Isco desquicia a Alemania
Una exhibición del medio del Madrid mantiene la imbatibilidad de la sub 21, que suma ya 33 partidos consecutivos sin perder
Colocó el balón junto al poste de Leno haciendo inútil la estirada del portero del Leverkusen. Respiró, agachó la cabeza y levantó los brazos tímidamente. Ni sonrió. Como si el gol que acababa de conseguir no hubiera sido más que otra triquiñuela. Ajeno a los gritos que se escuchaban en la grada del estadio de la Nueva Balastera. Así, sin ninguna ostentación, completó un partido tremendo Isco, que no formó parte de la convocatoria de Vicente de Bosque para el amistoso ante Italia, y que aprovechó el partido para seguir reivindicando un puesto en la absoluta. Con su tanto además del de Morata, España consiguió su 33 victoria consecutiva, confirmando que de nuevo vuelve a ser una referencia en las categorías inferiores.
El repertorio técnico de Isco fue una condena para Alemania. Ninguno de sus jugadores fue capaz de entender el patrón de comportamiento del futbolista andaluz. El jugador del Madrid pisó la pelota, la escondió, se la cambió de pie, jugó en largo, en corto, disparó a portería… y todo con el esfuerzo justo. Sin necesidad de acelerar los movimientos, dejando fluir su propia naturaleza. Todo estética.
España, 2 - Alemania, 0
España: Pacheco (Kepa, m. 45); Carvajal, Sergi Gómez (Derik, m. 45), Amat, Alberto Moreno (Bernat, m. 23); Rubén Pardo (Denis Suárez, m. 78), Sergi Roberto (Saúl, m. 45); Muniain (Sarabia, m. 58), Isco, Jesé (Deulofeu, m. 45); Morata.
Alemania: Leno; Korb (Durm, m. 45), Rüdiger, Knoche, Plattenhard (Schulz, m. 45); Geis, Emre Can (Leitner, m. 35); Bittencourt, Hofmann, Younes (Malli, m. 66); Volland (Andre Hoffman, m. 45). No utilizado: Horn.
Goles: 1-0. M. 53. Morata. 2-0. M. 54. Isco.
Árbitro: Benoit Bastien. Amonestó a Jordi Amat, Saúl, Geis, Rüdiger, Bittencourt, Derik
Jesé le miraba continuamente desde la banda derecha esperando que una de esas maniobras le permitiera plantarse en el área de Leno. El canario, algo desconectado del pulso del juego, se mostró más cómodo aguardando un balón al espacio en el que poder desperezar las piernas. Con Morata como marca fija entre los centrales alemanes, el peso ofensivo descansaba sobre Isco. Toda una garantía. Sin embargo, fue el nueve del Madrid quien pudo adelantar a España en el segundo minuto del partido tras robar un mal pase atrás de los alemanes. En tres zancadas se presentó ante Leno pero su remate se topó con el poste. No perdonó, sin embargo, el siguiente fallo del portero alemán, que despejó mal una cesión de Rüdiger y entregó el balón al delantero, que de primeras dirigió el balón esta vez a la red. Tuvo mayor resistencia en los postes de la portería alemana. Hasta en tres remates terminó topándose con la madera el delantero del Madrid.
A pesar de la fortaleza física de Alemanía, no tanto en la envergadura, hace tiempo que los germanos son más poderosos con el balón por el suelo que en las alturas, Lopetegui ubicó al andaluz en el centro del campo junto a Rubén Pardo y Sergi Roberto. Un planteamiento absolutamente centrado en la posesión del balón por encima de la prudencia defensiva. Si acaso fue el jugador de la Real Sociedad quién guardó más la posición, acercándose a la defensa para airear la salida del balón cuando la presión adelantada de los alemanes bloqueaba el inicio de la jugada.
Tras el descanso, Lopetegui cambió gran parte del esquema ofensivo, pero manteniendo la misma idea sobre el campo. En dos minutos acabó con la resistencia de Alemania. Del tanto de Morata al de Isco apenas se consumieron 50 segundos.
Con la posesión de su lado, España mezclaba bien y conseguía alborotar a Alemania, que aunque bien colocada en defensa, perdió la paciencia después de observar como el balón circulaba de un lado a otro. Se empleó con dureza en marcar Muniain, que recibió un par de patadas a destiempo en la banda izquierda. El jugador del Athletic, cumplió su 28º partido con la selección sub 21, y se convirtió en el jugador que más veces ha vestido la camiseta española.
El susto del partido lo dio Alberto Moreno, que en una mala caída tras un choque con Volland tuvo que ser sustituido por Bernat aquejado de molestias en el cuello. Las primeras pruebas a las que fue sometido el lateral del Sevilla revelaron que sufre una contractura en el trapecio, aunque sin demasiada importancia. El mayor daño del partido lo produjo Isco, más espiritual que numérico por lo amistoso del partido, que rendido al cariño de la grada, acabó el encuentro con una sonrisa de oreja a oreja. Como a Sabina, le sobraban los motivos.
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