Renace Caicedo

Desde que comenzaron las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, Caicedo andaba desatado con la camiseta de Ecuador: contaba un gol por partido el delantero del Espanyol, máximo artillero de la liguilla (4). “Ya tenemos presidente”, publicó en Instagram Rafael Correa, el mandamás de Ecuador. Sin embargo, el poder goleador del 20 se extraviaba cuando regresaba a Barcelona. El sábado pasado, Sergio González, entonces entrenador blanquiazul, le sustituyó en el descanso del partido perdido en Balaídos. Todo cambió en una semana. Caicedo marcó el gol decisivo ante el Levante en la Copa y ayer firmó el triunfo en la Liga frente al Las Palmas (1-0). Renace Caicedo y Galca lo agradece.

La credibilidad de Sergio González en el vestuario estaba muy cuestionada y el aterrizaje de Galca supuso un dulce amanecer para el grupo. Sobre todo para los muchachos de botas finas. Insiste el entrenador rumano en juntar a los delanteros y presentó solo un cambio respecto al once inicial de su estreno en la Copa frente al Levante: Hernán Pérez por Burgui. No quiere Galca un equipo agazapado cerca de Pau López. Todo lo contrario: quiere la pelota aunque eso se traduce, por momentos, en sucesivas tropiezos con el cuero. Sin embargo, cuando los pases no encontraban a un compañero, el Espanyol lo compensaba con una gran agresividad para recuperar el cuero. Cambiaron 64 recuperaciones por 84 pérdidas.

Al Las Palmas también le gusta el balón. Y para el conjunto canario el cambio de entrenador supuso una alegría. Aunque su paso por la Copa fue efímero —el miércoles cayó eliminado en los dieciseisavos de final frente al Celta— sumó 11 puntos en la Liga desde que el entrenador cantábrico tomó las riendas del equipo en la jornada 9. Todo el conjunto es prácticamente canario: nueve de los 11 futbolistas que saltaron al campo ayer en Cornellà son de las islas. La medular se la repartieron Roque Mesa y Hernán, que, en cuanto recuperaban la pelota, se la soltaban para los tres mediapuntas: Nauzet Alemán, Tana y Momo. Descolgado en ataque se quedó Araujo; poco participativo, el argentino anda con la garganta seca: lleva dos goles esta temporada.

Pero si Araujo anda peleado con la portería, todo lo contrario le pasa a Caicedo. Necesitó el ecuatoriano de un buen asistente como Salva Sevilla. Las buenas intenciones de los chicos de Galca se extraviaban en las piernas de los jugadores canarios hasta que compareció el andaluz. Cambió el vértigo por la pausa el Espanyol. Y Caicedo lo agradeció. El 20 firmó el 1-0, el único gol, tras una gran internada de Javi López por la banda derecha y se perdió el segundo después de un pase exquisito de Salva Sevilla: Caicedo tiró tantas bicicletas frente a Javi Varas que se le terminó por salir la cadena.

No le importó a la afición blanquiazul que despidió a Caicedo con honores cuando lo reemplazó Burgui. Protestó Las Palmas un penalti de Pau sobre Araujo y Abraham estrelló un balón al poste, después de otro pase de Salva. Nadie discutió, sin embargo, el meritorio triunfo de los blanquiazules, Se agranda el Espanyol de Galca, que suma su segundo triunfo seguido.