por sentenciarlo. El Sevilla tuvo pegada y ahí radicó la diferencia. La ley del fútbol suele ser implacable.

La Copa tiene estas cosas. Entrenadores como Emery que en la previa afirma que el Mirandés es la reencarnación del Bayern de Guardiola y le juega con los suplentes, portero incluido. También equipos como el burgalés, que se dejan en la banda todos los complejos para competir como el que más ante un rival de Liga de Campeones. Bien dirigido por Carlos Terrazas, el Mirandés siempre quiso más que un Sevilla en el que muchos de sus futbolistas se tomaron el encuentro más como un marrón que una ocasión perfecta para reivindicarse.

SEVILLA, 2-MIRANDÉS, 0

Sevilla: David Soria; Mariano, Carriço, Kolo, Escudero; Iborra (Krychowiak, m. 83), Nzonzi; Krohn-Dehli, Reyes (Vitolo, m. 71), Konoplyanka (Banega, m. 60); y Gameiro.

Mirandés: Raúl; Galán, Gaffoor, Kijera (Eguaras, m. 52); Rúper, Carlos Moreno, Provencio (Néstor, m. 53), Carnicer (Álex García, m. 66); Sangalli, Abdón Prats y Javi Cantero.

Goles: 1-0. M. 20. Nzonzi. 2-0. M. 93. Vitolo.

Árbitro: De Burgos Bengoechea. Amonestó a Kijera, Kolo, Abdón Prats, Escudero y Gaffoor.

Ramón Sánchez Pizjuán. Asistieron 25.341 espectadores.

Fue el caso de Konoplyanka, jugador de enorme calidad y discreta actitud. No debió extrañar que este Sevilla con ocho cambios con respecto al grupo que doblegó al Málaga casi nunca pudiera con el Mirandés, más intenso y activo, capaz siempre de llegar antes al balón y hacerse con todos los rebotes. Una cuestión de colocación y, también, de fe. El Sevilla tuvo la virtud de hacer el gol. Aprovechó la debilidad del Mirandés a balón parado y la buena vista del juez de línea, que dio validez al tanto de Nzonzi después de un pase de Carriço dentro del área. Una pierna de un defensa del Mirandés habilitaba al francés.

La pegada salvó al Sevilla en un primer tiempo donde jamás tuvo el mando. El Mirandés, con solo cuatro jugadores titulares en el último encuentro de Liga, realizó una gran demostración de fuerza, presión y movimientos rápidos. Lógicamente, le faltó calidad para marcar, su gran objetivo en Nervión, pero tuvo sus opciones. Como en una gran jugada de Abdón Prats que acabó con balón al palo de Sangalli.

Solo Reyes era capaz de alterar, a cuentagotas, el dominio del Mirandés, que se estiró de forma peligrosa para el Sevilla en busca del empate. Le faltaba al equipo andaluz pausa y control del juego, puesto que los visitantes parecían siempre tener una marcha más para anticiparse a las acciones. Emery metió a Banega por un Konoplyanka que ahora está en mal momento y el Sevilla comenzó a dominar la situación.

Raúl se lució ante Reyes, Carriço y Krohn-Dheli, mostrando un fantástico repertorio de paradas. El Mirandés golpeaba a su forma, con un centro desde la banda de Eguaras que no entró de milagro en la portería de David Soria. A buen nivel, por cierto, el joven guardameta del Sevilla. Emery dijo basta. Salieron Vitolo y Krychowiak. Demasiada metralla en contra del Mirandés. El Sevilla jamás dominó el juego, pero mandó en las áreas. Vitolo acertó a mandar a la red un remate de Krohn-Dehli en el minuto 93. Pareció fuera de juego, pero el canario estaba por detrás del balón y el tanto fue legal. El 2-0 pareció demasiado castigo para el bravo Mirandés, aunque conviene destacar que el Sevilla gozó de muchas ocasiones para merecerlo, por más que las sensaciones que ofreciera su juego no fueran buenas. Por más que Emery jugara con fuego.

Emery, muy satisfecho

R.. P.

Unai Emery, entrenador del Sevilla, compareció razonablemente satisfecho después del triunfo de su equipo ante el Mirandés. Un 2-0 que acerca al conjunto andaluz a las semifinales de la Copa. "Estoy contento porque hemos hecho un partido de menos a más. Al final el resultado refleja el resultado. Nosotros ya conocíamos al Mirandés, ya sabíamos de su dificultad. El 2-0 es un buen resultado. No hemos encajado y hemos tenido ocasiones", manifestó el entrenador del Sevilla, quien resumió su postura final acerca del resultado: "Golear es muy difícil". David Soria, el portero de la Copa, se mostró también contento con el triunfo. "No me ha sorprendido el nivel del Mirandés, un equipo muy intenso. He estado tranquilo y noto la confianza del cuerpo técnico en mí", manifestó el guardameta. Carlos Terrezas, técnico del Mirandés, lamentó el 2-0 final. "Ha sido una pena el gol de Vitolo. Hemos corrido y hemos jugado bien al fútbol. Todavía estamos vivos e intentaremos darle la vuelta al resultado en Anduva", indicó el veterano entrenador del Mirandés.

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