Madrid y Barça, en mate y brillo

Acababa de concluir la final de la Euroliga en Milán y, en mitad del análisis y las explicaciones por la derrota ante el Maccabi, Laso recibió una pregunta fuera de guion. ¿Quién cree que sale más perjudicado de esta Final Four, el Barcelona o el Madrid? “Podría contestar de dos maneras”, despejó el técnico. “Salimos jodidos los dos, pero también orgullosos los dos de haberla podido disputar. No puedo entrar en muchas más valoraciones”, concluyó. Los ecos de aquella batalla disputada hace 22 días —en la que los azulgrana sucumbieron por 38 puntos en la semifinal ante su eterno rival y los blancos se estrellaron por segunda vez consecutiva en la cita por el título— aún resuenan en el cuerpo y la mente de los dos grandes del baloncesto español. En la foto fija actual, en mate y brillo, los de Xavi Pascual muestran mejor cara.

Con 2-0 y 0-2 en sus respectivas semifinales, Madrid y Barça ya se miran de reojo y se encaminan a su enésimo choque por el título de Liga. Nunca se ha remontado ese resultado en unas semifinales de los playoffs. Parece misión imposible para Unicaja y Valencia. Pero sus caminos hasta el pulso definitivo están siendo muy distintos. Los azulgrana superaron al Laboral Kutxa en cuartos con un +29 en sus dos partidos y han volteado con solvencia el factor cancha en semifinales ante el Valencia, flamante segundo clasificado de la temporada regular, con dos victorias a domicilio, un +20 en los dos enfrentamientos y tan solo 117 puntos en contra (58,5 puntos de media) ante el segundo equipo más anotador del campeonato (86,18). El Madrid, por su parte, sudó ante el CAI en cuartos y está sufriendo en semifinales ante el Unicaja. Los de Plaza les llevaron a la prórroga en el primer asalto (98-93) y dispusieron de bola de partido en el segundo (89-87). Ayer en el Palacio retrataron la dispersión de los blancos en la pintura con un apabullante 18-38 en la estadística reboteadora. Los blancos salvaron la mañana con un arrebato de Llull, Felipe y Carroll, artífices de un parcial de 25-8 en el tercer cuarto que desmontó el trabajo de Fran Vázquez, Suárez y Granger.

“Están siendo más duros que nosotros. Más intensos en defensa. En muchos aspectos han sido superiores y podrían haber ganado cualquiera de los dos partidos”, reconoció Felipe Reyes tras el segundo encuentro ante el conjunto malagueño. “La Final Four ya está olvidada. Fue un palo bastante duro y ahora tenemos que intentar encontrarnos en la cancha poco a poco”, explicó el capitán en su paradójico mensaje. En sus dos partidos de semifinales los blancos han anotado 50 puntos más que el Barça en los suyos, pero también han encajado 63 más que los azulgrana. “Está siendo una temporada muy larga. Todos los equipos tenemos muchos tocados”, sumó al análisis Carroll. Con Draper y Mejri lesionados, Rudy tocado y Dani Díez relegado a un papel más que secundario, la rotación madridista ha perdido lozanía y consistencia. “El equipo ha sabido sobreponerse a estas circunstancias durante toda la temporada", comentó Laso.

La afición padece las mismas magulladuras que el equipo. Durante estos playoffs la media de espectadores en el Palacio (8.222) se ha reducido en casi 1.000 espectadores con respecto a la temporada regular (9.130) y en 2.800 con respecto al top 16 y los cuartos de la Euroliga (11.041). Entre la fatiga y la decepción europea, el Madrid camina rumbo a la final con más sufrimiento que autoridad tras una temporada en la que ha transitado por la excelencia. Los blancos suman dos títulos (Copa y Supercopa) y 66 victorias en 74 partidos oficiales. El Barcelona aún no ha ganado nada y ha perdido 15 partidos. Ambos ya se miden en la distancia.

Condenados a enfrentarse, blancos y azulgrana se han medido en duelo directo en las dos últimas finales de Liga, en las cinco últimas ediciones de la Copa —cuatro finales (2010, 2011, 2012 y 2014) y el cruce de cuartos de 2013—, en las últimas cinco Supercopas —tres finales (2009, 2012 y 2013) y dos semifinales (2010 y 2011)—, y en las dos últimas semifinales de la Euroliga. En la era Laso el balance marca un 14-10 para los madridistas.