_
_
_
_
_

Solo Ruth Beitia brilla entre los atletas españoles

Con tres magníficos saltos, la cántabra se clasificó para final de altura del sábado, en la que aspira al oro

Carlos Arribas
Ruth Beitia celebra uno de sus saltos
Ruth Beitia celebra uno de sus saltosLavandeira jr (EFE)

El atletismo español son dos mundos: dos campeones y un abismo. Los campeones son Miguel Ángel López, que ya se ha llevado su oro, y Ruth Beitia, que luchará el sábado al mediodía española (12.30) para conseguirlo. Solo ellos, más dos o tres que han peleado hasta comprobar que sus límites no les permitían llegar más lejos, han cumplido con el mínimo pedido por Ramón Cid, el director técnico nacional, quien también es consciente de que hay lo que hay y nada más. “Quiero que compitan, que estén a la altura de lo que les ha traído aquí”, dice Cid, preocupado por la facilidad con la que el ambiente del Mundial y lo que le rodea desborda a los atletas españoles.

El abismo es el resto. Les diferencian las palabras, la cabeza, el habitual recurso a las excusas de quienes no cumplen. Antes de competir, López dijo: “Pienso en el oro”; después de clasificarse en una mañana “fantástica” (solo tres saltos necesitó para llegar a 1,92m, la altura del corte), Beitia dijo: “Claro que vengo a por el oro”. Después de quedar eliminado en la primera ronda de 1.500m terminando penúltimo en su serie (se clasificaban para semifinales 24 de los 41 participantes), Adel Mechaal, el campeón de España, dijo: “Como vi que no me clasificaba, me relajé”. El debutante Víctor Corrales, también penúltimo de su serie, se quejó de que le habían pisado justo cuando iba a cambiar con fuerza, y David Bustos, el único que pasó (corrió en la serie más rápida y le valió con quedar décimo en ella con 3m 38,75s) se quejó de que le habían encerrado, que si no…

Les diferencian también los hechos. Cumplidas seis jornadas, y habiendo entrado en competición ya 32 de los 40 españoles en Pekín, solo cuatro de ellos (Kevin López, en 800m; Bustos, en 1.500m; Yidiel Contreras, en 110m vallas, y Ruth Beitia, en altura) han sido capaces de superar una eliminatoria. En la matinal del jueves, también quedaron eliminados a la primera la vallista Caridad Jerez (13,27s en los 100m), la saltadora Mar Jover, quien arriesgó en longitud e hizo tres nulos, y el discóbolo Lois Maikel Martínez, cubano de 34 años que el 4 de agosto logró la nacionalidad española, lanzó 58,01 metros, siete menos de su mejor marca del año. Y exceptuando a López, y a la espera del resto de marchadores, de la maratoniana Alessandra Aguilar y de los decatletas, ninguno de los participantes en pruebas de final directa, logró un puesto de finalista, entre los ocho primeros.

Beitia es la capitana del equipo español, y en esa calidad se le preguntó lo que pensaba de todo esto. Ella, inteligente y concentrada por el momento en lo que le importa, eludió la cuestión. “Ahora solo pienso en mi competición. Permitidme que hoy solo hablé de mi libro”, dijo la cántabra, de 36 años, quien, aunque declaró que estaba tan absorta en lo suyo que no vio saltar a las rivales, sabe que sus rivales serán las de siempre, las rusas Anna Chicherova y Maria Kuchina, la croata Blanka Vlasic y la polaca Kamila Licwinko. Con todas ellas lleva peleando todo el verano en la Diamond League, que lidera después de imponerse con un salto de dos metros, su mejor marca del año, en la Golden Gala de Roma y en el GP Adidas de Nueva York, y a todas las ha derrotado una u otra vez. En la calificación saltó con su nueva y eficacísima técnica –salida en parado a 60 pies del listón al que llega en nueve zancadas o apoyos--, y lo hizo sin ningún error. “Ha estado muy bien la mañana, fenomenal”, dijo.

 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_