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Ter Stegen o el legado de Zubizarreta

El portero alemán se ha ganado al vestuario por su carácter y adaptación al juego

Messi saluda a Ter Stegen.
Messi saluda a Ter Stegen.afp

En la primera reunión que Andoni Zubizarreta convocó con su equipo de trabajo después de ser nombrado director deportivo del Barcelona, en junio de 2010, descolocó a los presentes. “Nuestro principal objetivo es encontrar un sustituto para Valdés”, les dijo. “Bueno, no fue exactamente así”, negó siempre Zubi, pero los asistentes a la cita no lo olvidan y reconocen que se pusieron manos a la obra. “Recuperamos los informes que había en el club y uno, firmado por Pep Boada, hablaba del portero de Alemania en el Mundial Sub-17 disputado el año anterior en Nigeria. El nombre: Marc-André Ter Stegen”. Ricard Segarra, nombrado a tal efecto responsable del seguimiento del mercado de porteros, empezó entonces a seguir su pista.

En enero del año 2014, harto de verle jugar, Zubizarreta cerró la contratación por 12 millones de euros. “Es imposible calcular la cantidad de partidos que Zubi le vio jugar”, recuerdan aún en las oficinas del Barcelona. Se sabe, eso sí, que estuvo reunido seis horas con él en Moenchengblagdad. “No trató de convencerle; era imposible. Tenía tantas ofertas que ni lo intentó. Simplemente le explicó qué era el Barcelona y qué le esperaba”. “Todo lo que me advirtió que me iba a encontrar, me lo he encontrado”, reconoció en una entrevista concedida al diario Ara. Valdés supo por Zubizarreta del fichaje del alemán, que se concretó en enero de 2014 y, aunque se intentó que su incorporación fuera inmediata, para que creciera y aprendiera a la sombra de Valdés, no fue presentado hasta el 22 de mayo. La lesión del catalán acrecentó la sensación de añoranza por parte del equipo de Zubizarreta, que montó en cólera el pasado verano al saber que dos directivos, Toni Freixa y Javier Bordas, trataron de bloquear su fichaje e imponer el de Courtois, el cancerbero belga entonces del Atlético. El tiempo le está dando la razón y Ter Stegen se ha convertido en la mejor herencia del secretario técnico. “Tenemos portero para diez años”, resumen en el vestuario de la ciudad deportiva Joan Gamper. “Es el mejor legado de Zubi”.

Tenemos portero para 10 años”, dicen en la ciudad deportiva

Marc, como se le conoce en el camerino, vive con su pareja en Castelldefels, recibe clases de castellano tres días a la semana y por su conducta vital y deportiva dice que su integración al grupo es “sensacional”. Quedará para siempre la duda de si fue la lesión lumbar que padeció en la pretemporada lo que le apartó de la titularidad en Liga [en manos de Bravo] o hubiera jugado igualmente la Copa del Rey y la Champions, como sucede ahora, de no mediar tal contratiempo. Desde su debut el 17 de septiembre, en un partido de Champions ante el Apoel Nicosia que ganó el Barça por 1-0, el teutón acumula 11 encuentros entre ambas competiciones, ha encajado siete goles —dos de ellos en una mala noche del equipo contra el PSG en el Parque de los Príncipes— con un 84% de disparos atajados en la Copa y 58% en la Champions, además de haber dado 249 pases bien. Se da la circunstancia de que en la ida de la eliminatoria de Copa contra el Atlético de Madrid tocó más veces (30) y mejor el balón con los pies (90% de acierto) que ocho futbolistas de Simeone.

Contra el Atlético en la ida de los cuartos de la Copa del Rey tocó más veces la pelota que ocho de sus rivales

“Es un portero impresionante. Pero impresionante de verdad”, se descubre Xavi Hernández. “¿Con quién te lo puedo comparar? ¡Pues con Valdés! En serio, no es que juegue bien con los pies, es que para, tiene conceptos tácticos espectaculares, es mucho más que valiente. Es un portero excepcional”, le reconoce el centrocampista de Terrassa. Entonces, la duda ofende: ¿Por qué no juega? “Porque no hay razón por la que sustituir a Bravo en la Liga. Y porque a Bravo, además, lo pidió Unzué [el ayudante de Luis Enrique]”, tercian en los despachos.

Unzué no habla, pero se asegura que él también, como antes lo hizo Zubi o ahora le insisten en la Ciudad Deportiva sus compañeros, le pide paciencia. “Tener paciencia es un gran trabajo aquí. En el Barça se aprende hasta que te mueres”, ha reconocido el portero, consciente como es de la importancia que tiene luchar con el recuerdo de Valdés. “No se puede competir con su legado. Es una gran persona. Todo el mundo habla de él en el vestuario”, sostiene Ter Stegen, que le dio la razón a Zubizarreta hasta el punto de que una mañana, no hace mucho, volvió loco a Messi en un ejercicio de control. “¡Leo!”, le dijeron al 10. “La toca mejor que vos”, se escuchó. “Mejor no, mucho mejor”, respondió La Pulga con cariño, insulto incluido entre risas.

En los rondos y en los partidos, Ter Stegen golpea el cuero con los dos pies como Messi, domina el campo como Valdés y tiene el temple de Zubi. El Barça cree haber solucionado el mayor de sus problemas con Ter Stegen.

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